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Antes, Primero los pobres; hoy los ignora olímpicamente. Ya no le sirven

Atrás quedaron los tiempos en que el candidato a la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador se deshacía en atenciones para con sus seguidores. Cuando se bajaba del vehículo en que se transportaba y besaba jóvenes, mujeres mayores, niños; que le daba la mano a todo el que se la extendiera. Hoy eso se acabó, ya no los necesita, ya alcanzó el objetivo.

Así ha quedado de manifiesto ya infinidad de ocasiones, sólo en los dos años que lleva en el Gobierno, lo que empieza a  provocar el enojo de la gente, hasta en en la tierra que lo vio nacer: Tabasco, entidad que hasta el momento no se recupera de las inundaciones provocadas por la ineptitud del mismo presidente y del titular de la Comisión Federal de Electricidad (CFE9 Manuel Bartlett.

El más emblemático de estos desaires contra quienes en algún momento creyeron en el y hasta le dieron su voto, ocurrió el pasado 27 de noviembre, durante una gira que López Obrador hizo por Mexicali, Baja California.

Ese día, la señora María Carolina Peña, madre del líder de pescadores de San Felipe, Sunchine Antonio Rodríguez Peña, detenido por la Fiscalía General de la República (FGR), enfrentó junto a otros manifestantes la comitiva donde se desplazaba el presidente López Obrador, para pedir la liberación de su hijo.

La adulta mayor logró llegar hasta la ventanilla del vehículo, pero López Obrador no bajó el vidrio y solo la observó desde dentro, a través del cristal, sin un saludo, sin una sonrisa, sin esa actitud de antes en que obligaba al chofer a parar el vehículo y se bajaba de la unidad para saludar, abrazar y besar a las «viejejitas». Esta vez no, y esa imagen quedó espléndidamente plasmada en una foto del periodista local, Víctor Medina.

Tabasqueños le reclaman

El pasado fin de semana, durante una más de las giras que ha realizado por Tabasco, tanto damnificados por las inundaciones como beneficiarios del programa Sembrando Vida, le cerraron el paso al convoy en el que viajaba López Obrador, para manifestarle sus demandas y exigirle pronta respuesta.

Los damnificados que ya llevaban dos días de hacer largas filas en el centro de convenciones de Villahermosa para recibir 10 mil pesos de apoyo, pedían su atención, querían que los escuchara, pero igual que con la madre del pescador, el presidente ni los vio ni los oyó, mientras la decena de escoltas que rodean el vehículo a pie, iban alejando a la gente.

Al mismo tiempo, beneficiarios del programa Sembrando Vida, pedían ser escuchados para denunciar que han sido defraudados por políticos corruptos. Tampoco los atendió, ni los vio ni los oyó.

Ante esto, los tabasqueños optaron por gritarle para que los escuchara: “¿No que apoyas a tus tabasqueños?”, “¡No le huyas a tu pueblo!”, “¡Necesitamos de tu apoyo!”, “¡Tienes una bola de corruptos Obrador!” ¡”Ese es el presidente que tenemos”!, le dijeron.

Así el que se vendió con el lema de «Primero los pobres», esos que ilusamente le apoyaron durante la larga campaña, esos que todo le creyeron, esos que con su voto lo llevaron a la Presidencia de la República, hoy ven con tristeza que resultó más de lo mismo, pero peor, porque acusando a la oposición de corruptos, rateros, neoliberales, fifís, machuchones y demás epítetos, y prometiendo que con él las cosas serían diferentes, se hizo del poder para hoy ignorarlos. Ya no le sirven.

Fotos: Víctor Medina @vmedinafoto

Video: Especial

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