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Periodismo Narrativo | ¡Andreas, la música afrocubana y las búsquedas espirituales!

*Zakie Smeke 

22 de julio, 2024

Me encontré con Andreas, durante un paseo por la ciudad de Palermo, Sicilia. Después de visitar la villa, con la compañía de un guía e historiador del arte con el objetivo de admirar la arquitectura barroca, normanda y bizantina de sus iglesias. 

Descubrimos la Capilla Palatina que contiene el mejor estilo árabe-normando-bizantino que predominó en el siglo XII en Sicilia, en el interior del Palacio de los Normandos. Nos fuimos adentrando, poco a poco, en el mundo multicultural, medieval y gastronómico y al ambiente de sus mercados coloridos y ruidosos. De regreso al albergue, platiqué con Andreas, en español, debido a que él vivió en Cuba casi por veinte años.

– Andreas, qué gusto y gracias por platicar. ¿Qué se siente vivir en una ciudad como Palermo que refleja, como si fuera un salón lleno de espejos, todas las culturas legendarias que han pasado por ella y le han legado los rastros de sus lenguas y costumbres?

– Con gusto, nos responde Andreas. Sicilia es una tierra que ha sufrido mucho, pero la gente tiene siempre bajo la mano una guitarra. Emigré a Cuba a los veinte años y ahora que he retornado percibo mi entorno con una perspectiva diferente. Decidí regresar porque nació mi bebé y quiero que crezca cerca de la familia. Me estoy volviendo a enamorar de mi tierra. Me gusta mucho la cocina, disfruto de la naturaleza, puedes salir a tomar un helado por el puerto, hay muchas palmeras que dan sombra cuando hace mucho calor. La gente es muy amable. Pero, mi tema principal es la música. Soy percusionista de música afrocubana, flamenca y me encantan los géneros populares.

– Andreas, ¿Cómo fue tú encuentro con la música afrocubana? 

 – Mi familia es cristiana, pero muy joven, decidí emigrar de mi tierra. A los veinte años me fui en la búsqueda de profesores de música afrocubana. Primero conocí a un profesor percusionista italiano, increíble. Él es Giovanni Imparato, Batá, Ifá, Ilú, @giovanniimparato. Es un músico percusionista, compositor, santero, sacerdote, babalawa, cantante y docente, que figura entre los principales expertos italianos de la herencia afrocubana. A partir de la cual sincretiza su propia estructura de referencia musical, existencial, cultural y religiosa. Él toca en Roma, en Nápoles y en Génova.

– ¡Qué interesante y qué privilegio ser su discípulo y estudiar con él! Me percato de que yo no conozco el tema de la santería por lo que me parece muy interesante todo lo que nos cuentas acerca de esta popular religión cubana.

– Andreas, ¿Qué significado le das a tocar los tambores y la música afrocubana y española?

– Para mí, tocar percusiones significa hacer un trabajo profundo con uno mismo. Siendo músico, la santería me impulsó a tocar los tambores porque es a través de peticiones, de ritmos, cantos y danzas como te empujan a abrirte a tu interior. Si los tambores están consagrados, te conectan espiritualmente, entonces realizas un proceso de crecimiento personal, tal como podría ser un proceso de psicoanálisis, pero este es a través de la música.

– ¿Qué situaciones te condujeron a indagar en lo espiritual y trabajar con tu interioridad?

– Buscaba salir de dolores de mi vida, de mi infancia, de lo que te ha hecho daño, de las cosas que te suceden con las relaciones con el mundo y que te pueden llevar a sufrimientos. Quería superarme y crecer con el mundo. Para mí la música es claramente el medio de sanar.

– ¿Por qué la santería continua siendo una religión tan popular en Cuba y otros países en la actualidad?

– La santería es una religión que acoge a las personas y no cuestiona la sensualidad o el erotismo o la vida sexual de la gente. Intenta apoyar a la gente a resolver sus conflictos personales. Si pensamos que la gente en las grandes ciudades vive con mucha incertidumbre, entonces recurrimos a todo lo que pensemos que nos va a ayudar, incluso a la magia siempre y cuando pensemos que satisface la necesidad humana de vivir con esperanza.

– Andreas, ¿Qué grupos o artistas nos recomiendas?

– Los muñequitos de matanzas es un grupo de música afrocubana (rumba) que se creó en 1952 y tuvo su primer LP en 1956. Es el grupo de rumba más aclamado y cuenta con una larga trayectoria de casi setenta años pasando de generación en generación.

– ¿A qué otros grupos sigues?

– Me he aplicado en géneros musicales específicos. En el barrio de la Marina de Matanzas tocan el Grupo Columbia del Puerto y la Agrupación Afrocubana Guaguancó. Estos grupos profundizan en las raíces y en las tradiciones africanas llevadas a Cuba por los esclavos. El universo musical cubano es amplísimo. La rumba, el son, las orquestas, el bolero. Me gusta la música popular porque sus raíces surgen de la liturgia del folklore. 

– ¿La percusión afrocubana ha sido una de las principales ramas que la música cubana ha desarrollado en la isla, qué instrumento de percusión tuvo su origen en Cuba?

– Las congas (o tumbadoras) que son instrumentos membranófonos porque producen sonido por medio de la vibración de una membrana o cuero. Por ejemplo, el bombo es un membranófono de golpe directo cuyo sonido se extrae al golpearle con un percutor de madera.

– ¿Andreas, a grandes rasgos, cuáles son los ritmos afrocubanos fundamentales? 

– El mambo, el bolero, el chachachá, la rumba que surgen de los tradicionales ritmos como son el danzón, la guaracha y guajira. La Orquesta Aragón, agrupación popular cubana fundada en 1939, cuya música es en formato de charanga. Richard Egües, fue el flautista y compositor que le dio una sonoridad única durante más de treinta años a la famoso orquesta de Aragón.

– Andreas, qué tema tan interesante. Investigando un poquito, para sumar a tus aportaciones, te comento que me encontré con el libro de Mililián Galis, Gali, La percusión en los ritmos afrocubanos y haitianos cubanos, Ediciones Caserón, 2017. El autor dedicó su vida al estudio del tambor en Cuba. Otra recomendación imperdible entre tantas otras que se pueden encontrar, vale citar a Pierre Verger. Él fue fotógrafo, etnógrafo, autodidacta y babalawo, título yoruba para nombrar a los sacerdotes, brujos o hechiceros afrocubanos quien dedicó la mayor parte de su vida al estudio de la diáspora africana: la trata de esclavos, las religiones de base africana del nuevo mundo y el flujos culturales y económicos resultantes desde y hacia África. En México, el museo de Antropología presentó la exposición, Pierre Verger en México, Con los pies en la tierra, (julio a septiembre de 2019). La exposición fue muy generosa, impresionante. Verger tuvo acceso a las tradiciones orales yorubas y afirmó que Changó, como todas las otras deidades de la santería o del candomblé brasilero, nombre de la santería cubana haitiana y de otros lugares del continente americano.

– Andreas, ¿Cuál ha sido tu vinculación con Changó una de las deidades más importantes de la santería cubana y venerado en la religión yoruba que tuvo su origen en Nigeria, África?

– En La historia de mi cuento, en ese largo viaje de mi vida, encontré una foto de cuando era pequeño donde estoy vestido de árabe y tocando una percusión y para mí ese destino se ha cumplido. Nací en Palermo, Sicilia un 4 de diciembre 1986. Nacer ese día fue como una profecía porque la fecha se corresponde con el nacimiento de Changó.

En la religión cristiana se sincretiza con Santa Bárbara. Changó se representa como el dios del tambor, de la fuerza, de la virilidad, de los rayos, de los truenos, de grandes cargas eléctricas y del fuego. Es viril y atrevido, violento y justiciero; castiga a los mentirosos, a los ladrones y los malhechores. Apoya a la humanidad y la enseña a tener éxito en la tierra. 

– Andreas, para terminar con este tremendo recorrido musical, dinos, tú donde te presentas?

– Yo ahora estoy en Palermo y aquí me presento. Estoy introduciendo la música afrocubana, flamenca y popular en Sicilia con el objeto de propiciar el desarrollo de lo espiritual, a través de los ritmos, los tambores, y la danza. 

*Zakie Smeke, Doctora en Humanidades, psicoanalista y maestra en periodismo.

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