Sebastián Godínez Rivera
La Universidad de Buenos Aires publicó un estudio sobre las creencias de los y las argentinas en relación a temas como la democracia y el poder presidencial. Considero que es un estudio relevante, puesto que en medio de un mundo en proceso de autocratización, ensanchamiento del poder presidencial y la predominancia del iliberalismo, este documento marca pautas relevantes en torno a la democracia.
El país sudamericano vivió una de las dictaduras más sangrientas del siglo XX, lo cual marcó un patrón en su cultura política, los argentinos muestran un alto nivel de apoyo a la democracia electoral y liberal. La primera se caracteriza por la capacidad de celebrar elecciones limpias, integras, seguras y transparentes que permiten la transición pacífica del poder o la retención de este, mientras que la segunda, está relacionada con la división de poderes, respeto a los derechos humanos y el ejercicio del poder.
Por ejemplo, en la pregunta qué tan importante es para usted la democracia, los resultados arrojaron el 9.3, lo cual es una calificación alta respecto a otros informes que analizan el apoyo a la democracia. En proyectos como Latinobarómetro, donde la democracia cada vez pierde más apoyo, este informe de la UBA enfocado en Argentina muestra otro rostro de la cultura política y la percepción.
Argentina es un caso relevante puesto que tras haber vivido bajo gobiernos militares la mayor parte de su historia, sigue mostrando un amplio apoyo a la democracia. Cabe destacar que los estudios centrados en percepciones están marcados por la simpatía que las personas sienten hacía un personaje o partidos político, pero esto no les quita seriedad.
En la pregunta ¿Qué tan democrático considera que es el país? Según simpatía política, se encontró que el 6.3% que se identifica con el peronismo percibe a su nación democrática; el 6.75% pertenece a Juntos por el Cambio; y 7.15% de acuerdo a los simpatizantes de la Libertad Avanza. Los peronistas perciben menos democrático al país, frente a la derecha macrista y los seguidores de Milei.
Incluso el estudio hace hincapié en “El apoyo a la democracia, entonces, se expresa más como un juicio sobre la experiencia reciente que como una valoración sistémica. No obstante, el consenso democrático como ideal sigue siendo amplio y estable.” (Pulsar UBA, 2025: 12). El debate respecto a la cultura política data desde que Almbond y Verba publicaron el texto The Civic Culture, estableciendo tres categorías para su clasificación: parroquial, súbdito o cívica.
En el estudio se menciona que el 85% considera que la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno, frente un 8% que respaldaría a un gobierno autoritario. Un dato relevante, puesto que otras naciones como Ecuador, Brasil o Paraguay de acuerdo a Latinobarómetro respaldarían a gobiernos autoritarios, mientras que en la praxis, naciones como México y El Salvador, consideran que sus líderes autoritarios, son democráticos, luego entonces, esto se traduce en un apoyo a la democracia.
Incluso en comparación con los años 2023 y 2024 donde el apoyo a la democracia osciló entre el 73% y el 81%, este creció en 2025 hasta el 85%. Esta variable es medular para la explicación no sólo de la cultura política, sino del desarrollo de la Ciencia Política en dicho país. Argentina es conocida por ser cuna de uno de los grandes transitólogos como Guillermo O´Donnell, sus aportes no solo marcaron a la política comparada, sino que cambiaron la forma para estudiar los regímenes políticos autoritarios.
Los estudios de O´Donnell y su asociación con otros transitólogos como Lawrence Whitehead o Phillip Schmitter no son solo textos del siglo pasado, sino que construyen una ventana de análisis para el mundo cambiante que vivimos. Hago hincapié en este autor, porque sus estudios no solo se enfocaron en las transiciones a la democracia, sino en el estudio de las reglas de los sistemas políticos; en el informe UBA hay preguntas relacionadas a esto.
Argentina es uno de los países que desde el regreso a la democracia en 1983 ha estado marcada por sismos políticos como la renuncia de Fernando de la Rúa (1999-2001), el interinato de Adolfo Rodríguez Saá (2001) y la caída de Eduardo Duhalde (2002-2003). La inestabilidad política ha marcado a esa nación, pero la ciudadanía ha mostrado que su gusto por la democracia va más allá de los personajes que ocupen el poder.
Conforme a las afirmaciones: un gobierno democrático siempre debería terminar su mandato sin importar qué suceda, el 54% de los que se identifican con los peronistas concuerdan con esta oración. Frente al 67% de Juntos por el Cambio y la Libertad Avanza. Puesto que en estos temas la legitimidad y la constitucionalidad de los mandatos son variables a considerar.
Por otro lado, la afirmación si el gobierno democrático no da soluciones a la población deberían reemplazarlo antes de que termine el mandato, el 45% del peronismo concuerda, esto porque Néstor Kirchner llegó al poder, producto de la crisis política. Mientras que Juntos por el Cambio y la Libertad Avanza se posicionan en el 29% y el 31% respectivamente. Estos indicadores marcan pautas del comportamiento político.
Finalmente, en una serie de preguntas respecto a la división de poderes, instaurar un gobierno de excepción, construir consensos y decisiones judiciales son importantes. En el primer término 41% se opone a que el ejecutivo frene las decisiones del congreso; el 84% respalda las manifestaciones, a pesar de que el tema no sea de su agrado; y el 53% rechaza la posibilidad de instaurar un gobierno de excepción como Ecuador o El Salvador.
Los datos muestran que la ciudadanía es consciente de los efectos que pueden tener medidas que limiten derechos o propongan la mejora de la calidad de vida a cambio de suspender libertades. Quizá producto de la última dictadura, Argentina es de los países que tienen presentes los efectos de la mano dura y la acumulación de poder.
La división de poderes es clara, al punto que en un momento donde varias naciones dinamitan sus poderes judiciales, derivado de sentencias, los argentinos consideran que los fallos judiciales deben acatarse. En conclusión, este estudio realizado por la UBA es un cofre valioso para entender el devenir de la Argentina no solo desde ese país, sino para quienes nos dedicamos a la Ciencia Política, el estudio de la erosión democrática y los cambios en los sistemas políticos.
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