Declaración de Siegfried Mureșan, presidente de la delegación del Parlamento en la Comisión de Asociación Parlamentaria UE-Moldavia, tras las elecciones parlamentarias celebradas en Moldavia el 28 de septiembre.
La victoria proeuropea de Moldavia es una lección para toda Europa sobre cómo derrotar la injerencia rusa. A pesar de los esfuerzos sin precedentes por manipular las elecciones, tanto durante la campaña electoral como el día de las elecciones, el proeuropeo Partido de Acción y Solidaridad (PAS), fundado por la presidenta Maia Sandu, obtuvo una mayoría absoluta sobre sus oponentes prorrusos en las elecciones parlamentarias celebradas el domingo.
En las últimas semanas, Rusia y los líderes prorrusos movilizaron recursos sin precedentes —superando el 1% del PIB de Moldavia— para financiar ilegalmente a partidos prorrusos, difundir desinformación, manipular a la opinión pública y sobornar a los votantes.
Los proeuropeos ganaron a pesar de toda esta injerencia porque cumplieron con las expectativas de la gente, evitaron promesas populistas vacías y se negaron a formar coaliciones de compromiso con el «mal menor»: antiguos políticos prorrusos que de repente afirman ser proeuropeos.
Sin embargo, Rusia no se detendrá aquí. Continuará sus intentos de influir en las elecciones en toda Europa y atacar nuestras democracias.
Pero Moldavia ha demostrado que con trabajo duro, la victoria es posible. Una vez formada una nueva mayoría proeuropea, debemos actuar con rapidez, impulsando la integración europea de la República de Moldavia, de acuerdo con la voluntad popular y el impulso reformista generado por este triunfo proeuropeo.
Moldavia y su pueblo solo estarán verdaderamente a salvo de la injerencia rusa cuando el país se convierta en miembro de pleno derecho de la Unión Europea.
En la foto: Siegfried Mureșan
Foto: Tomada de X