Claudia Carrillo
Treinta años de ska, barrio y resistencia se dicen fácil, pero la Tremenda Korte lo celebra con el alma bien puesta y los pies bailando sin parar.
La Tremenda Korte, la banda que le puso metales y sudor a la vida chilanga, cumplió tres décadas de carrera y entre los magnos festejos estuvo el concierto brutal en el Teatro Metropólitan, donde no cupo ni un alfiler… pero sí miles de corazones acelerados.
Desde el primer acorde, el Metropólitan dejó de ser un teatro y se transformó en pista de baile, zona de slam elegante y templo del ska mexicano. El público, en su mayoría enfundado en tirantes, botas y espíritu festivo, coreó con furia cada rola: «Viuda Negra», «La Tremenda», «Tanto Amor Me Miente» y «Rolando los Patines» retumbaron con fuerza, entre luces, metales salvajes y coros que salían directo del alma.
El escenario brilló con invitados que demostraron que treinta años de ska no se tocan, se viven.
La Tremenda Korte es mucho más que una banda. Es historia viva del ska en México. Nacida en los barrios de la capital en los años noventa, resistió modas, censura, la industria y hasta pandemias. Lo suyo siempre ha sido el baile combativo, la lírica que incomoda y la fiesta que hermana.
Con cada tema, el Metropólitan vibraba como si estuviera a punto de explotar. Una celebración sudada, honesta y potente.
Y si algo esta dejando en claro este 30 aniversario es que el ska no envejece, se vuelve leyenda y la Tremenda Korte no está celebrando su pasado, está marcando el camino para una larga vida para que el ska siga tronando en cada esquina.
Foto: Cortesía

