Metropoli

Clases de natación para jóvenes en conflicto con la ley

En la Ciudad de México se atiende a 202 adolescentes de ellos 140 en internamiento 130 varones y 10 mujeres y 62 en atención externa 61 hombres y una mujer

Con el objetivo de mantener el bienestar físico y mental y al mismo tiempo garantizar a todas las personas jóvenes su derecho al deporte, el cual fomenta un sano desarrollo, adolescente en conflicto con la ley asisten a clases de natación una vez a la semana, en instalaciones adecuadas y con instructores profesionales, informó Hazael Ruiz, subsecretario de Sistema Penitenciario.

Para ello, dijo, la Dirección General de Atención Especializada para Adolescentes (DGAEA) buscó, a través de la cooperación interinstitucional, vínculos con la alcaldía de Iztacalco y el DIF local, para tener acceso a las albercas de los deportivos Leandro Valle y Niños Héroes.

Aseguró que instructores calificados y certificados en rescate, de las mismas instituciones, se encargan de brindar clases de natación de nivel básico a los adolescentes.

El funcionario subrayó que este tipo de actividades con las personas adolescentes y adultos jóvenes que atiende la Subsecretaría, contribuye a mantener su bienestar físico y mental, además que les permite tener contacto con el exterior y les ayuda para adquirir habilidades de integración social.

El 80 por ciento de los adolescentes que se encuentran en las Comunidades de Atención Especializada para Adolescentes (San Fernando), de Atención Especializada para Mujeres, de Internamiento Preventivo y Especializada para Adolescentes «Dr. Alfonso Quiroz Cuarón», asiste alternamente a sus clases de natación una vez por semana durante hora y media, comentó.

Hazael Ruiz indicó que 20 por ciento de los jóvenes que no ha participado en la actividad se debe a que por cuestiones de salud no pueden realizar actividades físicas o que asisten a juzgados o se encuentran recibiendo atención en servicio médico.

Al respecto, el director general de Atención Especializada para Adolescentes, Jorge Apáez Godoy, comentó que para un 60 por ciento de los jóvenes fue una novedad estar en una alberca, y para algunos representó un reto superar el miedo de introducirse a la misma o lanzarse de un trampolín.

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Resaltó que las clases son a nivel básico, iniciando desde chapotear, aprender a flotar y desplazarse en el agua, para llegar a tener habilidades de autosuficiencia en ambientes acuáticos.

Mencionó que esta actividad es una más del grupo que integra un programa multidisciplinario que se desarrolla con los adolescentes para lograr su plena reinserción social.

En la Ciudad de México se atiende a 202 adolescentes, de ellos 140 en internamiento, 130 varones y 10 mujeres; y 62 en atención externa, 61 hombres y una mujer.

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