Sebastián Godínez Rivera
La literatura respecto a los gobiernos de transición es limitada, no es un tema que se aborde en lo individual, sino como parte de las teorías de las transiciones a la democracia. Cuando se habla de este tipo de gobiernos se refiere a que un grupo de personas u organismos que busca ejercer el poder durante un tiempo determinado, con el argumento de cimentar la construcción de instituciones.
Este puede aparecer entre el derrumbe del autoritarismo y el nacimiento de la democracia. Sin embargo, estos no logran siempre sus objetivos, ya que son muy endebles porque surgen productos de pactos entre élites. Incluso autores como Juan Linz y Yossi Shain escribieron que existen 4 tipos de gobiernos provisionales: 1) los que son liderados por la oposición; 2) poder compartido; 3) liderados por el titular del poder; y 4) internacionales de las Naciones Unidas.
Ahora bien, en tiempos tan convulsos los gobiernos provisionales se han convertido en una constante para ciertas partes del mundo como en África y Asia. La literatura clásica ha sido rebasada por las ambiciones de quienes prometen cambios sustanciales para sembrar la semilla de la democracia. Cabe destacar que para el establecimiento de una administración provisional debe existir un consenso, no es posible establecer una visión unipersonal y denominarlo como gobierno provisorio.
Por ejemplo, tras las protestas de la generación Z en Nepal contra el gobierno del primer ministro K.P. Sharma Oli quien dimitió al poder. En su lugar asumió Sushila Karki, expresidenta de la Corte Suprema de Justicia a petición de los manifestantes que solicitaron al gobierno su designación. Sin embargo, su nombramiento rompe con lo tradicional, puesto que los manifestantes hicieron una votación a través de la plataforma Discord y se acordó también con el ejército.
Karki no gobernará de forma indefinida, sino que deberán convocarse a elecciones para que se invista a un nuevo primer ministro. No obstante, Nepal es muestra de cómo los acuerdos entre los manifestantes y las élites dan paso a una administración interina. Sobre todo, porque la jurista ha sido crítica de la desigualdad, ha impulsado el combate a la corrupción y ha defendido la necesidad de reconocer las demandas de las voces que generaron el estallido social.
La segunda categoría de gobiernos provisionales corresponde a los gobiernos compartidos, cuando la oposición y el gobierno tejen lazos para lograr la estabilidad. Estos se caracterizan porque surgen productos de revoluciones o luchas armadas como en Rusia (1917) cuando liberales y socialistas formaron el gobierno provisional o España (1931) luego de que abdicó Alfonso XIII; entonces el gobierno provisional se encargó de redactar una nueva constitución.
Otro tipo es el gobierno ejercicio por el titular de un poder derivado de la destitución, renuncia o fallecimiento del jefe de estado o de gobierno, según el tipo de régimen. Es decir, este se encuentra previsto en la Constitución y responde a una sucesión entre titulares de los poderes del estado. El ejemplo más reciente es Perú que ha tenido ocho presidentes en diez años, sin embargo, esta categoría corresponde solo a quienes asumieron el ejecutivo desde el congreso.
Las mociones de vacancia son una constante en el sistema político peruano, lo que ha generado que los titulares del legislativo asuman el poder. Valentín Paniagua lo hizo en el 2000 luego de que el congreso removió a Alberto Fujimori. Se convocaron a elecciones y este entregó el poder al electo Alejandro Toledo. Manuel Merino ejerció como presidente en 2020, era presidente del congreso, pero renunció a los 5 días. Entonces asumió Francisco Sagasti y tras un año de gobierno fue vacado.
En 2025 luego de la destitución de Dina Boluarte, el poder fue asumido por José Jeri. Sin embargo, existen otros ejemplos como en Haití cuando Ertha Pascal Trouillot, presidenta de la Corte Suprema asumió como presidenta en 1990 luego del golpe de estado de Herard Abraham quien dimitió tres días después. En 1991 hubo un golpe de estado perpetrado por Roger Lafondant, quien derrocó a Trouillot; un mes después fue reinstalada en la presidencia y pasó el cargo a Jean-Bertrand Aristide.
Finalmente, existen los gobiernos provisionales encabezados por las Naciones Unidas, esto no quiere decir que la ONU tenga el poder, sino que se encarga de formar administraciones que aseguren la paz, recuperen la seguridad, asistencia humanitaria y cedan el control a los civiles. Este tipo de gobiernos han tenido cabida en Timor Oriental (1999) para la implementación de la gobernanza sostenible.
También en 1999 Kosovo tuvo un gobierno de este tipo, producto de la guerra en los Balcanes y se buscó el mantenimiento del orden y la seguridad. Lo que se busca es la maduración de las instituciones, una especie de acompañamiento que permita al país caminar por sí solo más adelante. Un ejemplo más reciente es Haití que desde 2021 ha estado marcado por la ingobernabilidad derivado del asesinado de su presidente.
Es importante retomar la clasificación de los gobiernos provisionales porque muchas veces suelen confundirse con procesos de transición a la democracia. Si bien, en algunos casos estos surgen productos de la crisis del autoritarismo, estos tienen otra razón de ser; puesto que surgen producto de la inestabilidad, golpes de estado y guerras. Sin embargo, en los años recientes, principalmente en África, varios personajes han utilizado este concepto para suprimir las libertades y mantenerse en el poder.
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