Un biosensor en un dispositivo autónomo casero que, a partir de una sola gota de sangre, puede medir simultáneamente glucosa e insulina. Además, es capaz de mandar los datos a una computadora, teléfono o cualquier otro dispositivo electrónico del paciente, del médico o de las instituciones de salud, para ayudar a hacer frente al grave problema de salud pública que representa la diabetes.
Este sorprendente dispositivo se desarrolla en la Facultad de Ciencias (FC) de la UNAM, y ya fue ganador de dos premios de Investigación de Google para América Latina (2015 y 2016) y el Canifarma (2016), y con solicitud de patente a escala nacional e internacional, se originó a partir de la petición de médicos para contar con un sistema que midiera glucosa e insulina de forma simultánea, relató Catalina Stern, académica y actual directora de la FC.
De ese modo, los científicos se dieron a la tarea de diseñar un sistema que permitiera al paciente hacerse las pruebas él mismo y enviar al médico los resultados mediante un dispositivo móvil, para ser monitoreado de forma continua y asistir al hospital sólo en caso de emergencia. Además, esta tecnología tiene la ventaja de que disminuye el margen de error de 25 por ciento de un glucómetro comercial, a sólo siete por ciento.
La novedosa técnica resultó también viable para medir otro tipo de biomoléculas importantes como colesterol, ácido úrico o triglicéridos. El proyecto se ha ido modificando, por lo que la versión final del versátil sensor aún no está lista.
Mathieu Hautefeuille, integrante de la FC, refirió que el dispositivo tiene una forma dual de medir varios bioanalitos al mismo tiempo, mediante dos métodos: el óptico y el electrónico, todo ello incorporado en un chip del tamaño de un portaobjetos para microscopio, es decir, de unos cuantos centímetros.
Utiliza volúmenes muy bajos de muestra. Con una sola gota de sangre o saliva hay suficiente material para hacer varias mediciones, remarcó el científico.
Además, la tecnología desarrollada por completo por los universitarios tiene la ventaja de brindar tres soluciones diferentes: la medición rutinaria por un lector universal llamado UVABIO (en desarrollo), ideal para médicos y laboratorios clínicos, o para clínicas o dispensarios de zonas alejadas; la personalizada por teléfono móvil; y la aplicada en laboratorio de investigación por microscopía de fluorescencia.
El universitario reiteró que la medición del sistema es múltiple y simultánea, por ejemplo, puede medir hormona de crecimiento e insulina. Su potencial es enorme: para obtener un perfil hormonal, para la detección de virus o para tamiz neonatal.
En este momento, se trabaja en el escalamiento a microvolúmenes para contar con un chip aún más reducido y abaratar lo más que se pueda los costos. Asimismo, en este nuevo año comenzará la validación clínica en colaboración con los institutos nacionales de Enfermedades Respiratorias, y de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.
De igual modo, siguen en curso las pruebas del chip para detección dual glucosa-insulina, así como las pruebas en saliva, las cuales tienen resultados prometedores; también se encuentra en proceso el desarrollo del chip para perfil hormonal.
En tanto, el desarrollo de lector con pantalla y comunicación inalámbrica ya está avanzado; ya se obtuvo el algoritmo de detección por fotografía de celular, y la aplicación, ágil y fácil de usar, está en proceso. En ello han estado involucrados estudiantes de licenciatura y posgrado.
En cuanto a la comercialización de esta tecnología, Hautefeuille mencionó que se trabajará en las pruebas de escalamiento y evaluación de costos, así como en el licenciamiento, planeado para este nuevo año, pero sin perder impacto social, de modo que el sector salud tenga acceso a la tecnología al precio más bajo posible.
Stern destacó, por último, que en este proyecto colabora un equipo multidisciplinario de expertos en ingeniería, física y biología.
En el mundo hay 422 millones de diabéticos, y México ocupa el cuarto lugar en cantidad de adultos, y el primero en niños y adolescentes.