Columnas

TV Azteca tacha de farsante a López-Gatell y, por ende, tira la política sanitaria de L. Obrador

Por Jesús Sánchez Ramírez

Algo muy cabrón -permítaseme la expresión-, ha pasado en las últimas horas entre la administración del Presidente de la República, licenciado Andrés Manuel López Obrador, y el grupo político-empresarial de Ricardo Salinas Pliego, para que el sicario de este último se fuera duro y a la cabeza contra el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, quien ha fungido como vocero no sólo del sector salud sino de toda la administración federal en caso del coronavirus Covid-19.

¿Qué pasó con Tv Azteca? ¿Realmente es más fuerte su interés por cobrar sus abonos chiquitos que la salud de sus empleados? ¿No le satisfizo el salvamento que le hizo la Secretaría de Educación Pública, vía su exempleado Esteban Moctezuma Barragán? ¿O será acaso que están molestos porque el SAT les ha recordado multimillonaria deuda en impuestos? ¿Qué le habrá picado a Salinas Pliego para que se le fueran directo a la yugular de López-Gatell, y con ello echar por la borda la sana distancia, el aislacionismo voluntario y todo, prácticamente todo, el planteamiento para enfrentar la pandemia del nuevo siglo?

Porque mire usted con sus propios ojos lo que vociferó Javier Alatorre la noche del pasado viernes, mientras salía vaho por los belfos: «como todas las noches, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell encabezó la conferencia sobre el #Covid_19 en México. Pero sus cifras y sus conferencias ya se volvieron irrelevantes. Es más, se lo decimos con todas sus palabras, ya no le haga caso a Hugo López-Gatell».  https://t.co/09Zjcyw4Gu

A lo que el subsecretario contestó a través de Twitter que «si no continuamos las medidas de mitigación, que se resumen en #QuédateEnCasa, aumentarán los contagios y eso nos afectará. En otros países circularon en el espacio público aún con la epidemia y cuando quisieron detenerla era demasiado tarde. No queremos eso para México». https://t.co/Ehh3djmDsZ

Debemos tener muy en cuenta que esta no es la primera ni será la última vez que Salinas Pliego responda con todas las baterías cuando vea sus intereses en peligro, para nada. Recordemos, por ejemplo, la andanada contra la familia Saba cuando quiso incursionar al negocio de la TV. El enfrentamiento también con Carlos Slim uno de los hombres más ricos del mundo por el mismo tema. Y retrotraigamos a la mesa de debate el caso de la planta de fertilizantes agronitrogenados que compró Pemex y que a la postre resultó un fraude a la nación, según colegió la Auditoría Superior de la Federación.

Ahí también estuvo la mano negociadora de Salinas Pliego. Baste recordar lo que en el portal Aristegui Noticias se publicó en su momento: «el empresario Ricardo Salinas Pliego y Banco Azteca demandaron por “daño moral” a la revista Proceso, a dos integrantes de su equipo directivo y a un reportero por las investigaciones periodísticas de ese medio, sobre “vínculos del magnate con la compraventa a sobreprecio de Grupo Fertinal por parte de Pemex durante la administración de Enrique Peña Nieto”, expuestos en su edición titulada “Pemex-Fertinal. El gran fraude de Salinas Pliego“.

Dicen que para muestra un botón, pero aquí estamos como en bonetería. ¿Qué es lo que quiere ahora el agonista Salinas Pliego? ¿Llamar a la desobediencia social le conllevará alguna sanción? ¿O López Obrador contestará con un lacónico «y yo por qué» como su antecesor Vicente Fox cuando le inquirieron sobre el despojo del otrora CNI Canal 40 a manos del susodicho sujeto? ¿O será que ahora sí vamos a ver de qué cuero salen más correas?

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