La mañana de este jueves 19 de septiembre, un cuerpo de “granaderos” agredieron a empresarios y comerciantes formales del Centro Histórico de la Ciudad de México quienes acudieron a uno de los cercos –el ubicado en calle Madero e Isabel la Católica-, que el gobierno capitalino mantenía cerrado para intentar abrir el peatonal y permitir que trabajadores, clientes y visitantes realizaran sus actividades laborales, indicaron los afectados.
Al filo de las 10:00 de la mañana, denunciaron, los comerciantes del Centro Histórico comenzaron a recibir llamadas de clientes y empleados para decirles que la autoridad tenía cercadas las calles y no les permitía los accesos bajo el argumento de la organización del simulacro organizado por el gobierno de la Ciudad.
En diversas ocasiones y canales distintos, los empresarios trataron de comunicarse con el jefe de la policía en el sector así como el secretario de Gobierno de la CDMX, Ricardo Ruiz Suárez para negociar el acceso por “goteo” y lograr movilidad, añadieron.
Después de una espera de 40 minutos, la desatención de las autoridades y la cerrazón de los “granaderos”, los empresarios tuvieron la iniciativa de mover las vallas para permitir el flujo de personas, antes de que sonaran las alertas del simulacro. Fue allí cuando la fuerza pública actuó, agrediendo, lastimando y amenazado a los dueños y encargados de negocios para imponer el cerco que mantenía cerrada la movilidad en las calles, recalcaron.
En este contexto, Gerardo Cleto López Becerra presidente del ConComercioPequeño SC., asegura que es lamentable que los cuerpos policiacos traten a manifestantes que hacen uso de violencia con algodones, mientras que a empresarios y ciudadanos los agreden: “desafortunadamente estos operativos que ahorcan la movilidad en el Centro Histórico de la Ciudad de México han sido más constantes en el gobierno de Martí Batres quién gusta de presumir en la publicidad, una prosperidad que no se tiene en las calles”.
López Becerra dijo que se ha buscado por diversos medios reunirse con autoridades para que eviten los cierres innecesarios así como cortes a la circulación que solo prolongan por horas los desplazamientos, aumentan el consumo de combustible y la contaminación e incrementan el costo del transporte de mercancías y pasajeros, pero no hay resultados.
El Centro Histórico de la Ciudad de México es un claro ejemplo de un gobierno que se apropia de nuestros espacios públicos, cierra a su criterio y genera afectaciones directas a más de 3 mil 500 establecimientos mercantiles que están ubicados en las inmediaciones del primer cuadro. Para estos establecimientos, la caída en ventas está entre el 40 y 60 por cientos de las que tenían antes de la pandemia y no han logrado recuperarse.
Ante los constantes cierres de vialidades ocasionados por marchas, mítines, festejos, ceremonias o por simple voluntad de un jefe de policía o funcionario público varios giros mercantiles han bajado definitivamente sus cortinas, generando pérdidas millonarias y dejando los espacios para que los ocupen los comerciantes chinos, destacó.
Debido a las agresiones a empresarios y comerciantes formales realizadas por los cuerpos de granaderos, se exige que la próxima administración capitalina de Clara Brugada realice un cambio de protocolos en materia de movilidad que permita al sector productivo tener garantías de realizar su trabajo cotidiano, refirió Gerardo López.
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