DE REPORTEROS

El Conservatorio Nacional de Música forma profesionales del más alto nivel

Con 69 años de existencia, el Conservatorio Nacional de Música sigue cumpliendo con su objetivo: Fomentar el desarrollo cultural de México mediante la formación de músicos profesionales del más alto nivel.

El Conservatorio Nacional de Música fue fundado en 1866 y por sus aulas han pasado importantes músicos (como maestros y alumnos) entre los que destacan Julián Carrillo, Manuel M. Ponce, Candelario Huízar, Silvestre Revueltas, Plácido Domingo, Mario Lavista y Horacio Franco. Su sede actual está ubicada en Avenida Presidente Masaryk 582, colonia Polanco.

Desde hace 152 años, el recinto se ha propuesto tres acciones de trabajo: realizar tareas artísticas y educativas que contribuyan al desarrollo cultural y a satisfacer las necesidades de la  sociedad; contribuir a la difusión y preservación del patrimonio musical de México y del orbe, mediante la realización de actividades académicas, de extensión y de difusión que constituyan un paradigma en el ámbito de la educación musical.

También se ha enfocado en ser parte activa del Sistema Educativo Nacional, mediante la promoción de los servicios inherentes a las instituciones de educación superior: la docencia, la investigación y la difusión de la cultura. Esto, con el fin de ofrecer un espacio para la educación y el desarrollo personal, el cual tenga un impacto positivo y fehaciente en la sociedad.

Historia

El primer antecedente que se tiene del Conservatorio Nacional es la constitución de la Sociedad Filarmónica Mexicana, fundada el 14 de enero de 1866 por Aniceto Ortega, Tomás León y otros músicos, en cuyas primordiales funciones estaba la fundación de un conservatorio.

En una casa que había sido sede de la Academia de Música del Padre Agustín Caballero (en donde se impartieron las cátedras de solfeo, canto, piano, violín, clarinete, vihuela, flauta travesera y acompañamiento; escrituras inglesa, española, gótica y redonda; formación de carátulas y modelos; idiomas italiano, francés e inglés) se abrió el Conservatorio Nacional el día 1 de julio de 1866, siendo nombrado Caballero como director.

El espacio tenía implícitamente la misión de entrenar músicos competentes para las funciones operísticas y musicales del país, así como la formación artística de los mismos. Además, este nuevo conservatorio vio la oportunidad de hacer algo inédito en México: la formación profesional de las mujeres.

Es decir, el Conservatorio Nacional fue la primera escuela profesional en la que una mujer podría obtener un título profesional algo que es especialmente significativo en una sociedad en la que la mujer carecía de cualquier derecho. Al cabo de un par de meses de que el conservatorio inició actividades, su infraestructura se vio incrementada al integrarse la Academia de Música y Dibujo para Señoritas que dirigía la maestra María de la Luz Oropeza.

Así, el Conservatorio Nacional abrió cursos en prácticamente todas las disciplinas musicales vigentes además de, como otro aporte vanguardista, impartir la clase de idioma mexicano, siendo la primera escuela en dar esas clases formalmente.

Al caer el régimen imperial de Maximiliano de Habsburgo se temió por la posible disolución del conservatorio. No obstante, al contrario de ello, el gobierno de Benito Juárez otorgó a la Sociedad Filarmónica Mexicana el edificio de la ex Universidad y la lista de sus socios se vio incrementada con la presencia de connotados liberales, con lo que el conservatorio pudo ampliar sus actividades hacia el arte dramático, convirtiéndose, bajo las gestiones de José Valero y de Aniceto Ortega, en Conservatorio de Música y Arte Dramático.

Pero la Sociedad Filarmónica Mexicana se encontró en 1877 con dificultades financieras por lo que el gobierno intervino a fin de nacionalizar el Conservatorio Nacional e integrarlo al sistema educativo del estado mexicano. Es a partir de ese año que el conservatorio es una de las escuelas del sector público mexicano.

Tras la nacionalización del conservatorio, se implementó una serie de cambios de orden operativo y administrativo para ajustarlo a los procedimientos del gobierno federal y el campo académico no estuvo al margen de los nuevos vientos.

De tal suerte que se buscó colocar a la práctica y enseñanza musicales de acuerdo a las corrientes vigentes en Europa para dar así mayor eficiencia y eficacia al desempeño profesional de los músicos mexicanos, tanto en las temporadas de ópera de empresas extranjeras y nacionales como en los conciertos del mismo conservatorio.

En términos generales la inclinación artística y académica de los primeros años del Conservatorio Nacional fue una adaptación de los cánones de la ópera italiana, la planeación parisina y la idiosincrasia mexicana. Pero al llegar Porfirio Díaz al poder, lo francés empezó a inundar la sociedad, tanto en la arquitectura como en la literatura y en la música, por lo que en el conservatorio se empezaron a presentar cambios en la inclusión de prácticas pedagógicas francesas, lo cual causó airadas disputas entre los profesores.

Durante el Porfiriato la actividad artística de la Ciudad de México encontró una vitalidad antes desconocida, esto fue gracias a las posibilidades que el conservatorio proporcionó a la profesionalización de la escena, tanto en la ópera como en los conciertos y el salón.

De hecho, la orquesta del conservatorio se constituyó como un pilar de la cultura nacional. El éxito de esta nueva situación se debió a un mejor posicionamiento de la música en la sociedad mexicana y en el envío de profesores y estudiantes destacados a realizar estudios en Europa, eso sin descontar la práctica anual de concursos internos que estimularon el esfuerzo de los alumnos.

En 1907 el edificio de la ex Universidad se encontraba en muy malas condiciones y hubo necesidad de demolerlo. Consecuentemente el Conservatorio Nacional debió cambiar de sede, ahora,  hacia una casona de la Tabacalera          Mexicana (frente al hoy Museo de San Carlos). Sin embargo, el edificio era muy malo para las necesidades del conservatorio ya que carecía de un teatro y se encontraba fuera de los entonces límites de la ciudad. Por ello las funciones más importantes debían ser efectuadas en el Teatro Abreu, que era rentado para tales propósitos.

En ese lugar el Conservatorio Nacional permaneció unos pocos años, pues en 1912 se adquirió la casa de Moneda 14 y 16, exactamente frente al Museo Nacional. Las condiciones del país en plena Revolución generaron incontables cambios, uno de ellos fue la supresión del personal del conservatorio en enero de 1915 por órdenes del Ejército Constitucionalista, pero tres meses después, la Convención de Aguascalientes reinstaló a la planta docente.

Al terminar el conflicto armado de la Revolución, las artes mexicanas se transformaron en el medio por el que la nueva nación habría de reflejarse. Es así que nace el llamado Nacionalismo Revolucionario que terminó por ser la propuesta cultural más emblemática de la historia de México y así se le llegó a identificar en todo el mundo. A éste movimiento se integraron los principales artistas mexicanos de todos los tiempos y la música no fue la excepción.

Así, el Conservatorio Nacional confirmó su vocación en la construcción de la nación, formando a los principales músicos mexicanos, quienes, además de ejercer una actividad artística destacadísima, se desempeñaron como docentes. Así, Carlos Chávez, Silvestre Revueltas, José Pablo Moncayo y Manuel M. Ponce, entre otros, formaron a innumerables músicos.

La casona de Moneda 14 y 16 fue construido en el siglo XVIII para otros fines diferentes al de una escuela de música, por lo que carecía de la infraestructura habitual, como una sala de conciertos. Consecuentemente, las funciones mayores del Conservatorio Nacional hubieron de realizarse en los patios de las instalaciones del Museo Nacional o en un teatro rentado para tal efecto.

No obstante, el Conservatorio Nacional alcanzó una posición destacada en la cultura posrevolucionaria y se convirtió no sólo en una de las entidades básicas del Instituto Nacional de Bellas Artes, sino en uno de los fundamentos para su creación.

Poco después de que México declarara la guerra a las potencias del eje, como consecuencia del hundimiento de algunos barcos de Pemex, el gobierno expropió los terrenos del Club Hípico Alemán que se encontraba en las afueras de la Hacienda de los Morales. Pronto se vio que en ese espacio se podría construir un edificio concebido desde la mesa de diseño del arquitecto Mario Pani como una escuela de música de grandes dimensiones.

De este modo, tras dejar el edificio de Moneda 14 y 16, el Conservatorio Nacional se trasladó temporalmente a la escuela Normal de Maestros y finalmente en 1949 se inauguró solemnemente la nueva sede que  es el edificio que hoy ocupa el conservatorio y que desde del año 2012 es catalogado como Monumento Artístico de la Nación.

Oferta educativa

El medio para ingresar al Conservatorio Nacional de Música es a través de una convocatoria que se publica anualmente (de febrero a marzo) en el portal del Instituto Nacional de Bellas Artes.

La oferta educativa de su Plan de Estudios incorpora una formación musical profesional en dos niveles, que corresponden a los tipos de educación establecidos en el Sistema Educativo Nacional: Educación Media Superior (Técnico Profesional) y Superior (que incluye los niveles de Profesional Asociado y Licenciatura).

El Nivel Técnico Profesional se conforma de 20 carreras mientras que el Nivel Superior contempla las salidas del Profesional Asociado que abarca 20 carreras y la Licenciatura con 23 carreras, lo que hace un total de 63 carreras.

Las carreras que se ofertan son:

-Nivel Técnico: canto, flauta transversa, oboe, clarinete, fagot, saxofón, trompeta, corno francés, trombón, tuba, guitarra, clavecín, percusiones, contrabajo, arpa, órgano, piano, violín, viola y violoncello.

-Profesional Asociado: canto, flauta transversa, oboe, clarinete, fagot, saxofón, trompeta, corno francés, trombón, tuba, guitarra, clavecín, percusiones, contrabajo, arpa, órgano, piano, violín, viola y violoncello.

-Licenciatura: canto, flauta transversa, oboe, clarinete, fagot, saxofón, trompeta, corno francés, trombón, tuba, guitarra, clavecín, percusiones, contrabajo, arpa, órgano, piano, violín, viola, violoncello, musicología, composición y dirección coral.

El Nivel Técnico Profesional obedece al hecho de que una cantidad considerable de alumnos no accede o no concluye el nivel superior del Conservatorio Nacional, al igual que sucede en la educación general cuando el alumno concluye sólo el nivel medio superior.

Mientras que el Profesional Asociado tiene el objetivo de formar profesionistas de la música de nivel avanzado en el Área de Orientación Profesional de Interpretación, ofreciendo opciones de titulación como Profesional Asociado en sus diversas carreras a excepción de la de dirección coral.

Además de brindar alternativas terminales y/o continuativas que posibiliten al egresado insertarse con profesionalismo y capacidad musical, en el ámbito de desempeño laboral, como atrilista de orquestas profesionales emergentes, en orquestas de alientos y grupos corales e instrumentales diversos.

En el área de Licenciatura, se forman profesionales de la música de alto nivel, en cuatro áreas de orientación profesional: Interpretación, Investigación, Creación y Docencia que como su nombre lo indica son los ámbitos del desempeño laboral que podrá ejercer el egresado.

Su objetivo es generar artistas que puedan participar en conciertos públicos promovidos en todos los niveles, sea como solistas o en coros, ensambles vocales, óperas, orquestas sinfónicas, de cámara y en otras combinaciones vocales y/o instrumentales, con la finalidad de impulsar el desarrollo cultural del país.

Además de desarrollar actitudes en pro de la cultura a través de la investigación documental y de campo de diversas manifestaciones musicales y de enriquecer el acervo musical nacional procurando elevar cada vez más su amplio desarrollo en la generación de nuevas propuestas.

Una escuela prácticamente gratuita

El Conservatorio Nacional es una escuela prácticamente gratuita, donde cualquiera tiene la posibilidad de estudiar, sea mexicano o extranjero, luego de pasar los exámenes de admisión.

Este recinto ofrece a sus estudiantes, maestros y visitantes diversos espacios para que realicen sus actividades: oficinas, cafetería, librería, un auditorio, salones y bodega de instrumentos.

Destaca su biblioteca “Candelario Huízar” que es una de las más ricas en manuscritos y partituras de los siglos XIX y XX de música mexicana como los realizados por Julián Carrillo y Ricardo Castro, compositores que además, fueron directores de la institución.

Además de su Archivo Histórico y Fondo Reservado que cuenta a la fecha con más de dos mil volúmenes, entre partituras y manuscritos de gran relevancia, los cuales están siendo digitalizados para que estén a disposición de todos los interesados. Para conocer más del Conservatorio Nacional de Música visita:https://conservatorio.inba.gob.mx

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