El Zócalo era un mar de luces de teléfonos celulares y Bosé enfatizó al decir que el público mexicano era cómplice y culpable del inicio de una nueva era
Por José Santos Navarro
Exento de pecado pero con descaradas canciones, Miguel Bosé ante un Zócalo pletórico –con dos generaciones de enamorados-, dijo ser un hombre de paz que pensaba dejar a sus hijos un mejor mundo, pero, con tristeza apuntó: “creo que eso no va a pasar”. Aprovechó la noche, la multitud y el escenario para solidarizarse con exiliados y migrantes.
Liverpool y Palacio de Hierro sobre avenida 20 de Noviembre, fue la puerta de entrada al concierto “Bosé Estaré 2017”, donde habría canto, música y poesía que han dado fama mundial al cantante español. Frente a una catedral apaciguada la multitud ensayaba otra oración: “Morir de amor, despacio y en silencio…”.
19:42 se encienden las luces del escenario. El frenesí nocturno se volvió alarido coronado de aplausos. Aparecen los músicos uno a uno. Hacen caravana y ocupan sus puestos. 19:43 Aparece Miguel Bosé con todos sus años completos, vestido de negro camina de lado a lado del escenario: Comienza el concierto ante miles de personas que canta y bailan.
“Hay un ángel en tu mirada”, canta Bosé quien interpreta sus primeras canciones “Duende” y “Sereno”, luego agradece la asistencia de la gente y describe la inmensidad de colores que ve desde el escenario. De esta forma inició el concierto que con motivo del Día del Amor y la Amistad, organizó el gobierno de la CDMX.
El Zócalo era un mar de luces de teléfonos celulares y Bosé enfatizó al decir que el público mexicano era cómplice y culpable del inicio de una nueva era en la que el cantante decidió confesarse, pero dijo: “Estoy exento de pecado, sólo tengo descaradas canciones”. Acto seguido presentó a su primer invitada Ximena Zariñana con quien cantó “Aire Soy”. Con cada uno de sus invitados, cantó una canción.
Luego, sostuvo que él es un hombre de paz quien trabaja por un mundo mejor para dejárselos a sus hijos, pero, ante los problemas internacionales actuales, reconoció que “ello no será posible”. Afirmó que la paz se trabaja en diferentes frentes y, uno de ellos es la solidaridad con exiliados y migrantes a quienes ofreció su casa.
Bosé pidió a los jóvenes no pintarse el pelo de rubio-platino, porque aseguró que luego les dan ganas de hacer muros. Hubo aplausos. A las 20:23 horas Bosé invitó al público a dar un salto al pasado para destapar sensaciones. Pidió hacer un espacio para llenarlo de cosas y en ese momento subió Paty Cantú con quien cantó “Amiga” y la multitud también cantaba: “Si he sido lo que fui, fue por tu cuerpo…”.
Luego vino “Morir de Amor”: “Creo en Ti”, “Linda”, “Don Diablo”. Interpretó su más reciente canción “Estaré”, donde habla de él como padre, diciéndole a sus hijos que un día ya no estaré. 20:53 sube al escenario Sasha Sokol con quien interpretó “Como un Lobo” y después, el clímax con Pepe Aguilar quien canta a dúo con Miguel Bosé la canción de Juan Gabriel: “Siempre en mi mente”.
La sorpresa de la noche fue Ana Torroja con quien cantó “Morena Mía” y al finalizar ambos se dieron un largo beso en la boca. A las 21:16 horas Miguel Bosé agradece la asistencia y desea buenas noches. Pero, el público manda y vino el clásico grito: “¡Otra… otra… otra! Y a pesar de que las luces del escenario se había apagado, volvió Bosé ahora con Fonseca y cantó “Bambú”.
Finalmente, en el Zócalo nadie murió de amor y cerró el concierto con Beny Ibarra con quien cantó “Sólo si”. Ya como despedida y por amor a México, dedicó a nuestro país la canción “Te amaré”: “Te amaré, te amaré, como no está permitido…”. La multitud se disipó como ríos nocturnos a las estaciones del Metro, sin dejar de cantar…