Icono del sitio DE REPORTEROS

Habría déficit mundial de 10 millones de médicos en 2030, revela Saint Luke

*Los simuladores clínicos ayudan a formar más y mejores profesionales de salud

*Si no repensamos cómo formamos a los médicos, el sistema no resistirá: Lifshitz

JUAN GARCÍAHEREDIA

En 2030 se prevé un déficit de más de 10 millones de trabajadores sanitarios en el mundo, ante lo cual el modelo clásico de formación médica es insuficiente, según informes de la escuela de medicina Saint Luke, la cual destaca la importancia de incorporar tecnologías como la simulación clínica para formar a más profesionales de la salud.

La simulación médica, apoyada por diferentes avances tecnológicos, entre ellos la inteligencia artificial, ha avanzado, señala esa institución al hacer referencia al uso de simuladores sintéticos de un cuerpo humano como los modelos SynDaver hechos de polímeros.

Gracias a los simuladores clínicos, los médicos en formación pueden vivir escenarios tan realistas como atender a un paciente en paro cardíaco o enfrentar un choque anafiláctico. El paciente simulado puede agravarse, complicarse o “morir” durante la práctica. Pero lejos de ser un error irreversible, es una oportunidad para aprender sin consecuencias trágicas, conforme a datos de Saint Luke, institución incorporada a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

“La simulación permite que el estudiante se equivoque, reflexione y corrija en  tiempo real. Ese ciclo de ensayo-error, que antes ocurría con pacientes reales, hoy puede vivirse en un entorno seguro y controlado”, señala el doctor Alberto Lifshitz Guinzberg, médico internista y asesor académico de Saint Luke. “Eso no sólo mejora la preparación técnica: también fortalece el juicio clínico y la capacidad de tomar decisiones bajo presión”.

En base a Saint Luke, este enfoque cobra relevancia en un momento crítico para los sistemas de salud. Según el informe “El latido de la salud” del Instituto de Salud McKinsey, se prevé un déficit de más de 10 millones de trabajadores sanitarios para 2030 a nivel global. Por su parte, el Índice de Salud Futura de Philips revela que en 2024 tres de cada cuatro líderes de hospitales reportaron retrasos en la atención debido a la escasez de personal, y más de la mitad de los países encuestados registraron esperas de hasta dos meses para una cita con un especialista.

“Estamos frente a una tormenta perfecta: una población que envejece, una demanda creciente de servicios y una fuerza laboral que no está creciendo al mismo ritmo. Si no repensamos cómo formamos a los médicos, el sistema no va a resistir”, agrega Alberto Lifshitz.

Así pues, la incorporación de tecnologías de simulación que permiten la práctica continua, no solo mejora la calidad de la enseñanza médica, sino que se vuelve una respuesta concreta a una necesidad global: formar más y mejores profesionales de la salud, preparados para actuar con precisión desde el primer día, de acuerdo con la escuela de medicina.

Foto: Cortesía

Salir de la versión móvil