Por Daniel Rodríguez Rosales
Entrar a la exposición Tim Burton Laberinto es como entrar a la cabeza del autor, ver desde su perspectiva el mundo y convivir con los personajes, aunque no es para cualquiera, porque su mundo es una serie de caminos donde te puedes perder en su locura.
Aquí podrás acercarte a cada uno de sus personajes, donde hallarás que la estética no está peleada con lo sobrenatural y que en la cabeza de cada uno puede lograrse un mundo a placer.
Así lo entendió Tim Burton en su formación como dibujante, fotógrafo y pintor, sitios donde descubrió que el mundo puede ser como uno lo imagina y romper con las delgadas líneas que dividen la realidad con lo paranormal.
Por ello es que el estilo de Tim Burton ha logrado conectar con un amplio público en creaciones cinematográficas como Beetlejuice (1988), Batman (1989), El joven manos de tijera (1990), El extraño mundo de Jack (1993), Charlie y la fábrica de chocolate (2005)
Otros trabajos son El cadáver de la novia (2005), Alicia en el país de las maravillas (2010) o Merlina (2022), que hizo para Netflix y cuya aceptación exige una segunda parte.
Pero, cuidado, no pronuncies tres veces la palabra Beetlejuice o te verás envuelto en un mundo donde el terror se combina con un simpático personaje que no te soltará.
Y si por casualidad te encuentras con el Sombrerero Loco, cuidado porque sus preguntas pueden ser una trampa.
Y si lo tuyo es el dulce cuida de no resbalar al río de chocolate. Si crees poder recorrer este laberinto sin perderte entonces esta exposición es para ti en Avenida Constituyentes 500.
foto: Vanessa Pineda Mendoza.