Sebastián Godínez Rivera
En México la decisión de no utilizar toga por parte del ministro presidente electo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Hugo Aguilar, se ha vuelto tendencia, al punto que se ha pedido que se reforme esta ley para que ya no sea obligatorio el uso de toga. Cabe destacar que en la teoría clásica, el uso de esta prenda denota imparcialidad, solemnidad y respeto. Sin embargo, el proceso de autocratización que vive México y la batalla contra las togas no es exclusiva, hay otro país en el mundo que abolió el uso de esta prenda por mandato revolucionario y ser símbolo del colonialismo.
La Burkina Faso encabezada por el capitán Ibrahim Traoré, eliminó el uso de la toga en el Poder Judicial en 2024. El argumento de esta decisión es que Francia heredó esta práctica, la cual no tiene cabida en la Burkina revolucionaria y nacionalista; con esto se busca alejar la doctrina occidental del país africano. Asimismo, la decisión fue tomada en medio de la reducción de salarios a altos funcionarios y la implementación de un programa para incrementar la producción nacional.
Bajo el argumento de la austeridad, el ministro de Justicia, Edasso Rodrigue Bayala, presentó la nueva vestimenta, la cual está elaborada con algodón burkinés y se jacta de que no son importados, por ende, son cinco veces más baratos. Con esta acción de acuerdo al ministro se fortalece la autonomía y la independencia que pregona Traoré. La moda pertenece a lo que se denomina, Faso Dan Fani, el cual es un tejido tradicional caracterizado por ser tejido a mano en telar, con tiras de tela que pueden unirse para crear piezas más grandes para prendas de vestir, decoración del hogar y otros artículos.
A pesar de que es visto como un simple cambio de prendas, no lo es, al contrario esto está cargado de un mensaje político e ideológico que se remite al expresidente Thomas Sankara, quien funge como fuente de inspiración para el actual presidente burkinés. En una visita a Addis Abeba, Etiopía Sankara declaró:
“Mi delegación se viste gracias a nuestras tejedoras y cultivadores. No hay un solo hilo que venga de Europa o de América (…) No estoy en un desfile de moda, pero solo quería deciros que tenemos que aceptar vivir como africanos. Es la única forma de vivir libres y dignos”.
La anterior cita fue tomada del diario El País y demuestra el profundo orgullo burkinés del gobierno militar, aunado a un arraigado sentimiento anticolonial. A diferencia de otras naciones que fueron colonias o protectorados franceses, estos no abolieron el uso de toga y peluca en el Poder Judicial, sino que se han mantenido a pesar del ascenso de gobiernos tradicionales o revolucionarios.
Otro elemento que ayuda a entender los cambios en la nación africana, es que Burkina Faso es el país productor número 15 a nivel mundial de algodón. Lo que se busca es que la población no dependa del exterior y consuma la producción interna que en un escenario ideal reactivaría la economía nacional. Sin embargo, con estos cambios en la vestimenta de las y los jueces, implica la llegada de una Corte revolucionaria que seguramente responderá a los deseos del capitán.
Aunque Burkina fue el primer país en abolir el uso de la toga y México está próximo a sumarse a la lista, sin embargo, aquí no hay un gobierno revolucionario, sino autocratizante. La sustitución de togas solamente anunciaría la llegada de una Corte sin independencia y surgida de una elección de acordeones que simboliza la transición hacia un gobierno autoritario.
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Para DeReporteros