
La Ciudad de México es declarada como territorio libre de producción de maíz transgénico o genéticamente modificado y presentó un plan de once acciones para proteger y ampliar la producción de maíz nativo y sus más de 60 variedades en coordinación con el gobierno federal.
El plan consiste en la firma del decreto que declara a la capital libre de maíz genéticamente modificado, así como el reconocimiento del maíz como patrimonio biocultural de la ciudad que consiste en la protección de su variedad genética y el fortalecimiento de su producción.
Asimismo, se destacó el establecimiento de tortillerías comunitarias de maíz nativo en las Utopías, que venderán el kilo de tortilla a costo accesible a la población, así como la creación y el fortalecimiento de cuatro casas de semillas, y aumentará -este año- 15% la producción de maíz nativo.
Entre las acciones a realizar se destacó la realización en el Zócalo de la feria de la agrobiodiversidad y del maíz. Creará rutas agroturísticas de la milpa para diversificar los ingresos económicos de los productores y acercar el campo con toda la ciudad.
También será impulsado un laboratorio de análisis molecular para muestreo y análisis de transgenes y un banco de germoplasma, y finalmente dijo que fortalecerá el programa Altepetl en beneficio de las y los productores, así como una alianza estratégica con consumidores y cadenas de distribución para promover la compra del maíz nativo y productos derivados.
Al reconocer al productores de los pueblos originarios, el gobierno de la ciudad reconoció al maíz le debemos nuestro desarrollo y cultura como país, y la defensa del maíz, realmente representa la defensa del país y de la soberanía nacional, de manera que su protección debe ser una prioridad nacional. «Del maíz tomamos fuerza para combatir históricamente los embates de los enemigos y también para edificar nuestra ciudades».