La víctima denunció que la orden fue del presidente municipal de MORENA, Dorian Ricardez.
Texto y fotos: Iván Castillo R.
Corresponsal
OAXACA, Oax.- Avergüenza dar cuenta de servidores públicos que agreden a trabajadores de salud, porque creen que pueden contagiarlos de COVID-19, y también avergüenza que haya autoridades, como el edil morenista de Astata, Dorian Ricardez, que avalen estas irracionales agresiones contra quienes luchan por salvar la vida de otros a costa de la suya.
En lo que va de la pandemia en México, varios trabajadores de salud han sido agredidos, en su mayoría por ciudadanos, pero no habíamos sabido de algún caso en el que los agresores sean policías como sucedió este martes 2 de junio, cuando el enfermero Pedro Rosales Avendaño fue brutalmente golpeado por Policías Municipales de Santiago Astata, ubicado en la región de la Sierra de Oaxaca.
De acuerdo a los primeros informes que se difundieron, estos reprobables hechos se registraron el martes 2 de junio a las 21:00 horas, cuando el enfermero se dirigía al centro de salud donde labora. Rosales Avendaño es originario de La Barra de Copalita y se dirigía a Santiago Astata en donde esta el centro de salud al que fue asignado.
Sin embargo, al pasar el filtro de sanidad fue detenido por elementos de la Policía Municipal; al identificarse como enfermero, los uniformados lo bajaron de su auto con lujo de violencia, indicándole que era un contagio de COVID-19 y que no podía pasar porque iba a infectar a la comunidad.
Con justa razón, esto provocó el enojo del trabajador de salud que le reclamó a los policías su actitud; se hicieron de palabras y los policías respondieron tundiendo a golpes al enfermero, quien presenta heridas de gravedad a la altura de la cabeza.
Pedro Rosales Avendaño denunció que los Policías Municipales de Santiago Astata acataron una orden del edil morenista Dorian Ricardez.
Pedro Rosales Avendaño es trabajador de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), y denunció este hecho como parte del riesgo que, desafortunadamente, enfrentan los profesionales de la salud por la emergencia sanitaria, por la ignorancia sobre la transmisión del virus, y como un acto de abuso de autoridad.
A su vez, los policías acusaron al enfermero de haber sido agresivo, asegurando que él golpeó al policía Obed Rosas Hernández, con una llave de cruz automotriz y u marro, resultando con lesiones en la cabeza, cuello y espalda.
Sobre este vergonzoso caso, la Fiscalía General de Justicia del estado tomó conocimiento y determinará los hechos, en donde sólo por ser enfermero fue agredido al servicio de salud, quien solo se dirigía a cumplir su trabajo de cuidar la salud de los ciudadanos.
Navajazo a enfermera para robarle
El pasado 1 de mayo, par de miserables que viajaban en una motocicleta, madrugaron pero no para ir a trabajar sino para salir a asaltar a quien encontraran a esa hora, desafortunadamente fue una enfermera la que se cruzó en su camino, a la que despojaron de sus pertenencias y le propinaron una puñalada.
Fue a las 06:50 horas del viernes 1 de mayo, cuando la joven había salido de su domicilio para dirigirse a sus labores al hospital.
Caminaba por la esquina que forman las calles Enrique C. Rébsamen y Gustavo Mendoza, en la colonia Educación, en la agencia de Santa Rosa Panzacola, cerca de riveras dell Río Atoyac. En ese lugar fue alcanzada por dos malvivientes que viajaban en una motocicleta color rojo, la interceptaron pero ella opuso resistencia al asalto, por lo que estos cobardes la golpearon y le dieron un navajazo en el brazo y después huyeron con las pertenencias de la joven.
Mientras los rateros escapaban con rumbo desconocido, la mujer fue auxiliada por sus compañeras enfermeras y médicos de su centro laboral.
Dos médicos agredidos y ningún detenido
Esto ocurrió el pasado 26 de abril, en la Clínica Cheguigo, ubicada en la octava sección en Juchitán de Zaragoza, Oaxaca, donde una persona que viajaba en un autobús urbano arrojó un huevo al automóvil de un doctor.
Esto fue documentado a través de un video, el cual fue enviado al comisionado de Seguridad Pública del municipio para iniciar las investigaciones correspondientes.
Mientras que en el municipio de Tezoatlán de Segura y Luna, en la Mixteca, una mujer arrojó cloro a un médico que trabaja en la localidad desde hace tres años, por considerarlo un foco de infección de Covid-19.
En ambos casos las autoridades no hicieron nada, incluso en el caso ocurrido en Tezoatlán, de acuerdo al testimonio del doctor, su denuncia fue ignorada por la presidenta municipal, Alexa Cisneros.
Pese a que en Oaxaca fue reformado el Código Penal para castigar con nueve años de prisión a quienes agredan a personal médico, debido a la emergencia sanitaria que se vive. Sin embargo, hasta ahora no se ha aplicado esta sanción contra agresores.
