Ante el inminente y anunciado rescate de Jorge Glas, por parte del gobierno mexicano, policías ecuatorianos ingresaron por la fuerza a la embajada de México en Quito y detuvieron al exvicepresidente, luego de que López Obrador le concediera asilo político.
La noche de este viernes, el gobierno de Daniel Noboa autorizó a las fuerzas policiacas irrumpir en la sede de la representación diplomática de México en Quito, Ecuador y detener al exvicepresidente que se encontraba asilado ahí desde el 17 de diciembre pasado.
Desde este jueves, policías a bordo de vehículos negros mantenían sitiada la Embajada de México, mismos que la noche de este viernes rompieron los portones de la sede diplomática mexicana y accedieron a los patios.
Poco después, el gobierno ecuatoriano difundió un comunicado confirmando la detención de Glas y su puesta a disposición de las autoridades judiciales competentes.
Jorge Glas está acusado de corrupción y de tener vínculos con el narcotráfico. López Obrador le había otorgado asilo político, y se preparaba su rescate para llevarlo a México.
En el comunicado, con el título “Defendemos la soberanía nacional, cero impunidad”, destaca que “ningún delincuente puede ser considerado un perseguido político. Jorge Glas ha sido condenado con sentencia ejecutoriada y contaba con disposición de captura emitida por las autoridades competentes”.
Y añadió que “al haberse abusado de las inmunidades y privilegios a la misión diplomática que albergaba a Glas y conceder un asilo diplomático contrario al marco convencional, se ha procedido con su captura”.
Al respecto, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, escribió en su cuenta de X, antes Twitter, que ante la “violación flagrante al derecho internacional y a la soberanía” del país instruyó a la Cancillería “que de inmediato declare la suspensión de relaciones diplomáticas con el gobierno de Ecuador”.
Foto: Especial
