Internacional

Han pasado su vida entre conflictos armados unos 87 millones de niños menores de 7 años UNICEF

Nuevos datos revelan el número de niños que están expuestos al conflicto durante el periodo más importante de desarrollo del cerebro

NUEVA YORK, 24 de marzo de 2016 – Más de 86,7 millones de niños y niñas menores de siete años han pasado toda su vida en una zona asediada por el conflicto, un factor que representa un riesgo para el desarrollo de su cerebro, según afirma hoy UNICEF.

Durante los siete primeros años de vida, el cerebro del niño o la niña tiene la posibilidad de activar 1,000 células cerebrales por segundo. Cada una de estas células, llamadas neuronas, tiene la facultad de conectarse con otras 10,000 neuronas a una velocidad de miles de veces por segundo. Las conexiones del cerebro son elementos básicos para su futuro, ya que definen cómo será su salud, su bienestar emocional y su capacidad de aprendizaje.

Las y los niños que viven en zonas de conflicto están a menudo expuestos a traumas extremos que les exponen al peligro de vivir en una situación de estrés tóxico, un estado que inhibe la conexión de las células del cerebro y que tiene importantes repercusiones que afectarán su desarrollo cognoscitivo, social y físico para el resto de su vida.

“Además de las amenazas físicas inmediatas a las que se tienen que enfrentar niñas y niños durante estas crisis, corren igualmente el riesgo de sufrir secuelas emocionales enraizadas en lo más profundo de ellos mismos”, dijo la responsable de UNICEF para el desarrollo de la primera infancia, Pia Britto.

Las cifras de UNICEF indican que, en todo el mundo, 1 de cada 11 niños de 6 años o menos ha pasado la época de su vida más importante para el desarrollo del cerebro, en una situación de conflicto.

“Los conflictos privan a niños y niñas de su seguridad, de su familia y de sus amigos, del juego y de la rutina. Y todos ellos son elementos de la infancia que les ofrecen las mejores oportunidades posibles para desarrollarse completamente y aprender de manera eficaz, lo que les permitirá participar en la economía y en la sociedad, y crear comunidades sólidas y seguras”, dijo Pia Britto.

“Esta es la razón por la cual debemos invertir aún más para proporcionar a niños, niñas y a los cuidadores, suministros y servicios indispensables tales como materiales pedagógicos, apoyo psicosocial y espacios protegidos amigos de la infancia; todo ello puede contribuir a restablecer en pleno conflicto, el sentimiento de ser niño”.

Un niño nace con 223 millones de neuronas activas, pero para que el cerebro alcance su plena capacidad de funcionamiento en la edad adulta, con alrededor de 1,000 millones de neuronas capaces de conectarse entre ellas mismas, es muy importante el desarrollo en la primera infancia. Esto comprende la lactancia materna y la nutrición adecuada desde temprana edad, la estimulación por parte de los cuidadores, así como la oportunidad de aprender, crecer y jugar en un entorno seguro y sano.

Como parte de sus intervenciones en situaciones de emergencia humanitaria y crisis prolongadas, UNICEF trata de mantener a los niños en entornos amigos de la infancia, ofreciéndoles kits de emergencia con materiales pedagógicos y recreativos. Solamente el año pasado, estos kits ayudaron a más de 800,000 niños que se encontraban en situaciones de crisis.

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