¿Podemos disfrutar los refrescos de dieta sin remordimientos? ¿Son malos para nosotros? ¿Y qué hay de la reciente declaración de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de que el aspartamo, un popular edulcorante artificial utilizado en muchas bebidas dietéticas, «posiblemente» podría causar cáncer?
Antes de eliminar por completo tu refresco dietético favorito, los especialistas del Hospital Houston Methodist ayudan a responder estas incógnitas.
¿El refresco de dieta puede causar cáncer?
Se han hecho afirmaciones bastante serias sobre los efectos secundarios del refresco de dieta, vinculándolo con la hipertensión, la diabetes, la demencia e incluso el cáncer.
Recientemente, un comité de la OMS, la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC), clasificó al aspartamo como un “posible” carcinógeno. ¿A largo plazo, podría ser perjudicial el refresco dietético que tienes en tu refrigerador?
Definamos esta clasificación, antes que nada. La IARC etiquetó al aspartamo como un carcinógeno del Grupo 2B, lo que significa que «posiblemente podría ser carcinógeno para los humanos».
En la declaración, el grupo reconoció que hay “evidencia limitada” de que el edulcorante artificial pueda causar cáncer. Curiosamente, otro comité de la OMS, el Comité Conjunto de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA), también revisó la misma evidencia y no expresó preocupaciones sobre la seguridad del aspartamo.
Ningún comité de la OMS recomendó cambiar la ingesta diaria aceptable del edulcorante artificial, que es aproximadamente el equivalente a beber más de 10 latas de refresco de dieta por día. Casi todos consumen mucho menos que esto, claro está. Y, por cierto, la mayoría de los expertos recomiendan limitar el consumo de estos refrescos a una lata por día.
La FDA señala que la clasificación de la IARC no significa en realidad que el aspartamo esté vinculado al cáncer. La agencia, que regula el aspartamo como aditivo alimentario, todavía considera que es seguro para la mayoría de las personas en las cantidades habitualmente consumidas. Otros dos edulcorantes artificiales comunes como la estevia y la sucralosa también han sido clasificados como seguros para el consumo. No hay evidencia de que alguno cause daño grave, y las afirmaciones que indican lo contrario siguen sin ser verificadas.
Si te preocupan los químicos en el refresco de dieta y su impacto en tu salud, considera reducir la cantidad que bebes cada día y, en su lugar, opta por agua natural o agua mineral.
¿El refresco de dieta te hace subir de peso?
La mayoría de nosotros cambiamos del refresco regular al de dieta porque estamos cuidando nuestro peso y la figura. Sin embargo, algunas teorías sugieren que beber refresco de dieta tiene el efecto contrario: promueve el aumento de peso. Pero, ¿cómo puede una bebida sin calorías aumentar el peso de una persona?
La teoría predominante involucra la química cerebral y su reacción al dulzor.
Cuando disfrutas de un refresco de dieta, tu cerebro percibe el dulzor y espera un impulso calórico. Pero al no proporcionarse calorías en ese momento, se desata el apetito, lo que te lleva a buscar calorías en otro lugar. De hecho, según un estudio compartido por los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, los adultos más pesados que consumían bebidas dietéticas tendían a comer más calorías en forma de alimentos sólidos y además comían significativamente más bocadillos que aquellos que tomaban bebidas azucaradas.
Por lo tanto, si te vas por un refresco de dieta, ten cuidado de no compensar en exceso en otras partes de tu dieta.
¿Cuánto refresco de dieta es demasiado?
Beber algunas latas de refresco de dieta cada día probablemente no te hará daño, pero tampoco te proporcionará beneficios significativos para la salud.
En lugar de centrarte en la pregunta de si el refresco de dieta es malo, los expertos del Hospital Houston Methodist te sugieren que consideres primero tu dieta y estilo de vida en general.
Por ejemplo, si tomas buenas decisiones sobre los tipos de alimentos que comes, la cantidad de agua que bebes y cuánto ejercicio haces; entonces si bebes refresco de dieta, o cuánto, se vuelve menos relevante.
Pero, como una buena regla general, nunca está de más limitar la cantidad de alimentos procesados en tu dieta y reemplazarlos por opciones saludables.
Foto: Flow