Sebastián Godínez Rivera
A lo largo de la historia el papel de las primeras damas o parejas de los jefes de estado ha estado relegado a un papel protocolario. Sin embargo, hay una rama importante de la Ciencia Política que se ha encargado en el estudio de ellas, por ejemplo, en las primeras damas de los Estados Unidos.
No obstante, en los autoritarismos estas mujeres tienen un papel preponderante, ya sea como símbolo de la familia tradicional, Carmen Polo y el General Francisco Franco; un rostro amigable con occidente como Asma al-Assad esposa del expresidente sirio, Bashar al-Assad; o para detentar el poder como Rosario Murillo quien es la copresidenta de Nicaragua junto a Daniel Ortega.
Empero, existen otras mujeres que no solamente brillan por ser un soporte del autoritarismo como Imelda Marcos en Filipinas; Elena Ceausescu de Rumanía; Dewi Sukarno de Indonesia; Jing Qing de China; o Grace Mugabe de Zimbabue. Todas ellas estuvieron casadas con algunos de los personajes más sanguinarios y megalómanos de la historia. Desde tiranos comunistas hasta propagandistas del terror pasando por grandes colecciones de ropa, surgidas de la represión y el exceso de poder.
Asia es un continente llegó de una gama de regímenes autoritarios, dictaduras socialistas como Vietnam, Camboya o Corea del Norte; partidos hegemónicos como en Singapur; democracias pretorianas como Myanmar o Tailandia; y autocracias electorales como Filipinas, Indonesia o Bangladesh. Sin embargo, algunas de estas naciones estuvieron marcadas por las mujeres y sus excesos que llegaron al poder en los albores de la descolonización.
En el archipiélago filipo en 1965 presenció el ascenso del senador Ferdinand Marcos a la presidencia de su país; Filipinas atravesaba una crisis económica y Marcos no contaba con la mayoría en el congreso para sacar adelante sus reformas. Optó por utilizar al ejército para presionar al congreso y lograr la reelección indefinida. Asimismo, en 1981 reformó la Constitución y se convirtió en presidente y primer ministro. Asimismo, creó el Ministerio de Asentamientos Humanos y la Embajada Extraordinaria y Plenipotenciaria de Filipinas, cargos que fueron ocupados por su esposa Imelda.
Imelda Marcos no solamente se sentía seducida por el poder, sino también por las joyas y los zapatos. La señora Marcos sentía una afición por los zapatos, al punto que existe un museo para esto; su calzado es una mezcla de marcas locales e importadas: pares de Ferragamo, Givenchy, Chanel, Christian Dior, Charles Jourdan y Bally, junto con marcas locales conocidas. Vienen en tacones altos, planos, sandalias, botas y pantuflas, muchos de ellos resplandecientes y todos en excelentes condiciones.
Asimismo, sus excesos se tradujeron en la compra de edificios en Estados Unidos, colecciones de joyas y decoraciones ostentosas, producto de la dictadura que ejerció su marido. En 1986 el poder se agotó para la familia Marcos, puesto que el Movimiento de Reforma de las Fuerzas Armadas comenzó a presionar al gobierno; la oposición se fortaleció y con apoyo de la Policía Nacional se fraguó un golpe de estado que lo depuso.
En la vecina Indonesia, en 1964 tras lograr la independencia de Países Bajos, el líder nacionalista, Sukarno estableció un sistema autoritario en el que, en medio de medidas extravagantes, intentó buscar un equilibrio entre las diversas fuerzas políticas y sociales con presencia. Lo llamó democracia dirigida, la cual se caracteriza porque los líderes están legitimados por elecciones, pero existen constantes desviaciones al autoritarismo.
La esposa del tirano, Dewi Sukarno, fue una de las primeras damas más llamativas del momento debido a su extravagancia para vestir y su gusto por la moda. A diferencia de Imelda Marcos, la señora Sukarno estuvo alejada de la política; en algunas ocasiones llegó a decir que el mote de dictador solo era para desprestigiar, pero era un gran dirigente. En otras ocasiones elogió el sistema de democracia guiada y declaró que “No se le puede dar el mismo peso al voto de un campesino, que a un director de un hospital; por tal razón no se puede dar el mismo peso al voto de todos”
En 1966 se depuso a Sukarno y Dewi se vio forzada al exilio; luego se casó con Francisco Paesa señalado de promover y vender armas a grupos terroristas. Dewi Sukarno se hizo conocida por su estilo glamuroso de vestir y su gusto por el arte; al punto que ella se desnudó y pintó su cuerpo para un libro artístico, el cual fue criticado por las y los indonesios.
En Asia continental, está China que transitó de ser un país agrario a uno industrializado desde 1949 cuando Mao Tse Tung se hizo con el poder. La dictadura socialistas impuesta por el Gran Timonel, como era llamado, cobró la vida de diez millones de chinos. Mao conoció a Jiang Qing en 1937, ella era actriz y quería participar en películas sobre propaganda comunista. El líder guerrillero estaba casado (por tercera ocasión), lo cual despertó incomodidad entre los otros líderes comunistas; Mao y Qing hicieron un acuerdo de que ella se mantendría lejos de la política.
Luego del fracaso del “Gran Salto Adelante” (1958-1962) cuando Mao intentó industrializar China, surgió la Revolución Cultural encabezada por Jiang Qing, en la que se llamó a una purga de los líderes comunistas que traicionaron la revolución. En ese periodo se cerraron escuelas y universidades y millones de estudiantes se unieron a los Guardias Rojos, como se conoció al grupo de jóvenes militantes que aterrorizaron a educadores, intelectuales, y cualquier persona de autoridad considerada “contrarrevolucionaria”.
Asimismo, se impulsó el arte revolucionario, las famosas óperas revolucionarias, en las cuales se escenificaban disputas de campesinos y obreros contra burgueses o japoneses. En 1976 tras la muerte de Mao se ordenó su detención y fue acusada de ser la mente maestra detrás de la violencia durante la Revolución Cultural. Sin embargo, Qing fungió como chivo expiatorio, puesto que reconocer sus crímenes era manchar la imagen del líder.
Finalmente, las esposas de tiranos no son tan irrelevantes como se ha pensado, al contrario, fungen como depositarias del poder y pilar del régimen. El autoritarismo con rostro de mujer está revestido por joyas, marcas y glamour; en otros casos la retórica revolucionaria fue el vehículo para consolidar poder y borrar a los enemigos del mapa.
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Para DeReporteros