La construcción en México es una actividad de gran relevancia para la economía, con una participación del 6% en el PIB en 2023 y la generación de más de 8 millones de empleos. Sin embargo, este predominio trae consigo un reto crucial: la sostenibilidad.
La sostenibilidad en la construcción es un enfoque que busca crear edificaciones que sean respetuosas con el medio ambiente, social y económicamente viables a lo largo del tiempo. Esto implica no sólo pensar en el impacto ambiental durante la fase de construcción, sino también durante toda la vida útil del edificio, desde su uso diario hasta su eventual demolición o reutilización de materiales.
Quienes formamos parte de la industria de la construcción tenemos una responsabilidad más grande que el resto, ya que este sector contribuye al 37% de las emisiones globales, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Y no solo eso: según el informe “Edificios verdes: Construcción sostenible en los mercados emergentes” de la Corporación Financiera Internacional (IFC), parte del Grupo Banco Mundial, se estima que las emisiones globales provenientes del sector de la construcción podrían incrementarse un 13% para el año 2035 si no se adoptan nuevas medidas de adaptación y mitigación.
Estrategias de impacto para el impacto en el entorno
Al momento de diseñar un edificio con un enfoque sostenible, es fundamental tener en cuenta diversas estrategias que pueden influir en su desempeño y en su impacto en el entorno. Algunos de los principales factores a considerar son:
- Orientación y diseño pasivo: La orientación del edificio y la distribución de sus espacios pueden influir en la entrada de luz natural, la ventilación cruzada y el aprovechamiento de la energía solar, reduciendo así la necesidad de sistemas artificiales de iluminación y climatización.
- Eficiencia energética: Incorporar materiales y tecnologías que reduzcan el consumo de energía, como sistemas de iluminación LED, aislamientos térmicos, paneles solares y equipos eficientes, contribuye a disminuir la huella ambiental del edificio.
- Gestión del agua: Implementar sistemas de captación de agua de lluvia, reutilización de aguas grises y tecnologías para reducir el consumo de agua potable permite conservar este recurso tan importante y reducir el impacto ambiental del edificio.
- Selección de materiales: Optar por materiales de construcción sostenibles, reciclados o locales, con bajo contenido de sustancias tóxicas, contribuye a reducir la generación de residuos, las emisiones de carbono y el impacto ambiental asociado a la extracción y fabricación de materiales.
- Integración de tecnologías verdes: en proyectos arquitectónicos es una de las formas más innovadoras de reducir el impacto ambiental de los edificios. Desde sistemas de energía solar y eólica hasta techos verdes y sistemas de recolección de aguas pluviales, las posibilidades son infinitas.
“La construcción sostenible no es algo del futuro, es una realidad en constante evolución. En la actualidad, podemos observar tendencias emergentes que buscan maximizar la eficiencia energética de los edificios, reducir su huella de carbono y fomentar la integración de zonas verdes en los espacios urbanos. La utilización de materiales ecoamigables, la implementación de sistemas de reciclaje de agua, el uso de energías renovables y la apuesta por la reutilización de estructuras existentes son solo algunas de las prácticas que están ganando terreno en el mundo de la construcción”, concluyó Francisco Tijerina, Director de Desarrollo de Negocios en ESCALA.