Columnas

El culto a la Santa Muerte es respetuoso de otras creencias

Seguidor de la santa muerte lo puede ser cualquiera, Enriqueta Vargas

Por Enriqueta Vargas

 

Seguidor de la santa muerte lo puede ser cualquiera, sin embargo se dice que lo son, principalmente, las personas que viven en situación de riesgo constante, y que por costumbre portan escapularios o dijes con su imagen y algunos la tatúan en su piel. Hay quienes aseguran que los seguidores de este culto viven entre lo legal y lo ilegal.

Este culto no olvida sus raíces ancestrales, su origen en nuestros antepasados, que se perfecciona con la fusión de dos culturas, pero que adquiere y toma vigencia en esta época moderna llena de corrupción, impunidad, intolerancia, insensatez e incertidumbre para dar paso a una nueva forma de ver y practicar los valores del ser humano.

Por eso, nuestros actos de culto están basados en conceptos de sinceridad, amistad, lealtad, honestidad, certidumbre, veracidad, resistencia ante el dolor, valentía ante las adversidades, fortaleza ante las enfermedades y desavenencias.

Los devotos de la santa muerte somos portadores de una nueva moral que se enriquece con los hechos reales de devoción de los creyentes, quienes no aceptamos ni utilizamos las palabras como medios de convicción.

Para ser “santamuertero”, solo se necesita claridad de pensamiento y obra, entendiendo como obra «la realización diaria de nuestras actividades sea de cualquier naturaleza», pero sin olvidar que quien vigila, cuida nuestros pasos y nos protege es nuestra madre, la niña blanca.

No ignoramos que otras religiones, apartándose de la libertad de creencias que consagra la Constitución Federal, han pretendido mostrarnos como un culto diabólico.

Tampoco ignoramos que, en algunos estados de la república mexicana, arbitrariamente, han derribado altares de la santa muerte. esos ataques, no nos intimidan. ¿saben por que? porque el nuestro es un culto respetuoso de las creencias ajenas, armonioso en su relación con los demás y consciente de que el valor supremo que nos honra: es que en el hemos encontrado la esperanza para tener un futuro mejor y mas digno, un futuro sin restricciones, un futuro donde se ejerciten las libertades a que tiene derecho el ser humano para realizarse plenamente.

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