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Partidos hegemónicos del mundo

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Sebastián Godínez Rivera

Giovanni Sartori hizo diversos aportes a la Ciencia Política, entre los cuales se encuentra la clasificación de los sistemas de partidos. Para explicar el devenir de Polonia y México que no eran dictaduras, pero tampoco democracias acuñó el concepto de partido hegemónico. Es una subcategoría dentro de los sistemas no competitivos.

Además, se caracterizó porque en la órbita del hegemón hay partidos pequeños que legitiman su actuar y crean una fachada de pluripartidismo.Tolera ciertos niveles de oposición, pero sus competidores no tienen un piso mínimo de igualdad para competir. Por último, al no permitir la alternancia en el poder, no rinde cuentas. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) de México y el Partido Obrero Unificado de Polonia fueron fuente de inspiración para Sartori.

Sin embargo, en pleno siglo XX el abanico de partidos hegemónicos se ha extendido a otras latitudes. En África los procesos de descolonización de los cincuenta y sesenta no solamente forjaron dictaduras militares, sino que algunos países sofisticaron los mecanismos para retener el poder.  En Camerún, el Movimiento Democrático del Pueblo Camerunés ha ejercido el control desde 1982 de la mano de Paul Biya, quien busca un octavo mandato.

En Mozambique el Frente de Liberación de Mozambique ha ejercido el poder desde 1994 con un sistema de elecciones multipartidistas. La Organización del Pueblo de África del Sudoeste de Namibia ha logrado retener el poder desde 1990 y en 2019 por primera vez perdió su mayoría calificada. En Ruanda, el Frente Patriótico Ruandés de la mano de Paul Kagame ha logrado desarrollar el país a pasos, mediante un sistema hegemónico.

Estos solo son algunos de los países africanos con este sistema, sin embargo, a diferencia de la definición clásica, muchos de ellos han logrado mantener el poder porque nacieron en él. Mozambique, Namibia y Ruanda nacieron como unipartidismos y luego transitaron hacia el multipartidismo. Mientras que en Camerún el partido funge como vehículo para competir por el poder, pero el país está bajo el mando del presidente vitalicio.

Por otro lado, en Asia las ex repúblicas soviéticas consolidaron modelos unipartidistas o hegemónicos, puesto que la centralidad de los soviets se tradujo en partidos fuertes. En Asia Central, el Partido Democrático Popular de Tayikistán heredó la estructura del Partido Comunista ha gobernado desde 1994. En Kazajstán, Amanat se ha consolidado como el hegemón y es considerado prorruso.

Sueño Georgiano en Georgia desde 2012 ha optado por la doctrina iliberal y el autoritarismo, su mejor resultado electoral fue en 2016 cuando ganó 116 de 150 escaños del parlamento. Rusia Unida de Vladimir Putin ha logrado consolidar una autocracia electoral y es el vehículo que le ha permitido al líder ruso ejercer el poder desde 1999, el anarquismo tras 1991 sembró la semilla para que un partido tutelado se hiciera con el gobierno y la estructura del Estado.

Sin embargo, los modelos por excelencia se encuentran en Camboya y Singapur. El Partido Popular de Camboya ha ejercido el poder desde 1993 con mayorías absolutas o calificadas. El liderazgo de Hun Sen le ha dotado de características que le permiten adaptarse a los cambios sociales. Mientras que en Singapur, el Partido Acción Popular ha ejercido el liderazgo desde la independencia y ha logrado modernizar al país, posicionándolo como uno de los más modernos.

La historia de este continente es distinta a la de occidente, cuando se creyó que con el derrumbe del bloque socialista la democracia se expandiría en todo el mundo. Al contrario, Asia es muestra de que el abanico de autoritarismos sobrevivió a la Guerra Fría y se ha posicionado como una opción que despierta simpatía en la gente por el desarrollo económico que tienen.

Países como Georgia y Tayikistán se encuentran en lo que fue la zona de influencia de la Unión Soviética, por tal razón, los partidos prorrusos tienden a cobrar fuerza. Mientras que naciones como Camboya han crecido de la mano del líder del partido y quien hasta la fecha tiene injerencia en la política. Finalmente, Singapur es el modelo que más se asimila a la descripción de Sartori porque el poder cambia de manos, según el primer ministro y este no queda concentrado en un solo líder.

En Europa la aparición de partidos hegemónicos se ha acompañado de liderazgos que han generado retrocesos en la democracia. Fidesz en Hungría con Viktor Orbán ha gobernado desde 2010 ganando todas las elecciones y relegando a la oposición a un papel testimonial. En Turquía el Partido de la Justicia y Desarrollo ha logrado la refundación del Estado con Erdogan desde 2002; a pesar de que en 2016 hubo un intento de golpe de estado, este fortaleció a su partido y su proyecto.

Son los casos más emblemáticos porque en Hungría la concentración del poder ha sido de la mano de un primer ministro, mientras que Turquía lo ha hecho con un presidente. En ambas naciones la opacidad es sinónimo de hegemonía, mientras que los intentos por mermar a la oposición a través de la cárcel, represión y censura son elementos característicos de estos hegemones europeos.

Por último en América se encuentra el Partido Colorado de Paraguay que gobernó durante la dictadura de Alfredo Stroessner y solamente ha perdido el poder entre 2008 y 2013. Por el momento no existen otros casos de partidos hegemónicos, si bien, algunos consideran que el Frente Sandinista de Nicaragua, el Partido Socilaista Unificado de Venezuela o Morena en México no cuentan con los elementos para ser clasificados como hegemones.

La propia característica del sistema hegemónico es que el partido grande tiende a ceder espacios de representación que legitimen su actuar. Nicaragua se ha convertido en una autocracia cerrada en la que el sandinismo ostenta todo el poder. En Venezuela el chavismo ha transmutado el régimen hegemónico para llevarlo a la dictadura; y en México el oficialismo ha sufrido derrotas electorales lo que impide que se catalogue de esta forma.

En conclusión, el abanico de sistemas hegemónicos se ha extendido desde finales del siglo XX. Cabe destacar que hay quienes consideran a países como Japón, Reino Unido y Canadá con partidos hegemónicos, pero estos no pueden ser catalogados de tal forma porque la competencia entre partidos es bajo las mismas condiciones y en entornos competitivos; estos entrarían en lo que Thomas Pempel denominó partidos dominantes.

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Partidos hegemónicos del mundo

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