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África y sus (eternos) gobiernos provisionales

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Sebastián Godínez Rivera

Los gobiernos provisionales se caracterizan porque fungen como un puente entre un régimen anterior y uno nuevo. Asimismo, pretenden recuperar la gobernabilidad, moldean instituciones, construyen acuerdos y tienden al reformismo del régimen. Otro elemento es que no ejercen el poder durante un tiempo definido, es decir, no tienen un mandato fijo como los gobiernos electos democráticamente.

Sin embargo, África tiene una serie de mal llamados gobiernos provisionales que han roto con la lógica conceptual; sobre todo, porque bajo el argumento de la reestructura de las instituciones han sometido las libertades. Este continente se ha caracterizado por su inestabilidad, constantes golpes de estado y olas de violencia. Cabe destacar que han sido principalmente los gobiernos militares los que han dado paso a este tipo de gobiernos.

Sobre todo porque durante la segunda década del siglo XXI se han suscitado diversos golpes de estado, en la región del África francófona. Un cinturón de militares se han instalado en el poder; Malí, Guinea, Níger, Burkina Faso, Chad, Sudán, Gabón y la isla de Madagascar actualmente son gobernados por militares. Mientras que Libia y Zimbabue también pertenecen a la categoría de países con gobiernos provisionales.

No obstante, todo el cinturón golpista se caracteriza porque se jactan de formar gobiernos que regresarán la seguridad, reconstruirán las instituciones y traerán progreso. Por ejemplo, Burkina Faso es comandada por el capitán Ibrahim Traoré quien ha prometido combatir a los grupos terroristas del país, incentivar el crecimiento económico y consolidar la independencia de Francia.

Traoré ha formado un gobierno provisorio, sin embargo, entre sus principales decretos abolió la Comisión Electoral Independiente por considerarla un gasto innecesario. También cambiará el uso de togas por vestimenta típica para los jueces, símbolo de la ruptura con Francia y su moda “hegemónica”. Ha incumplido sus promesas, puesto que propuso elecciones en mayo de 2024, no obstante, las pospuso hasta 2029 bajo el argumento de que no hay condiciones para comicios libres.

Abolir el órgano electoral y posponer el periodo de transición es una excusa que otros personajes de la región han utilizado para mantenerse en el poder o hasta que haya otro golpe de estado. Mamady Doumbouya ejerce el poder absoluto de Guinea desde 2021 cuando concretó un golpe de estado; de acuerdo al ejército las instituciones republicanas habían sido carcomidas por la corrupción y tenían que refundar el estado.

Cuando fue juramentado como presidente interino, no se estableció la duración del mandato lo cual genera incertidumbre. Una característica de las administraciones provisorias es que tienen una fecha establecida, en Guinea no fue así. En una carta redactada por Doumbouya se prometen elecciones libres, una nueva constitución, la devolución del poder a los civiles y que ningún militar se presentará a los comicios.

En el vecino Mali, el general Assimi Goïta, ejerce el poder desde el 2021 luego de que la Corte Constitucional lo designó presidente debido a la dimisión del ejecutivo en turno, que llegó por un golpe de estado. Sin embargo, desde 2020 Goïta encabezó un comité de militares rebeldes que aspiraban a un cambio de régimen; se nombró a Ban NˋDau como presidente y al general en la vicepresidencia.

El 28 de mayo el ejecutivo fue detenido, Goïta asumió la titularidad del país, luego de que la Corte emitió un acta transicional en la que estableció “el actual vicepresidente de la transición ejerce las funciones, atributos y prerrogativas de presidente de la transición para conducir el proceso a término y llevará el título de presidente, jefe de Estado”. Esto ha generado incertidumbre puesto que al igual que en Guinea no se estableció un cronograma de la transición, solo se estipuló que puede durar hasta cinco años.

En 2025 la autocratización se hizo presente, puesto que Goïta prohibió los partidos políticos y el congreso le concedió la facultad de reelegirse, sin la necesidad de presentarse a elecciones. Mientras tanto en Níger, Abdourahamane Tchiani, se hizo con el poder en 2023 y encabezó hasta 2025 el Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria. Llegó al poder por un golpe de estado bajo el argumento de que el entonces presidente planeaba removerlo de su cargo.

Un paralelismo con el dictador ugandés, Idi Amin Dada que se hizo con el poder porque el primer ministro Milton Obote lo vio como una amenaza. Tchiani dijo que se vio en la necesidad de tomar el poder porque el presidente estaba ocultando la dura realidad del país. Ocupará el cargo hasta cinco años; lamentablemente para este país no es nuevo el asalto al poder, puesto que desde su independencia en 1960 ha sufrido 7 golpes de estado.

Mahamat Déby Itno es el presidente de Chad, asumió el mando tras el asesinato de su padre en 2021 y es cabeza del Consejo Militar de la Transición. Sin embargo, tiene un largo historial en socavar elecciones y reprimir a la población. En 2022 se pospusieron los comicios lo que despertó grandes protestas; el gobierno culpó a los manifestantes y los reprimió dejando 200 muertos.

Tiene el apoyo de Francia, durante el funeral de su padre, el presidente galo Emmanuel Macron prometió darle su apoyo al régimen de Déby. Para los comicios de 2024 fue candidato único porque su principal opositor fue asesinado y otros tres se retiraron de la competencia. Brice Oligui, encabezó el Comité para la Transición y Restauración de Instituciones en Gabón, luego de que este anuló los comicios de 2023, el entonces presidente, Ali Bongo, había gobernado 55 años de forma absoluta.

Encabezó este comité entre 2023 y 2025, cuando ganó la presidencia. Un dato curioso es que durante 19 meses de gobierno de transición, se presentó como un reformador incorruptible. Derivado de investigaciones internacionales se encontró que tiene diversas propiedades en Estados Unidos, las cuales fueron adquiridas durante el gobierno del expresidente derrocado

En Sudán, Abdelfatah al Burhan, ejerció en 2019 como cabeza del Consejo de la Transición Militar porque el presidente en turno renunció; luego asumió como presidente del Consejo Soberano hasta 2021. En ese mismo año dio un golpe de estado y se convirtió en titular del Consejo de la Soberanía de Sudán y que ejerce actualmente. Este es un caso único porque Burhan ha ejercido el poder tres veces mediante supuestos gobiernos provisionales. Se ha hecho conocido por prometer elecciones libres y devolver el poder a los civiles, lo cual no ha ocurrido.

Por último, el país que se ha sumado a los golpes de estado es Madagascar. Tras las protestas de la generación Z contra el gobierno de Andry Rajoelina, los militares se rebelaron. El ejecutivo dejó el país en un avión y se desconoce su paradero, pero el 14 de octubre de 2025 mediante una transmisión en Facebook intentó disolver la Asamblea Nacional que lo destituyó.

Los militares han dicho que se formará un gobierno de transición que durará dos años y convocará a elecciones. Actualmente, se reconoce el liderazgo del coronel Mickael Randrianirina, quien ha declarado el cierre de todas las instituciones democráticas como el Senado, el Tribunal Constitucional, el Consejo Superior para la Defensa de la Democracia y del Estado de Derecho y la comisión electoral.

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