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Kymaia, un nuevo santuario junto al mar en la costa de Oaxaca

PUERTO ESCONDIDO, Oax.- A tan solo 30 minutos de Puerto Escondido, entre el susurro de las olas y el aroma de la selva oaxaqueña, se revela Kymaia: un oasis donde el lujo y la naturaleza se entrelazan en un delicado equilibrio. 

Su nombre, de origen sánscrito y significado femenino, evoca «milagro» o «maravilla», encapsulando la esencia de este lugar único. Ideado y concebido por el emprendedor Ezequiel Ayarza Sforza, Kymaia rinde homenaje a la vida que florece entre el mar y la tierra, donde el bienestar y la sostenibilidad se conjugan para brindar una experiencia que celebra la biodiversidad y la riqueza cultural de la región. 

Cada espacio ha sido diseñado para resaltar la belleza única de Oaxaca, invitando a los visitantes a sumergirse en un entorno que irradia serenidad y autenticidad. Aquí, la arquitectura se convierte en una extensión del paisaje autóctono, un juego de formas y texturas que se integran sutilmente con la inmensidad del océano.

La conceptualización de Kymaia enaltece el paraje natural. El hotel cuenta con 22 suites, cuidadosamente distribuidas para integrarse con la topografía del lugar. En las zonas más elevadas del complejo se encuentran las cuatro Ocean Front Suites, con vistas panorámicas al océano y una piscina privada que invita al descanso. Las otras habitaciones se agrupan en estructuras inspiradas en las pirámides prehispánicas. 

En la planta baja, las nueve Senior Suites, rodeadas de jardines que se fusionan con el horizonte, cuentan con vista parcial al mar y una piscina; en la planta superior, las nueve Junior Suites ofrecen vistas al océano y están equipadas con hot tubs para una experiencia de máxima relajación. A su vez, tres restaurantes, un spa, un Shala, y áreas comunes —como la piscina y los senderos— se integran de manera orgánica al lugar, favoreciendo una convivencia armónica entre arquitectura y medioambiente, invitando a la contemplación de los humedales y la exuberante vegetación circundante.

El diseño arquitectónico, a cargo del reconocido estudio mexicano Productora, se inspira en técnicas tradicionales de edificación, incorporando materiales como estucos, arcillas y maderas locales que evocan la calidez de la cultura oaxaqueña. Esta elección no solo obedece a criterios estéticos, sino también a un profundo compromiso con la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente. 

Los tonos arena y los acabados en madera logran un delicado balance entre lo rústico y lo sofisticado, creando una atmósfera que es, a la vez, elegante y acogedora. Cada estructura parece emerger de la tierra, rindiendo homenaje a las formas y colores de la vida silvestre. Kymaia brinda una experiencia sensorial que se adentra en la esencia de la vida. 

La regeneración paisajística ha sido uno de los pilares fundamentales del proyecto, lo cual se refleja en el diseño meticuloso de los distintos jardines: El Palmar, La Nopalera, El Humedal y El Guayacán, que recrean los ecosistemas propios de la zona. En El Palmar, las altas palmeras se mecen al compás del viento, creando un refugio de sombra y frescura que invita al descanso y la reflexión. La Nopalera celebra la resiliente belleza de las plantas desérticas, mientras que El Humedal y El Guayacán ofrecen un recorrido por la diversidad de flora y fauna, reconectando a los visitantes con el vibrante paisaje local.

La gastronomía en Kymaia es uno de los aspectos más destacables en el marco de la propuesta global de hospitalidad. Bajo la dirección del chef Eduardo García, los tres restaurantes —Septimus, Huachinango Bar y el restaurante subterráneo La Cueva, con su atmósfera íntima y mística— se transforman en escenarios donde cada plato narra una historia. La culinaria se inspira en ingredientes locales y en la riqueza de los sabores oaxaqueños, combinando técnicas ancestrales con un enfoque contemporáneo que resalta la frescura y autenticidad de la materia prima.

El bienestar integral es otro de los pilares que definen a Kymaia, con amplias áreas dedicadas a la relajación y la conexión personal. El Shala, un espacio impregnado de paz y serenidad invita a los visitantes a adentrarse en prácticas como yoga, meditación y Qigong, permitiendo que la energía fluya y se alinee de manera espontánea. Además, la oferta de actividades al aire libre, como el senderismo, los paseos en bicicleta y el surf, brinda una oportunidad única para explorar y descubrir la belleza del territorio. 

Cada detalle ha sido cuidadosamente seleccionado para ofrecer un viaje que nutre el cuerpo, la mente y el espíritu. Complementando la experiencia integral, se han incorporado detalles y amenidades provenientes de la sierra oaxaqueña, elaborados en los talleres de transformación comunitaria de Pueblo del Sol. 

En este espacio, alfareros, ceramistas, ebanistas, agricultores y apicultores son respaldados por una iniciativa de producción sostenible que, con el apoyo de Kymaia, busca construir una nueva realidad. La estancia invita a los huéspedes a descubrir proyectos de agricultura orgánica de café, vainilla, cacao y miel, así como oficios tradicionales como la alfarería, la carpintería y la cosmética natural.

La esencia de Kymaia —una palabra que en sánscrito y marathi significa «belleza y espiritualidad»— se refleja en cada detalle, celebrando la cultura y la biodiversidad de la exuberante costa oaxaqueña. Los sistemas de energía solar, el manejo responsable de residuos, son solo algunas de las características que demuestran el compromiso del hotel con la sostenibilidad y la innovación. 

Este enfoque hacia un lujo responsable revela el deseo de dejar una huella positiva en la comunidad y el entorno. Kymaia es un lugar donde la tradición y la modernidad convergen, invitando al viajero a ser parte de un sueño que palpita al ritmo de la naturaleza. En Kymaia, cada amanecer es una promesa de descubrimiento y cada anochecer, un recordatorio de la inagotable belleza del Pacífico mexicano. 

Las vivencias aquí van más allá de una simple estancia; son una invitación a desconectar del bullicio cotidiano y redescubrir el placer del equilibrio en un refugio donde el alma encuentra paz y el viajero, un hogar.

Acerca de Kymaia

A tan solo 30 minutos de Puerto Escondido, Oaxaca, se alza Kymaia: un oasis donde el lujo se entrelaza con el entorno natural en un delicado equilibrio. Su nombre, de origen sánscrito y significado femenino, evoca «milagro» o «maravilla», reflejando la esencia única de este refugio. Concebido por el emprendedor Ezequiel Ayarza Sforza, este hotel rinde homenaje a la vida que florece entre el mar y la tierra, fusionando bienestar y sostenibilidad para ofrecer una experiencia que celebra la biodiversidad y la riqueza cultural de la región. Bajo la dirección del reconocido estudio mexicano Productora, el diseño arquitectónico respeta y realza el entorno natural, con 22 suites exclusivas distribuidas en tres categorías: Ocean Front, Senior Suite y Junior Suite, que varían entre 51 y 74 m². Tres restaurantes, un spa, un shala y áreas comunes, como la piscina y senderos, se integran armónicamente con el paisaje, manteniendo una estética que equilibra la privacidad con la interacción social. La propuesta gastronómica, liderada por el chef Eduardo García, se destaca por su enfoque en ingredientes locales y sabores oaxaqueños. Los tres restaurantes—Septimus, Huachinango Bar y La Cueva—ofrecen experiencias culinarias que combinan técnicas ancestrales con un enfoque contemporáneo, resaltando la frescura y autenticidad de los productos de la región.

Fotos: © Onnis Luque Fotografía y cortesía de Kymaia

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