*Esto fue en 2024; el elevado consumo de azúcares es alto factor de riesgo
JUAN GARCÍAHEREDIA
En 2024 se registraron 192 mil 563 muertes por enfermedades del corazón en México, reveló la organización civil El Poder del Consumidor al exigir que sean reforzadas las políticas de salud pública para enfrentar la creciente carga de enfermedades cardiovasculares en el país, las cuales están muy vinculadas al consumo excesivo de bebidas azucaradas.
En el marco del Día Mundial del Corazón, el 29 de octubre, la agrupación subrayó que las enfermedades del corazón no surgen de manera aislada, sino como resultado de múltiples factores de riesgo que convergen y se potencian entre sí. Entre ellos se encuentran una alimentación poco saludable, caracterizada por un alto consumo de azúcares, sodio y grasas saturadas, así como el sedentarismo que eleva hasta en un 30 por ciento el riesgo de muerte prematura.
En este contexto, el consumo de refrescos en México es elevado, ya que se registran 163 litros por persona al año, lo que se convierte en un detonante clave de la crisis sanitaria o salud cardiovascular de México, de acuerdo con El Poder del Consumidor.
El investigador del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública, Ismael Campos, señala en un comunicado de esa organización que “el consumo de bebidas azucaradas no solo incrementa el riesgo de obesidad y diabetes, sino que también tiene un impacto directo en la salud cardiovascular».
«Cada litro de refresco que se consume de manera habitual aumenta la probabilidad de hipertensión y enfermedades del corazón, condiciones que hoy son la principal causa de muerte en México”, alerta.
“El Día Mundial del Corazón nos recuerda la urgencia de enfrentar a uno de los principales factores de riesgo: las bebidas azucaradas”, señaló Jorge Vargas, de la campaña de Salud Alimentaria en El Poder del Consumidor.
El Poder del Consumidor puntualiza que el Día Mundial del Corazón es una oportunidad para reflexionar sobre la necesidad de fortalecer las políticas públicas que reduzcan el consumo de bebidas azucaradas y promuevan entornos alimentarios más saludables.
«Entre las acciones prioritarias están incrementar la tasa del impuesto al menos de un 20 por ciento en bebidas azucaradas, lo que equivaldría a alrededor de siete pesos por litro en promedio, considerando ajuste anual por inflación, en línea con las recomendaciones internacionales. Además, de reforzar el etiquetado frontal de advertencia, restringir la publicidad dirigida a niñas, niños y adolescentes y garantizar la correcta implementación de escuelas libres de comida chatarra», puntualiza dicha organización.
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