
CULIACÁN, Sin.- La violencia que vive Sinaloa desde hace casi tres meses por fin colmó la paciencia de sus habitantes, quienes este jueves realizaron nutrida e intensa movilización para exigir justicia por el asesinato de Alexander y Gael Sarmiento Ruiz, y la renuncia del gobernador Rubén Rocha Moya.
La convocatoria de ciudadanos tuvo buena respuesta. La movilización inició en la Escuela Primaria Sócrates Matutina, donde Alexander, de 9 años era estudiante, mientras que su hermano, Gael, de 12 años, era egresado del mismo plantel, quienes, junto con su padre, Antonio de Jesús Sarmiento y un tercer hermano, fueron víctimas de un ataque armado, ocurrido el pasado 19 de enero.
Los manifestantes llegaron al Ayuntamiento de Culiacán, donde colocaron un altar por los hermanos y su padre, para posteriormente dirigirse al Palacio de Gobierno donde los enojados culichis rompieron los cristales para poder acceder a otros niveles y llegar al tercer piso del edificio, donde se ubica la oficina del gobernador Rubén Rocha Moya, sin importarles la presencia de elementos de seguridad.

Los participantes en esta movilización compartieron videos , tanto de la nutrida marcha como del momento en que ingresaron al Palacio de Gobierno para exigir justicia por los hermanitos Sarmiento Ruiz.
Vestidos de blanco, con mantas en las que expusieron su repudio al gobierno de Rocha Moya, con globos blancos y cartulinas con la leyenda “Con los niños no”, los manifestantes dejaron claro que ya están cansados de la violencia y la falta de respuesta del gobernador morenista, Rubén Rocha Moya.

En un video se puede observar que los enojados manifestantes destruyeron mobiliario de las oficinas, perforaron una pared, en un intento por llegar a la oficina de Rocha Moya y obligarlo a que los escuchara, lo que no sucedió pues el gobernador no tuvo el valor de atender a quienes apenas hace unos años, les pidió el voto y les prometió un mejor Sinaloa.
De acuerdo a fotos que difundieron los manifestantes, en el piso del Palacio de Gobierno le escribieron con sangre un mensaje al gobernador, en el que le piden que renuncie.
