Todos hemos pegado a la piñata alguna vez, todo mexicano sabe esa famosa cancioncita que nos dice que no perdamos el tino y así como perdemos el tino al intentar pegarle a la piñata con los ojos vendados, así mismo sucede en la vida, al decir o realizar acciones con las que perdemos el camino. Hace unos días en esta época en que en nuestro país acostumbramos pegarle a la piñata en las famosas posadas veía como Leonora con esa chispa en su mirada y a penas aguantando el palo, daba unos tundos a una piñata de cartón que fue bastante resistente, de pronto Leonora me dijo: «mamá ya no quiero que le peguen a la piñata» y se hecho a llorar, trate de calmarla aunque se fue a un rincón a llorar, la levante y le dije que todos los demás niños querían participar que ya estaban encarrerados y que debía dejar a los demás que tomaran su turno, al ver a Leo sufrir por ese hecho me vienen a la mente mis padres, yo aferrándome a que «algo» que esta destinado a reventar no se rompa y ellos intentando consolarme y decirme que deje ir las cosas, las personas, el pasado, los malos actos, lo que nos hace daño.
Me resisto como Leo y así me voy a un rincón a llorar, tal vez es característica natural del ser humano aferrarnos, no lo sé, tal vez porque no sabemos que después de que la piñata reviente y al recoger los pedazos de ella o de lo que quede vienen frutos dulces, viene la recompensa, el premio, el dulce… sabor de lo que no sabíamos había dentro del hueco oscuro al que tuvimos que golpear y en el peor de los casos tal vez incluso nos reboto en el rostro.
Me encanta que Leonora participe de las tradiciones que tenemos en México, aun no carga los peregrinos, aun le da felicidad recibir un aguinaldo de dulces y no el aguinaldo que se nos va en deudas o en el peor de los casos ese aguinaldo que no llega pues tal vez tu como yo lleves menos de dos o un mes en tu empleo, quiero que Leo sepa el valor de lo importante que no se clave en daños innecesarios, que aprenda a pegarle a la piñata para que esta no rebote jamás en su cara y la golpee y la deje sin la ilusión de recibir lo dulce. Cuando llegue Navidad no quiero que se sienta sola o vacía o que tenga recuerdos funestos, creo que si pudiéramos dar un regalo a nuestros hijos, el padre mas vil del mundo elegiría darle felicidad a su hijo.
Recuerdo hace varios años que justo a la víspera de Navidad mi papá se quedó sin empleo, días atrás lo veíamos triste y nos dijo que había salido de vacaciones, sin embargo, un recorte de personal le había quitado el empleo, un día antes quizá no aguanto la presión pues siempre se esforzaron por darnos un pequeño detalle en fiestas decembrinas, un día antes mi hermano y yo escuchamos hablar a mis papás del tema sinceramente no entendíamos la gravedad, esta para ellos no radicaba en tener algo para si mismos radicaba en que no tendrían para darnos un obsequio pues a mi papá le pagarían «hasta después», recuerdo muy bien esa Navidad, mi mamá fue a una tienda compro jamón, queso y unos pequeños bolillos, durante el camino mi papá fue bromeando con mi mamá, jugaba con nosotros, en el camino que recuerdo fue largo
todos sonriendo mi mamá se veía entusiasmada a pesar de la carencia económica, fue una navidad fuera de lo común, al día siguiente llego Santa Claus me trajo un conejito y a mi hermano un changuito ambos de peluche, recuerdo con amor que mi papá nos llevaba a comer unos filetes de pescado con una señora que colocaba la salsa en una botella de aceite 1, 2, 3, no era el restaurant de lujo, a un niño no le importa cuanto dinero tenga papá, pero si cuantas sonrisas nos arrebató, mi papá es el mas entusiasta en época Navideña, ahora con Leonora su entusiasmo aumenta, no se mucho de las navidades de los padres de su papá de Leo pero sí se que su abuela paterna esta muy ilusionada en darle el mejor de los recuerdos a Leo en esta Navidad, sé que aunque le diga que ya no le compre obsequios ella con todo el amor lo hará, aunque hoy se que los mejores regalos en la vida no tienen caja, ni moño o publicidad de marcas popof, solo van adornados con el alma y se llaman momentos que mas tarde se vuelven recuerdos que de vez en vez nos devuelven una sonrisa, nos hacen sentir niños y nos hacen esforzarnos por ellos, los que vienen en camino atrás de nosotros siguiendo nuestros pasos y por desgracia a veces no son los mejores hace no mucho un buen amigo ya de edad me dijo que era preferible tener paz que razón pero que la soberbia a veces no nos deja y desgraciadamente es esta la que no nos deja.
No se que tan mal le he pegado a la piñata, se que he perdido el tino y la piñata a muchos nos dio fuerte en el ser. Este año muchas personas perdieron sus hogares a consecuencia del sismo, perdieron seres amados, entre los escombros de septiembre a muchos se nos quedo el alma en pedacitos al ver salir niños, mujeres, hombres, sin vida y en esa gran piñata los regalos fueron: la solidaridad, el amor, la Unión y el respeto, recuerdo olas de gente yendo a ayudar a sacar hermanos de entre los escombros, recuerdo el Cielito lindo en gargantas desgarradas por el dolor de la perdida, recuerdo a Leonora haciendo un dibujo de un perro, diciéndome: «cuando sea grande quiero ser un perro que ayuda como el que saca gente en la tele», morí de risa cuando la imagine siendo perro, me lleno el alma con sus palabras nobles.
Hoy quiero el mejor regalo para ti mi niña hermosa, mi Leonora a quien le faltan muchas piñatas por golpear, quiero darte lo que para mi fue mejor de niña, el abrazo de mi padre, quiero que tengas el abrazo de tu papá, de tus tíos, de tus abuelos, de los amigos que nos aman y el perdón de los que desean algo malo para quienes te amamos.
Hace un día tu papá me dijo: «si yo estoy bien y tu estas bien, Leonora estará bien, es una niña fuerte». A veces no se como o cual es la formula para estar bien, pero se que estar bien no solo debe ser para una época como esta que huele a ponche, a intercambios o colación, lo debe ser todo el año, lo que se es que no quiero que llores mas por que no quieres que alguien mas le pegue a la piñata, se que no quiero que pierdas el tino y mucho menos el camino y que todo vale la pena cuando esta con quienes amas, quiero que sepas que Navidad no es solo regalos, y la visita de Santa o el nacimiento del niño Dios (de acuerdo a las creencias de tus abuelos), en Diciembre como en marzo o en mayo se vale no tener para los regalos, se vale no llenar el árbol de presentes o no tener comidas super preparadas, podremos comer una tortita de jamón de recibir juguetes humildes, lo que no debemos es seguir albergando reliquias del pasado, que pesan y cansan y a veces matan, lo que no debemos es olvidar darle una llamada a los amigos, a la familia, Navidad, es renacer y volver a empezar, compartir y crear ilusiones. Finalmente te digo si algún día me lees que no porque te comas un cascabel te vuelves un reno no se de donde sacaste esa idea, pero es una idea genial, probablemente retomada de alguna película que hayas visto en los largos ratos que tu papá y yo nos perdemos tu crecimiento y en esos momentos en que tu abuela prepara la comida y tu disfrutas de tus películas de Navidad.
Leonora amada disfruta donde estés, con quienes te aman, no pierdas el camino como algunas muchas veces lo ha perdido tu madre.
No se cual fue su piñata este año, ese algo que no querían o se resistían a quebrar pero si quiebra hoy o mañana esperemos tener la fortaleza para recoger lo mejor de lo peor, porque aun de entre lo oscuro vendrá luz, o eso es lo que llamamos esperanza…