* Para que estas acciones tengan un impacto real deben articularse con conocimiento científico, participación ciudadana comunitaria y voluntad política sostenida: Yadira Zavala Osorio
La elaboración de diagnósticos en torno a calidad del agua, densidad poblacional, cantidad de industrias y la contaminación que provocan a los cuerpos hídricos, así como las condiciones de las ciénegas de Lerma, fueron algunos de los avances presentados por Claudia Gómez Godoy, coordinadora general del proyecto de Restauración y saneamiento del Río Lerma, de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en la Unidad Lerma de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Durante el Foro para el saneamiento de la Cuenca Lerma-Santiago, convocado por esta casa de estudios y esa dependencia federal, la funcionaria recordó que, con una extensión de mil 360 kilómetros, la mencionada región hidrológica número 12 es una de las cuencas más grandes del país, pues nace en Almoloya del Río y atraviesa los estados de México, Querétaro, Guanajuato, Michoacán, Jalisco y Nayarit y tiene afluentes en Zacatecas y Aguascalientes.
Expuso que una de las primeras acciones de la comisión fue dividir el Río Lerma, por lo que quedó segmentado en 12 tramos de intervención siendo el último la Laguna de Chapala, mientras que el Río Santiago se compuso por nueve tramos de intervención.
La contaminación, la extracción desmedida de agua superficial y subterránea, la degradación de las cuencas y el crecimiento industrial urbano desordenado han llegado a un punto crítico y esa realidad afecta a los ecosistemas y a las comunidades circundantes.
La funcionaria señaló que se han hecho varios diagnósticos en los cuales se ha revisado la calidad del líquido, la concentración de población, los lugares donde hay mayor número de descargas tanto industriales como domésticas, los permisos de descargue registrados, la cantidad de industrias y su relación con la población, “y eso nos determinó la situación de los dos primeros tramos de intervención”.
En ese sentido, se concluyó que las cuencas altas del Lerma y del Santiago “coinciden con los espacios con peor calidad del agua, con mayor industrialización, y es donde tendríamos la complejidad más importante de temas a tratar”.
Sobre la estrategia de intervención mencionó que ésta se inscribe dentro del Acuerdo Nacional por el Derecho Humano al Agua y la Sustentabilidad, del que son parte las industrias, que deben evitar la contaminación de los ríos con sus procesos, siendo muy importante el involucramiento de la sociedad, no solamente por el esfuerzo que hace en cuanto a la denuncia de situaciones como liberaciones ilegales, de tiraderos, de huachicol, sino en la búsqueda de soluciones.
En ese esfuerzo conjunto participa la academia, “en la que hemos encontrado muchas soluciones innovadoras que nos ayudan a entender un poco más la complejidad de los problemas”.
Gómez Godoy destacó que entre las problemáticas detectadas están las descargas domésticas e industriales, la necesidad de plantas de tratamiento y su modernización, incrementar las acciones de monitoreo de la calidad y cantidad del recurso, la importancia de hacer un balance hídrico entre la cantidad de agua de la cuenca y de todas las concesiones que se han otorgado.
“Tenemos que saber cuánta agua es la que se está llevando la ciudad de México y cuánta utilizan los distritos de riego, entre otras problemáticas”, enfatizó.
En la ceremonia inaugural del Foro, encabezada por el doctor Gabriel Soto Cortés, rector de la Unidad Lerma, la doctora Yadira Zavala Osorio, rectora de la sede Azcapotzalco, sostuvo que acciones como la modernización de plantas de tratamiento, la generación de agua regenerada, la restauración de ciénegas, la reforestación estratégica, la creación de cinturones verdes son avances necesarios inmediatos, sin embargo, su impacto real dependerá de nuestra capacidad de articularlas con conocimiento científico, participación ciudadana comunitaria y voluntad política sostenida.
“Es aquí donde las universidades tenemos un papel irremplazable y la UAM, a través de sus unidades académicas ha demostrado que puede ser un actor clave de estos procesos, y lo hacemos desde una mirada interdisciplinaria con enfoque territorial y con un compromiso, sobre todo, ético”, apuntó.
La UAM, sostuvo, aporta metodologías de investigación, formación técnica especializada, propuestas para un manejo sustentable y sostenible del agua, espacios de diálogo con todas las comunidades que se involucran, porque “sabemos que los retos ambientales de hoy no se pueden enfrentar desde enfoques fragmentados”.
La crisis hídrica no es solo un asunto técnico o de infraestructura, es un fenómeno profundamente social, económico, ambiental y político, por lo que “nos interpela como institución, pero también como personas, como comunidades y como sociedad”.
José Arnulfo Silva Adaya, subsecretario de la Secretaría del Agua del Estado de México, manifestó que esa dependencia ha asumido con responsabilidad el mandato de impulsar acciones concretas dentro del compromiso 92 del nuevo plan de gobierno de la República anunciado el pasado 2 de octubre, que coloca al rescate del Río Lerma-Santiago como una prioridad nacional, y “ya estamos avanzando en proyectos ejecutivos, esquemas de financiamiento y mecanismos de articulación interinstitucional con Conagua, los gobiernos estatales y municipales y, por supuesto, con el acompañamiento técnico de nuestras universidades”.
Subrayó que el saneamiento no se logra solo con obras, puesto que se requiere un modelo de gobernanza que escuche, articule y priorice a las comunidades directamente afectadas.
“Por eso reconozco especialmente la vocación social y académica de la Universidad Autónoma Metropolitana por abrir este espacio plural, riguroso y comprometido, pues la alianza entre el conocimiento técnico y la política pública es la base de todas soluciones”, añadió.
Reiteró la voluntad del Estado de México para sumar esfuerzos, compartir capacidades, construir soluciones integrales que perduren, e hizo un llamado a que este foro no se quede la identificación de problemas, sino que derive en una obra con prioridades consensuadas, metas verificables y mecanismos de seguimiento.
Finalmente hizo una invitación “a caminar juntos hacia un nuevo pacto social por el agua, donde la voz de los pueblos, las comunidades, los usuarios, los gobiernos y la academia se integran en una sola causa: la vida de nuestros ríos, la salud de nuestros ecosistemas y la dignidad de las personas que dependen de ellos”.
Fotos: UAM

