Son varias las administraciones que han pasado por esta bella estructura arquitectónica que hasta ahora el Salón Tesorería se había conservado intacto desde el siglo XV
Solo han pasado seis meses de que llegó la nueva administración federal, y ya está dañado el piso de mármol veneciano del Salón Tesorería del Palacio Nacional, que tiene una antigüedad de aproximadamente 100 años, por lo que la Dirección General de Promoción y Acervo Cultural de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ordenó que se instalen alfombras.
Desde el pasado viernes, elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) en coordinación con la oficina de la Presidencia de la República, realizan los trabajos de remodelación e instalación de las alfombras que «protegerán» el mármol veneciano.
Son varias las administraciones que han pasado por esta bella estructura arquitectónica que, hasta ahora, el Salón Tesorería se había conservado intacto desde el siglo XV.
El Salón Tesorería, llamado también Guillermo Prieto, forma parte de la intervención mayor que tuvo el Palacio Nacional entre 1926 y 1928, a cargo del ingeniero Manuel Ortiz Monasterio.
Hasta el momento la SHCP no ha dado a conocer el costo que significó la remodelación del Salón Tesorería, y la colocación de alfombras, mismas que ocultan la belleza del mármol veneciano.
En anteriores administraciones, pocas han sido las intervenciones en el recito, una a profundidad ordenada por Porfirio Díaz, otra por Ernesto Zedillo, una intentona de Vicente Fox y, la última, por Felipe Calderón. Ahora, con la nueva administración se espera que sea la única, pues con el mal gusto que tienen ya es suficiente con haber cubierto los bellos pisos de mármol veneciano, con alfombras.
Cabe señalar que, al Palacio Nacional ya cualquier persona entra y sale, sobre todo periodistas que cubren las conferencia mañanera. Sin embargo, cuando reporteros quisieron documentar los trabajos que se realizan, un hombre encargado de custodiar el ingreso al Salón Tesorería, trató de manera grosera a los comunicadores, mientras un elemento de la SEDENA los filmaba con su celular, como si de delincuentes se tratara o los trabajos que realizaban no se pudieran ver.
*Un poco de historia sobre el Palacio Nacional
El 20 de Enero de 1562 Martín Cortés, hijo de Hernán Cortés, firmó con el rey Felipe II, la compra-venta de unos terrenos y edificios llamados Las Casas Nuevas de Moctezuma, en los que hoy se ubica el Palacio Nacional, en el Zócalo de la ciudad de México.
Desde 1527, cuando se estableció la primera audiencia de México y posteriormente entre 1531 y 1532 el virreinato de México, no existía ninguna sede en la que los miembros de dichos organismos pudieran desempeñar sus funciones.
Hasta ese momento, el propio Hernán Cortés les había dejado operar en sus propios edificios, primero en las llamadas Casas Viejas, donde en la actualidad se encuentra el edificio del Monte de Piedad y luego en las Casas Nuevas.
Así que el monarca pensó que era conveniente que se adquiriera un edificio y unos terrenos para que se instalara el palacio del virrey y la sede de la Audiencia Nacional.
Consciente de que Martín Cortés había heredado esos edificios de su padre, a quien a su vez se los había dado el rey Carlos V por su aportación a la conquista, le pidió que se los vendiera y de esa manera, el hijo del conquistador había accedido a su petición.
La operación tuvo como testigo al Notario Público Cristóbal de Riaño, quien elaboró un documento de 11 páginas que fue firmado por ambos y en el cual se estipulaba el precio de 34 mil castellanos, que era entonces la moneda de la época y que se consideraba como una buena suma de dinero. (En el año 1535 se acuñó por primera vez el Castellano o Peso de Oro, moneda que tenía el peso de la centésima parte de una libra de oro fino).
El edificio se convirtió en sede del Virreinato Novohispano y de la Audiencia de México durante más de dos siglos y medio, hasta que, con motivo de la Independencia mexicana en 1821, además de pasar a formar parte de los bienes propiedad del gobierno mexicano, se transformó en Palacio Nacional.
El notario del Archivo general de Protocolos, Luis Rueda, entregó a la encargada de negocios de la embajada de México en Madrid, Francisca Méndez, la copia del acta certificada de dicha escritura de compra-venta que se conserva actualmente en perfecto estado.
El 14 de septiembre de 1886, se lleva a cabo con una ceremonia oficial, la instalación de la campana original del templo de Dolores Hidalgo en Guanajuato, la cual es transportada con honores militares. La llamada Campana de Dolores se encuentra sobre el balcón central de palacio que da al Zócalo en un nicho que fue especialmente construido, por lo que se demuele el original copetón del centro, es a partir de entonces que se usa para celebrar el aniversario del grito de Dolores el 15 de septiembre.
El último presidente que usó el Palacio Nacional como residencia oficial, fue Porfirio Díaz, quien terminó de rehabilitar el Castillo de Chapultepec para usarlo como residencia, siguiendo los pasos de Maximiliano y Lerdo de Tejada, aunque continuó siendo la sede del Poder Ejecutivo, albergando las oficinas principales de las Secretarías de Guerra y Marina, de Gobernación y Hacienda, siendo ésta última la única que queda a la fecha dentro del Palacio, además de la comandancia de la primera zona militar.
Para las fiestas del centenario de la independencia, el general Díaz ordenó en 1901 la rehabilitación casi total del Palacio, salvo el Salón de Recepciones, pero el estado actual del resto de las áreas protocolarias del Palacio Nacional pertenecen a ésta época.
En 1926 se inauguró el Salón de la Tesorería (en el espacio que ocupaba la Tesorería desde 1891), pero no fue sino hasta 1929 en que se volvió a realizar una reforma profunda al edificio, cuando el Presidente Plutarco Elías Calles mandó construir la galería o tercer nivel de toda la construcción, así como sustituir la piedra blanca de la fachada por el actual tezontle rojizo que lo caracterizan, y cambiar muchas de las características que hasta entonces lo distinguían, como eran las estatuas de ángeles sobre las puertas laterales del frente.
Entre 1930 y 1951 es cuando se realizan las pinturas murales de Diego Rivera en la escalera de la Emperatriz y en el corredor del segundo piso del patio central.
En 1945, el Presidente Manuel Ávila Camacho ordenó la creación de las Galerías de los Presidentes y de los Insurgentes que se ubican en el segundo nivel de los patios que dan al Patio de Honor en la zona de la presidencia.
*Información del diario Judío-México
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