Reconocido por su inigualable arquitectura de inspiración orgánica, el hotel pionero en la hospitalidad sensorial se consolida como un emblema del lujo de pies descalzos, gracias a sus inéditas experiencias culinarias y su visión holística del bienestar, que rinden homenaje a las tradiciones ancestrales y a un vínculo sólido con la vanguardia creativa.
TULUM, Q Roo.- El anhelo de restablecer un diálogo auténtico con la naturaleza y reconectarse con lo esencial es la premisa que dio origen a AZULIK, un refugio de arquitectura singular cobijado por las aguas turquesas del Caribe mexicano y la exuberante vegetación selvática de la Península de Yucatán.
En este edén, donde las olas rompen sobre la arena de matices níveos y se mezclan con los mangles, el lujo se despoja de artificios para formar un armonioso caleidoscopio en el que la hospitalidad, el bienestar, la gastronomía, el arte, la moda, el diseño, la arquitectura y la creatividad estimulan los sentidos.
Pionero del barefoot luxury y la sostenibilidad en Tulum, AZULIK —cuyo nombre surge de la combinación de la palabra azul y el vocablo Ik con el que se designa el viento en maya— ha sido por dos décadas un referente del equilibrio entre la sabiduría ancestral y los avances actuales para crear una experiencia inédita.
Concebido de forma instintiva y alejado de lo convencional por Eduardo Roth —arquitecto autodidacta, ecologista, filántropo y emprendedor—, AZULIK expresa una identidad tribal a través de una gramática estructural propia, compuesta por formas orgánicas que se integran al entorno y privilegian el uso de materiales y texturas naturales.
Amplias y confortables, las villas frente al mar han sido concebidas como refugios para los nómadas contemporáneos. En ellas se despliegan atmósferas que evocan los elementos, los cuerpos celestes y las culturas precolombinas. Cada una de las 48 suites presenta un diseño único que reinterpreta lo artesanal y lo rústico, integrándose de forma natural con el paisaje circundante.
Estas habitaciones invitan a una pausa consciente del ritmo cotidiano, con techos de palma, vistas generosas y terrazas con acabados de bejuco. El mobiliario, elaborado en maderas tropicales, convive armónicamente con detalles como las bañeras recubiertas de mosaicos hechos a mano.
AZULIK es una celebración y un homenaje a la naturaleza en múltiples dimensiones, incluida la gastronomía de sus cinco restaurantes, reconocidos por sus fusiones culinarias y su conexión con las tradiciones.
Recientemente aperturado en mayo de 2025, ITALIK es una trattoria de espíritu contemporáneo que honra la tradición familiar italiana con una cocina que fusiona localismo y sazón mediterránea, bajo un enfoque consciente, saludable y sostenible. Inspirado en los almuerzos dominicales, celebra el encuentro alrededor de la mesa con platillos que reflejan historia, pasión y equilibrio. Su propuesta reivindica la auténtica dieta del Mediterráneo, donde la pasta —elaborada con productos frescos y de alta calidad— se convierte en un pilar fundamental y en un viaje a la esencia más pura de Italia.
Elevado entre las copas de los árboles, Kin Toh reinterpreta la cocina mexicana y la herencia maya con una propuesta de autor que se expresa en platillos como el Tsi’Ik de venado silvestre o el Maax Cay, pulpo maya cocinado al estilo top’la’antah con pipián encacahuatado al axiote.
El guiño a la sutileza japonesa se manifiesta en Tseen Ja, un restaurante que combina el espíritu ceremonial del Lejano Oriente con matices de México y el mundo. Su propuesta de degustación puede incluir edamames pochados en aceite de trufa, nigiris de pesca del día, sashimi de wagyu o bacalao marinado en pasta miso con cacao.
En Imix, ubicado en la playa, la parrilla toma el protagonismo en jornadas relajadas junto al mar, acompañadas de creativas propuestas de mixología que realzan cada momento. Su menú, centrado en mariscos y snacks —como tiraditos, ceviches, cocteles y hamburguesas—, refuerza un enfoque fresco e informal, ideal para compartir y disfrutar sin prisa.
Los epicúreos encuentran en Mantli un espacio íntimo donde el mezcal se degusta desde una perspectiva ritual que honra su origen: Oaxaca. El nombre surge de la fusión entre la palabra madre en español y nantli, su equivalente en náhuatl, evocando la nobleza de este espirituoso ancestral.
Situado a 14 metros de altura y con vistas panorámicas de 360 grados, la Copa del Pintor —al igual que El Mirador, el rooftop de AZULIK con terrazas flotantes— es uno de los espacios ideales para contemplar los atardeceres dorados y esos momentos en los que la naturaleza se revela en todo su esplendor.
En AZULIK, el bienestar se aborda desde una perspectiva holística que honra la sabiduría ancestral.
Esta filosofía se manifiesta en House of Ancestral Medicine, su centro wellness, donde se aplican protocolos no invasivos como la ceremonia del cacao y el temazcal, concebidos para revitalizar cuerpo y espíritu. A estos rituales se suman los tratamientos y prácticas curativas del Maya Spa —masajes con técnicas de reflexología, deep tissue y piedras calientes— así como clases de yoga y meditación, conformando una experiencia integral de profunda relajación.
Los programas de bienestar se complementan con el sistema de biohacking de Elixik, un espacio nutricional y restaurante diseñado para restablecer el equilibrio a lo largo del día, con bebidas, desayunos y almuerzos elaborados con superalimentos de propiedades energizantes, desintoxicantes y regeneradoras.
En AZULIK, la relación entre la naturaleza, el arte y la ancestralidad tiene un principio simbiótico, el cual refleja su visión sobre el diseño y las disciplinas creativas como artífices de experiencias inmersivas y colaboraciones excepcionales.
Transformar la manera de percibir y aproximarse a la moda y el diseño es la misión de ANÍKENA, la boutique de AZULIK que subraya la labor artesanal a través de una curaduría de prendas y accesorios con una propuesta disruptiva y confección que sigue procesos éticos de producción y de comercio justo.
La estadía en AZULIK se enriquece con la posibilidad de descubrir AZULIK Uh May, su iniciativa hermana enclavada en la selva, a solo 25 kilómetros de Tulum, en el poblado de Francisco Uh May.
Conocido también como City of Arts, este complejo multidisciplinario alberga tanto el museo SFER IK Uh May como el restaurante Jungle Cuisine. Su arquitectura biomórfica y visionaria funciona como un lienzo para la creatividad, celebrando la biodiversidad y la herencia cultural de la Península. En sus galerías se presentan instalaciones concebidas para dialogar con el espacio; su programación reúne manifiestos de innovación tecnológica, sostenibilidad y espiritualidad, con talentos de todo el mundo que apuestan por un futuro esperanzador.
En SFER IK, el arte se entiende como un acto de escucha profunda y co-creación entre especies, donde el ser humano se convierte en canal de una inteligencia creativa compartida con toda forma de vida. Jungle Cuisine, por su parte, ofrece una travesía gastronómica personalizada que resalta las propiedades curativas de los alimentos, servidos en vajilla artesanal.
En conjunto, ambos espacios convierten cada visita en una experiencia inmersiva donde el arte se manifiesta en todas sus formas.
AZULIK, en el umbral de su vigésimo aniversario, se reafirma como un destino remarcable en Tulum donde genuinamente la naturaleza y el ser humano se compenetran armoniosamente, una vez más, como en el origen de los tiempos.
Acerca de AZULIK
Enclavado entre la exuberante selva de la Península de Yucatán y las aguas turquesas del Caribe, AZULIK es un santuario de lujo consciente en Tulum que propone una reconexión profunda con la naturaleza, el arte y la ancestralidad. Concebido por Eduardo Roth, su arquitectura orgánica y su filosofía de respeto por el entorno lo han convertido en un referente pionero del barefoot luxury y la sostenibilidad.
Con 48 villas únicas que invitan a una pausa sensorial, AZULIK también alberga una notable propuesta gastronómica conformada por cinco restaurantes —ITALIK, Kin Toh, Tseen Ja, Imix y Elixik— además de experiencias singulares como el rito del mezcal en Mantli. Su enfoque de bienestar holístico se manifiesta en espacios como House of Ancestral Medicine y Maya Spa, donde rituales ancestrales, terapias curativas y nutrición consciente se combinan para revitalizar cuerpo y espíritu. AZULIK es, en esencia, una experiencia inmersiva que honra lo natural, lo sensorial y lo sagrado, reafirmándose como un destino transformador en el corazón de Tulum.
Fotos: Cortesía AZULIK