Por Eloy Salmerón Díaz
Los Morenistas resentidos, rencorosos, abusivos y oportunistas, minaron la confianza y la solidaridad nacional e internacional con la que contaba México cuando sufría por los desastres naturales.
Con la destrucción provocada por el huracán Otis, los Morenistas abusaron de la buena fé y del altruismo de todos, cuando a nombre de Morena y de sus líderes, se apropiaron de los apoyos y los repartieron con lista en mano para sus fieles como donaciones de su partido Morena o de sus gobiernos.
Hasta antes de la destrucción de Otis y previo al robo y la partidización Morenista de los apoyos, ante cualquier desastre natural en México, de inmediato se conocía la cooperación de EEUU, de los países vecinos y de los organismos nacionales e internacionales en apoyo a México y sus damnificados.
Después del huracán John, y como todos se han dado cuenta, ya no se han visto trailers arribando al puerto de Acapulco con donaciones, y tampoco voluntarios repartiendo sus apoyos en las avenidas y calles de Acapulco, como sí sucedió después del Otis.
El que no estén llegando las donaciones nacionales e internacionales, de los gobiernos o de los organismos autónomos, es un claro ejemplo del desprecio por el pillaje, robo y abuso efectuado por los Morenistas, con las donaciones del pasado.
Parece cosa menor la desconfianza generada por los abusivos y oportunistas hacia México, pero es algo realmente grave, porque en el futuro y ante los desastres naturales, como lo son los huracanes y sismos, los damnificados Mexicanos tendrán que sobrevivir como les sea posible, porque con el actual gobierno, como se ha visto, no tendrán los apoyos necesarios para reparar los daños y las pérdidas de su patrimonio, más cuando apenas en marzo del presente año, la mayoría Morenista en el Congreso de la Unión, aprobó una Reforma a la Construcción, para obligar a los Estados y Municipios hacerse responsables de los gastos por los daños generados en los desastres naturales.
Así de grave es la crisis que vivirá México en el futuro, la desconfianza del exterior, la falta de un fondo de apoyo para los damnificados y el recorte del presupuesto a los Estados y Municipios, y más, sin presupuesto para la modernización y reparación de las carreteras federales, Estatales y las carreras alimentadoras.
Con Morena, nos encaminamos no sólo en el dicho, sino en los hechos, al tercer mundo.
