El protector solar es una de las mejores herramientas para proteger la piel de los rayos UV del sol, el cual puede provocar quemaduras solares, arrugas y, en el peor de los casos, cáncer de piel.
Si sabemos que el protector solar es nuestro aliado, las preguntas más comunes suelen ser: ¿cuándo volver a aplicarlo? ¿Con qué frecuencia debemos volver a aplicarlo si estamos en la piscina o la playa todo el día? ¿Cada cuánto debo re aplicarlo mientras estoy en la oficina?
Aquí veremos cómo y cuándo volver a aplicar el protector solar para mantener la piel sana y libre de quemaduras solares.
¿Por qué es importante volver a aplicar el protector solar?
Si bien la mejor protección contra los rayos UV es evitar por completo la exposición al sol, no es realmente factible para todos, ya que muchas de nuestras actividades pueden ser al aire libre. Pero tampoco somos inmunes al sol cuando estamos bajo techo, especialmente si disfrutamos de la luz natural sentados cerca de las ventanas.
Es importante saber que la radiación UV está en su punto más alto cuando la mayoría de las personas están activas, entre las 10 a.m. y las 3 p.m.
Entonces, el uso correcto de protector solar durante todo el día, incluso en interiores, ayuda a reducir el riesgo de desarrollar cáncer de piel de por vida. También podría prevenir algunos de los efectos secundarios más cosméticos de la exposición al sol, incluidas las arrugas y las manchas de la edad.
Una breve explicación del Factor de Protección Solar (FPS) y por qué tenemos que volver a aplicar el protector solar
Desafortunadamente, la aplicación de protector solar no es un proceso único. Esto se debe a que ningún protector solar es capaz de proporcionarte cobertura durante todo el día. El tiempo que puedes usar protector solar antes de volver a aplicarlo se verá afectado por el tipo de protector solar que uses (y qué tan bien lo aplicaste la primera vez), tus planes para el día y, lo más importante, cómo afecta el sol a tu piel en particular.
¿Cómo se calcula el FPS?
En primer lugar, es importante saber que hay dos tipos de rayos que atraviesan la atmósfera terrestre: los rayos UVA y UVB. Cada uno puede causar diferentes efectos en la piel.
Los rayos UVB tienen niveles de energía más altos y pueden causar quemaduras solares con ampollas a corto plazo; así como cánceres de piel y melanomas a largo plazo. Los rayos UVA tienen niveles de energía más bajos y se asocian con los signos inmediatos de la exposición al sol, incluidos el enrojecimiento y el bronceado. Los rayos UVA, que se utilizan en las camas solares, pueden causar envejecimiento prematuro, como arrugas y manchas de la edad, y atravesar nubes y ventanas (incluidos los parabrisas de los automóviles).
Un malentendido común del factor de protección solar es que el número representa cuánto tiempo puedes estar al sol sin quemarte. Vamos a romper ese mito: según la Administración Federal de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), el FPS es una proporción de la cantidad de rayos UVB necesarios para crear una quemadura solar en la piel protegida con protector solar en relación con la cantidad de rayos UVB necesarios para crear una quemadura solar en la piel sin protector solar.
Por lo tanto, el FPS mide la cantidad de radiación UV, no el tiempo que puedes estar al aire libre sin quemarse. Por ejemplo, un protector solar FPS 35 te protegerá del sol hasta que hayas experimentado 35 veces más rayos UVB que los que harán que tu piel se enrojezca sin protector solar. Cuanto mayor sea el número de FPS, mayor será la cantidad de luz UV que se bloquea. La Academia Americana de Dermatología recomienda el uso de un protector solar de amplio espectro con FPS 30 o superior. Amplio espectro significa que el producto protege contra los rayos UVA y UVB.
Tus necesidades de protector solar cambian día a día, al igual que tu necesidad de volver a aplicarlo
Hay varios factores que determinan el momento en que la piel de una persona puede empezar a arder. Desde el tipo de piel, el tiempo al aire libre, la hora del día, el nivel de actividad y la cantidad de protector solar que te aplicaste la primera vez, son factores que pueden afectar la cantidad de exposición al sol, lo que a su vez cambiará la necesidad en cada uno de volver a aplicarlo.
«Cada persona es diferente. Digamos que tienes la piel más clara y sabes que si te expones al sol, puedes estar afuera durante unos 15 minutos, y luego vas a empezar a sentirlo, mientras que otra persona puede salir durante 30 minutos o más», explicó la doctora Annie Christenson, médica estética del Hospital Houston Methodist.
La intensidad de los rayos UV cambia a lo largo del día: el horario de mayor intensidad es entre las 10 a.m. y las 3 p.m. Las primeras horas de la mañana o la noche son los horarios de menor o nula potencia de rayos UV.
Por ejemplo, un madrugador que sale a caminar a las 7 a.m. puede absorber la misma cantidad de rayos UV, en una hora, que una persona que sale a caminar 15 minutos al mediodía. Y las personas con piel clara absorben más rayos UV que aquellas con piel más oscura en las mismas condiciones. Esto se debe a que la melanina, un pigmento en la capa externa de la piel, ayuda a proteger de los rayos UV de forma natural. Pero aquellos con más melanina aún pueden sufrir quemaduras solares y daños en la piel con demasiada exposición.
Tus niveles de exposición también cambiarán día a día. Si vives en la oficina de lunes a viernes, tus necesidades de protector solar serán muy diferentes durante la semana que cuando pases todo el fin de semana en la piscina.
A medida que estás fuera de casa y te expones a más rayos UV, los ingredientes activos del protector solar se descomponen. Esto también puede verse agravado por el sudor o el agua durante la actividad. El FPS más alto puede darte más tiempo antes de que se produzca esta descomposición. Pero, aunque uses un nivel alto de FPS, tendrás que volver a aplicarlo invariablemente.
«No vas a obtener ocho horas de protección de ningún protector solar», advierte la especialista del Hospital Houston Methodist.
¿Cuándo volver a aplicar el protector solar?
La regla general para volver a aplicar el protector solar es cada dos horas. Pero hay cierto margen de maniobra en esto, según la esteticista médica.
«Al estar bajo techo, realmente no tienes que volver a aplicar bloqueador, al igual que si no estás sudando, o no te estás secando con una toalla después de nadar. Si estás sentado frente a tu computadora y no estás cerca de ninguna ventana, tampoco debes hacerlo, a menos que tengas la intención de salir de tu oficina o casa», detalló.
Si estás cerca de ventanas o tragaluces durante el día, querrás considerar volver a aplicarlo cada cuatro a seis horas. Salir de casa o del trabajo siempre requiere una nueva aplicación, incluso si tu actividad será breve, como viajar en automóvil o sacar a pasear a tu perro.
Pero si tu día estará lleno de actividades al aire libre, querrás volver a aplicarlo mucho antes y con frecuencia. Así podrás asegurarte de que tu protector solar funcione como debería, es posible que debas volver a aplicarlo con una frecuencia de 40 a 80 minutos.
«El protector solar no es a prueba de toallas ni a prueba de sudor a largo plazo. Por ello, durante las vacaciones, sentado en una playa, dentro y fuera del agua y secándote mucho con una toalla, tendrás que volver a aplicarlo con más frecuencia en esos escenarios», indicó la especialista
Según la médica estética, el uso de protectores solares con un FPS más alto puede dar una sensación de exceso de confianza al estar al aire libre, lo que puede llevar a las personas a permanecer más tiempo al sol o a no volver a aplicarlos con la frecuencia que deberían.
¿Cómo volver a aplicar el protector solar?
Ya sea que estés usando un protector solar mineral o químico, una loción o protector solar en aerosol o incluso un polvo, las reglas para volver a aplicar son las mismas que para aplicar la primera capa. Asegúrate de ponerte la cantidad correcta (que puede ser más de lo que crees que necesitas; lee las instrucciones de tu producto) antes de exponerte al sol. Lo ideal es aplicar o volver a aplicar el protector solar de 15 a 30 minutos antes de salir para darle a la piel el tiempo suficiente para absorber el producto.
¿Cómo volver a aplicar el protector solar sobre el maquillaje?
Ya sea que uses un humectante con color con FPS como base de maquillaje o te maquilles de cara completa todas las mañanas antes de salir de casa, una cosa sigue siendo cierta: deberás volver a aplicar tu protector solar.
«Si tienes maquillaje y no quieres volver a aplicar protector solar en crema, hay protectores solares en polvo realmente buenos que puedes usar para volver a aplicarte en la cara», aconseja la doctora.
Los protectores solares en polvo vienen en forma de polvos sueltos o compactos y están formulados acompañados de una brocha. Pueden dar un acabado mate sobre el maquillaje, pero al igual que con cualquier protector solar, no recibirá el beneficio de la protección si se aplica incorrectamente. Con el polvo, es posible que necesites más aplicaciones para obtener la protección completa.
Hoy en día, las cremas hidratantes con color, las cremas BB o CC e incluso la base de maquillaje están formuladas con FPS. Pero si bien el FPS en estos productos es un beneficio adicional, no debe usarse como única protección solar.
«Es posible que no apliquemos nuestra crema hidratante o maquillaje tan pesado como necesitamos para obtener ese beneficio de protector solar, y es posible que ni siquiera nos lo pongamos todos los días. Deberíamos usar protector solar todos los días. Además, algunos de estos productos solo ofrecen de 15 a 30 FPS, lo que puede no ser suficiente para muchas personas», aclaró la especialista.
Si usas estos productos, es recomendable volver a aplicarlos con un protector solar diferente según sea necesario en lugar de volver a recurrir a ese humectante con color.
Potencia tu arsenal de protección solar
Ahora hay varios productos de protección solar que puedes añadir a tu rutina además del bloqueador. Varias marcas ofrecen ropa de protección solar en varios niveles de FPS, y puedes encontrar desde camisetas, leggins, guantes, bufandas y sombreros.
«Me gusta la ropa FPS. Usar guantes con FPS puede ayudar cuando conduces diariamente, o si eres una persona que tiene mucha exposición constante, las camisas que cubren tus brazos pueden ser útiles», enfatizó la especialista del Hospital Houston Methodist.
¿Cómo hacer una fácil reaplicación de bloqueador?
El mejor protector solar será el que puedas usar de manera constante. Podría ser fácil obtener una botella de tamaño industrial de FPS 100 y decir que la vamos a usar a diario, pero cumplirlo, podría ser difícil, explicó la doctora Christenson. La verdadera clave para un uso constante es encontrar productos que funcionen bien en la piel y, lo que es más importante es que se sienta bien.
«No quieres algo que se sienta pegajoso o incómodo en la cara o el cuerpo. Y es que un solo protector solar podría no ser suficiente. Algunos protectores solares se sentirán mejor en el cuerpo, y otros funcionarán mejor y se sentirán mejor en la cara y el cuello», mencionó la médica estética.
Para que sea aún más fácil volver a aplicar el protector solar, se aconseja tener, en el bolsillo o mochila, botellas pequeñas de tus protectores solares favoritos, para tenerlos siempre a la mano.
«Es útil tener pequeños tubos de protector solar contigo porque puedes volver a aplicarlo en las manos después de lavarlas, o volver a aplicarlo en la cara y el cuello según sea necesario. Además, si usas maquillaje, ten un protector solar en polvo contigo para que sea más fácil», finalizó la especialista del Hospital Houston Methodist.
Foto: Flow