Columnas

COVID19, EL VIRUS QUE SE VOLVIÓ “VIRAL”

Por Marcos E.C.

La propagación de una pandemia más de este siglo XXI, se ha caracterizado entre otras cosas, por la velocidad, con la que se ha propagado a través de redes sociales y la evolución a nivel de comunicación, que ha ido sufriendo, al paso de las horas.

Los primeros datos indicaban que el virus había salido de China, la provincia de Hubei, y su capital Wuhan. La información empezó a fluir a velocidad luz; diciendo en su primera versión, que se debía a las extravagantes costumbres gastronómicas de los habitantes de dicha ciudad; comían murciélagos infectados… de ahí, pasaron a que comían pangolín, un mamífero placentario, que (cosa extraña en estos tiempos) está en peligro de extinción, por el valor de sus escamas y su carne considerada un manjar.

El Doctor Kawaoka, fue acusado de “crear” el virus y su diseminación por el orbe. Luego fueron otros los acusados, de ahí fuimos a la confabulación ruso-china, pasando por la infaltable acción terrorista de Hamas y una locura más del jovenazo que funge como presidente de Corea del Norte. En fin, por elucubraciones no paramos. Veamos con los días, cuántas más vendrán.

En México, la primera reacción, fue contundente: escribir “la cumbia del coronavirus”; no se hicieron esperar chistes, bromas, memes y toda clase de burlas y mofas, sobre la enfermedad.

Ya en serio, las primeras medidas sanitarias y acciones de gobierno, que se tomaron, fue rezar y andar protegido, con una estampita de San Andrés Inmaculado, la cual nos libraría de todo mal. El sub secretario de Salud, confirmó que: “a los HOMBRES de alta fortaleza moral, el Covid19 (en adelante) les hacía los mandados”.  La sociedad tomó en sus manos la sabia decisión de usar, entre otros: Vick Vaporrub, jarabe Broncolin, té de ajo con miel y las magnificas “veladoras anti-coronavirus” de venta en el mercado de Sonora.

La gente que de verdad se preocupó, si empezó a tomar medidas efectivas. Cuarentena, ya que una de las cosas que, son reales y probadas por científicos, es que el periodo de incubación del susodicho virus es de catorce días.
Esta medida, es hasta este momento, la única manera de detener su propagación. Empresas con un gran sentido social y responsabilidad, se comprometieron con su gente y promovieron el “quédate en casa” y “home office” para que se trabajara desde casa.

El apoyo del gobierno, sí que se ha hecho esperar. No hay, hasta este momento, una determinación contundente que ayude a las empresas a salir del atolladero (inmediato y mediato).
Mientras, a algunos esta pandemia les ha venido como anillo al dedo, otros se truenan las falanges, pensando cómo salir de las crisis de salud y económica, ambas catastróficas.

Mientras el subsecretario de Salud (otra vez el “sub” ¿no hay secretario?) dice una cosa, el factótum de Relaciones Exteriores, es el responsable de declarar la emergencia sanitaria (¡¿?!) estos desvaríos lo único que han logrado, es que las personas no tomen con la debida seriedad y responsabilidad, que estos momentos requieren, la cruel realidad que estamos viviendo.

Cada quien tiene una versión de lo que pasa y de lo que pasará, el vacío de información oficial es enorme (aunque serviles al gobierno, aseguren lo contrario) la población está desconcertada. Cualquier información que nos llegue, pasémosla por el tamiz del sentido común. No caben en este momento filias y fobias.

En un año reclamaremos bien y con fundamentos. La oportunidad, (esa sí), “como anillo al dedo” llegará con la renovación de la cámara de diputados.

Por favor cuídense y cuiden a sus familias, niños, adultos mayores y no olviden a sus amigos no humanos, ellos también merecen nuestra atención.

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