Ecología

El calentamiento global también impacta en la salud mental

Por replicación de patógenos o eventos climáticos extremos, aumentarán brotes de enfermedades infecciosas, incluso en zonas no endémicas.

El impacto a la salud por el cambio climático va más allá del fallecimiento de las personas, pues también se han registrado daños a la salud mental, como depresión, ansiedad, estrés postraumático y exacerbaciones de trastornos de personalidad en quienes sobrevivieron a eventos catastróficos, subrayó Alberto Vital, titular de la Coordinación de Humanidades de la UNAM.

“Indirectamente, los efectos en la salud mental se deben a daños en la infraestructura socioeconómica, enfermedades, hambrunas, sequías; es decir, efectos crónicos del cambio climático que aumentan el estrés y la ansiedad a largo plazo, y con ello el riesgo de conflictos y desplazamiento de comunidades”, precisó el miembro de la Fundación Mexicana para la Salud.

Los desplazamientos humanos causados por fenómenos ambientales han aumentado considerablemente: se calcula que para el 2050 habrá 143 millones de refugiados ambientales, mientras que la Organización Internacional para la Migración estima que la cifra podría llegar a los mil 500 millones de migrantes en los próximos 30 años, refirió.

Comentó que el cambio climático nos compete a todos y nos hermana como habitantes del planeta.

Alberto Vital recordó a Juliana González. “Es alguien que tiende puentes y suma voluntades, como lo revela su texto ‘Dilemas de bioética’, donde enfatiza que la filosofía tiene una responsabilidad fundamental con la bioética, con sus consensos y disensos”.

Calentamiento global, desafío bioético

En tanto, Manuel H. Ruiz de Chávez, miembro del Consejo Directivo de Fundación UNAM y titular de la Comisión Nacional de Bioética, de la Secretaría de Salud, comentó que el calentamiento global es el desafío bioético más complejo de nuestro tiempo, pues agudiza problemas de derechos humanos, asñi como enfermedades y la migración.

Alertó que, afecciones como la malaria, fiebre amarilla, leptospirosis y leishmaniasis se presentarán cada vez más al norte del continente debido a que el cambio climático favorece la expansión de sus vectores.

Indicó que la incidencia de ciertos padecimientos avanza conforme se incrementan las temperaturas; Ejemplo de ello es que para 2050 se espera que en Nueva York se registren casos de dengue.

La ocurrencia de enfermedades depende de las condiciones sociales y ambientales, aclaró, “pero algunas son sensibles a las variaciones del clima, y se espera que aumente su tasa de incidencia. Las cifras de dengue en México son alarmantes en este 2019, con más de 20 mil casos confirmados, y se señala que la propagación del mosquito que transmite el virus ha alcanzado áreas que superan los dos mil metros sobre el nivel del mar”.

El también fundador de los Consejos Mexicanos de Salud expuso que en septiembre de 2019 se hizo un mapeo del posible efecto del calentamiento global en la distribución del mosquito Aedes aegypti, que además es vector de fiebre amarilla, chikunguña, Zika y virus Mayaro.

“Se estima que por la replicación del patógeno o eventos climáticos extremos aumentarán brotes de enfermedades infecciosas como malaria, paludismo y fiebre amarilla, incluso en zonas no endémicas”, remarcó.

Debido a estos escenarios, Ruiz de Chávez enfatizó la necesidad de replantear los sistemas de salud, adaptándolos para atender enfermedades crónicas y agudas sensibles al clima, sin soslayar la necesidad de mitigar el cambio climático.

De igual forma, destacó la labor de la UNAM, que con apoyo de los jóvenes ha desarrollado programas como Pumagua y Ecopuma, el Instituto de Energías Renovables y el Programa Universitario de Bioética, encaminados a acercar estos temas a la comunidad y elaborar propuestas para actuar en pro del ambiente.

El exacadémico de la Facultad de Medicina remarcó que Ecopuma apoya a instituciones públicas y privadas para evaluar el desempeño ambiental de edificaciones, a las que se entrega un diagnóstico y un plan de trabajo para mejorar. El Centro de Ciencias de la Atmósfera impulsó el Programa de Investigación en Cambio Climático y la Red Universitaria de Cambio Climático, que desarrollan proyectos e incorpora a estudiantes que deseen participar.

En la foto: Manuel H. Ruiz de Chávez

Foto: UNAM

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