
CAJEME, Son.- Solo quien ha perdido un hijo sabe lo que es contener las lágrimas y convertir el dolor en valor para buscar a ese ser querido que cargó en las entrañas y que manos criminales le arrebataron.
Silvia Velázquez es una de esas valientes madres que han dedicado años de su vida para buscar a un hijo, una hija, que un día salieron del hogar y nunca regresaron.
Armadas con sus manos y unas cuantas herramientas, las madres buscadoras recorren calles, lotes baldíos, rancherías y lugares inimaginables en busca de una pista que las lleve al lugar donde sus amados hijos fueron abandonados por sus captores.
Durante seis años, Silvia lideró el colectivo Madres Buscadoras de Cajeme, pero en estas semanas sus fuerzas llegaron al límite y anunció que se retira de la búsqueda. No sabe si el retiro es definitivo o temporal.
Luego del hallazgo de los crematorios clandestinos en un rancho en Teuchitlán, Jalisco, se mencionó que el impacto de los cuerpos y diversos artículos pertenecientes a las víctimas era la razón por la que Silvia había tomado esta decisión, pero ella aclaró que no participó en este hallazgo.
Compartió que su retiro es por motivos personales, que desea descansar “porque el desgaste físico, emocional y económico que significa la búsqueda ha sido demasiado”, por lo que por ahora las búsquedas se suspenden mientras se reorganizan.
Abundó: “Yo no descansaba, siempre salía puntual y a veces hasta me iba sola… pero hoy fue muy difícil… hoy tuve un ataque emocional, y necesito alejarme para pensar en si quiero y puedo seguir haciendo esto… haré entrega de todo y espero pronto, el grupo se vuelva a formar fuerte y firme…no se cuánto tiempo me voy… pero sé que debo irme”.
Silvia Velázquez Rodelo estuvo al frente de las Guerreras Buscadoras desde 2019, participando en los primeros hallazgos de fosas clandestinas en Cajeme, Guaymas y San Ignacio Río Muerto, en Sonora.
Fotos: Especial