Terminamos un año muy difícil, con la esperanza de que el que llega será mejor.
Hace más o menos un año, tuvimos las primeras noticias sobre la aparición de un virus que contagiaba y mataba a ciudadanos en Wuhan, China, de manera acelerada y sin que se tuviera una cura. Muy pronto, la movilidad humana hizo que el virus rompiera las fronteras internacionales y miles de asiáticos y europeos empezaran a caer, víctimas del que ya era entonces conocido como coronavirus.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) salió inmediatamente a brindar apoyo e iniciar la búsqueda, no solo de una explicación sobre el origen de este virus, además con un llamado a la comunidad científica internacional para buscar una cura. Rápidamente, esto se convirtió en una epidemia y ante el número de contagios la OMS decretó pandemia mundial.
México no fue la excepción, en los primeros meses de 2020 el virus contagió a cientos en todo el territorio nacional, y después fue necesario llamar a un confinamiento que de poco sirvió, porque miles de mexicanos sucumbieron a las complicaciones del que para entonces ya había sido clasificado como el virus del SAR-CoV2 o Covid-19.
Quienes más lo padecieron y siguen padeciéndolo, son los sectores vulnerables, no solo por las enfermedades de morbilidad que padece un importante porcentaje de mexicanos, como diabetes, obesidad, hipertensión y otros, eso sin contar la falta de seguridad social y tratamientos adecuados para curar los síntomas de esta nueva enfermedad.
La economía también sufrió un duro golpe, miles vieron su salario recortado a la mitad, y en los peores casos se perdieron cientos de miles de empleos, mientras los gobiernos daban tumbos en un intento para responder al grito desesperado de empresarios, microempresarios y trabajadores no asalariados.
Con el paso de los meses, y sin poder lograr lo que llamaron aplanamiento de la curva porque nunca se redujo el número de contagios, creció la cifra de personas infectadas, aumentó el número de muertos y vino una saturación de hospitales, e incluso escasez de insumos como el oxígeno, tan necesario para quienes tuvieron los síntomas del covid-19.
Hoy, el Valle de México y algunos estados de la República se encuentran en semáforo rojo, las reuniones han sido suspendidas, los negocios no pueden recibir clientes y se hace un desesperado llamado a la población para que usen cubrebocas, gen antibacterial, desinfectantes y, sobre todo, la sana distancia.
Así, llegamos al final del 2020 con una vacuna que se convierte en la luz al final del túnel para los desesperados contagiados del covid-19.
Un año difícil, que los mexicanos hemos logrado sortear; seguro aún falta mucho para que la vacuna se masifique y se pueda hablar de una recuperación económica, no por ello el país está derrotado. Los mexicanos hemos demostrado una vez más la fuerza de la unidad, la solidaridad y el corazón que nos caracteriza.
DeReporteros.com no ha sido la excepción en esta dura batalla. Estimados lectores, el equipo que conforma DeReporteros.com les agradece su acompañamiento en este año que termina; uno de los años más difíciles que nos ha tocado vivir en los últimos tiempos.
Elevamos oraciones por los 124 mil 897 mexicanos que murieron hasta este miércoles por esta pandemia que nos azota, y pedimos a Dios que al personal sanitario le de fuerza y salud para seguir adelante en su lucha por rescatar de las garras de este virus, a todos aquellos que hoy están internados en un hospital o en casa. Aquellos que perdieron un familiar, amigo o conocido nuestro más sincero pésame.
No perdamos la esperanza que 2021 será un año mejor, sin embargo, no hay que bajar la guardia porque termina el año, pero no esta pandemia. ¡Bienvenido 2021!
