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Trabajadores funerarios también están en la primera línea ante COVID-19

Igual que los médicos y enfermeras, ellos también tienen que estar lejos de sus familias.

Texto y fotos: Iván Castillo R.

Corresponsal

OAXACA, Oax.- Los agentes funerarios, comúnmente conocidos como «muerteros», al igual que los médicos y enfermeras están en la primera línea ante el COVID-19, por lo que su trabajo es considerado de alto riesgo ya que son quienes se encargan de retirar los cuerpos en algún hospital y trasladarlos al horno crematorio.

Víctor Chora Canseco, quien tiene  más de 11 años de trabajar en esa actividad, comentó que en estos tiempos deben extremar precauciones  y hacer uso del equipo adecuado, no sólo para proteger su vida, sino de la de su familia.

«De entrada, ahora visitó a mi familia una sola vez por semana, debo ir completamente limpio, sanitizado de pies a cabeza para poder convivir un rato con ellos y luego regresar al trabajo», apuntó.

Chora, como es conocido entre sus amigos, labora para Memorial Casa Funeraria, ubicada en el valle de Etla, la cual cuenta con un horno crematorio, sin embargo, hace unas semanas fue clausurada por la autoridad municipal, presuntamente por no contar con los permisos correspondientes.

Esta situación y ante la demanda de los servicios de cremación, orilló a esa empresa a seguir ofreciendo el servicio, pero ahora esta actividad la realizan fuera del estado. «Los cuerpos los tenemos que llevar a alguna ciudad del estado de Puebla para que sean cremados, ya que en la capital solo está funcionando un horno crematorio y hay mucha demanda, y el que un cuerpo permanezca en ‘espera’, representa un peligro para todas las personas», subrayó.

Cuentan con equipo adecuado

Explicó que, cada que él y su compañero realizan un servicio, deben protegerse y hacer uso de un overol hermético, careta industrial, botas industriales, guantes y goggles a fin de no tener ningún contacto con el cuerpo.

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Ya terminado el traslado del cuerpo, el overol es desechado, mientras que la careta, goggles y botas pueden ser reutilizados luego de ser desinfectados por casi cuatro horas en una solución a base de hipoclorito.

Narró a este reportero, que cuando decide ir a visitar a su familia, se tiene que asear por completo, dejar la ropa que usa en el trabajo y sanitizarse con la misma solución a base de hipoclorito. «La ropa ya no la llevo a mi casa, la lavo en el lugar de trabajo con los desinfectantes recomendados por el Sector Salud, así como los empleados nos desinfectamos por completo para prevenir algún contagió», compartió.

A pesar de lo riesgoso de su trabajo, dice que continuará en esta actividad, en la que empezó hace más de 11 años en una funeraria del Centro.

«Anteriormente nadie se preocupaba por nosotros, pocos sabían realmente sobre nuestro trabajo, pero ahora hay muchas personas que reconocen realmente lo delicado de la actividad que realizamos, ya que anteriormente sólo nos cuidábamos de no tener contacto con cuerpos de personas que habían fallecido por hepatitis o VIH, pero ahora es más delicado con el virus del COVID-19», detalló.

Quédate en casa

Pese a que todos pudieran pensar que el Covid-19 representa un gran negocio para los «muerteros», ellos mismos recomiendan «Quédate en casa».

Ellos han visto el sufrimiento de los familiares, de personas fallecidas por este virus, ya que no les permiten realizar el servicio de velación, `por el contrario, deben llevarlos directamente al horno crematorio.  El servicio de cremación va de los ocho mil hasta los 20 mil pesos, de acuerdo a la funeraria que se contrate.

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