La pandemia de COVID-19 mantiene a la compañía en espera de poder reanudar sus actividades en cuanto esto pase.
HERMOSILLO, Son.- L’ormiga Títeres, la compañía más titiritera del desierto sonorense, inició actividades en mayo de 2011 y a la fecha es la única dedicada a producir obras de esta clase en la entidad con el objetivo central de crear espacios para una sana convivencia familiar y el desarrollo pleno y feliz de su niñez.
Su directora, Ailin Ruiz Sánchez comentó que su mayor preocupación es formar públicos y para ello cuentan con una estrategia específica para la captación de públicos, la cual incluye un programa de paseos escolares para acercar los museos de arte de Sonora a los pequeños y campañas de marketing, publicidad y comunicación de alto impacto.
«Concientizamos a los maestros, directivos y jefes de familia para dejarles clara la importancia del teatro como parte de la formación integral de la sociedad en general», apuntó Ruiz Sánchez.
En su recorrido de casi diez años, los integrantes de la compañía se han convencido de que la difusión no es el problema, sino la creación de públicos: «Si existe un público formado, la difusión resulta mucho más fácil: así la gente ya está atenta a las nuevas obras, y eso nos compromete cada vez más a seguir ampliando nuestro repertorio», apuntó.
En 2019, contaron con un programa en el que se incluyó Lormiga FEST, el cual busca impactar a más de tres mil familias asistentes con la colaboración de otras compañías y escuelas anfitrionas y subsedes en Guaymas, Ciudad Obregón, Caborca y San Luis Río Colorado.
«Se realizó el primer simultáneo de funciones que se transmitió por redes sociales, con lo cual el festival permeó hasta los rincones más alejados del estado a través de las nuevas tecnologías».
Ailin Ruiz precisó que el festival se inauguró con la primera exposición museográfica Títeres en el Desierto: Trayectoria del Arte de los Títeres en Hermosillo, Sonora, trabajo de investigación documental para resguardo de la historia.
L’ormiga ha obtenido dos becas del Fondo Estatal de Cultura y Artes en Sonora (FECAS 2012-2013 y 2017-2018) en las categorías de grupos artísticos con proyectos de alto impacto para la comunidad, y una del Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMYC 2017-2018) gracias a la obra Historias de Comcaac.
En el 2016 ganaron la primera convocatoria de Teatro en Escuelas Públicas del Instituto Sonorense de Cultura, donde realizaron funciones de títeres sobre la identidad cultural del estado en formato de carromato (teatro rodante de madera que jalaban con una pick up para colocarlo en espacios abiertos).
Ailin Ruiz explica que sus aspiraciones no terminan ahí, pues no quitarán el dedo del renglón hasta fundar la primera Casa de los Títeres de Sonora, para lo cual trabajan duro con las autoridades: “Es el siguiente paso, hacer esa ventana para los titiriteros y la descentralización de los artistas”.
Por ahora L’omiga Títeres se encuentra en espera de que pase la pandemia de COVID-19, para poder continuar con sus actividades.
Fotos: Cortesía
