Bala fría
Por Raymundo Guerrro
Hace 35 años diferentes organizaciones de izquierda y luchadores sociales soñamos con un México justo e igualitario, entonces unimos fuerzas para la elección de 1988 y logramos por vez primera demostrar la fuerza que tiene el pueblo organizado.
Sirvió este ejercicio para no dejar a la deriva lo logrado y se llamó a conformar lo que hoy se conoce como el Partido de la Revolución Democrática (PRD) derivado del Frente Democrático Nacional.
Al frente como líder moral estaba el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo entre otros personajes cuyos rostros eran la cara de esa lucha en que estudiantes, trabajadores, amas de casa entre otros creíamos aún en la política.
Por desgracia un personaje oscuro y de mediana estampa merodeaba, no con la intención de una lucha social sino de lograr un perverso plan personal que hoy día hunde al país.
Por fortuna él y su recua de seguidores dejaron al PRD donde se quedaron aquellos cuyas convicciones son más firmes que el proyecto de enriquecimiento personal de otros.
Una marea amarilla que pinta poco a poco las calles de la ciudad con la alegría de este color que irradia energía, vida y calidez.
Han pasado 35 años y por fortuna no perdemos aún la esperanza de un país igualitario y justo.
Igualitario para que todos los sectores puedan acceder con trabajo y esfuerzo a sus sueños y justo para todos aquello que con su trabajo sostienen a este país.
Bala Fría, fum, fum, fum.
Mientras la ex alcaldesa de Cuauhtémoc se la pasa en la fiesta porque bien sabe no logrará un escaño en el Senado, en la Alcaldía que recién gobernaba, Caty Monreal sigue metiéndose hasta la cocina tratando de Alcanzar a Alessandra de la Vega cuya simpatía y proyecto de gobierno a esta última le otorgan la simpatía de la población.
