CONCEPCIÓN OCÁDIZ | ecoshidalgo.com
De los 21 infantes, seis tienen menos de un año lo que indica que nacieron durante la contingencia sanitaria. Nueve ya cumplieron un año de edad, en tanto seis infantes, tienen dos años de vida.
En total hay ocho niños y tres niñas que están bajo el cuidado de sus madres tras las rejas esperando una condena aunque la mayoría ya tuvo una sentencia.
Los bebés menores de un año de edad se encuentran en los brazos de sus progenitoras en los Centros de Reinsercion Social (CERESO) de Pachuca, Tula y Tulancingo, según datos obtenidos en la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Hidalgo (SSPH).
Mientras que aquellos que tienen un año cumplido se encuentran en los penales de: Huasteca, Molango, Pachuca y Tula.
Y los que tienen dos años cumplidos están en la capital hidalguense, además de Tulancingo.
Es la cárcel de Pachuca la que tiene mayor cantidad de infantes, creciendo tras cuatro paredes. Son 14.
Le sigue el CERESO de Tula con tres y el de Tulancingo con dos. Además hay un infante en Molango y otro más en la Huasteca, para dar un total de 21 niños tras las rejas con sus mamás.
El delito por el que se encuentran privadas de su libertad, son principalmente por los delitos de: asalto, le sigue secuestro, homicidio, homicidio calificado y portación de arma de fuego exclusiva del Ejército, Armada y Fuerza Aérea.
La mayoría de las madres se encuentran sentenciadas; son 18 casos y el resto procesadas principalmente dentro del ámbito del fuero común.
¿ QUÉ DICE LA LEY ?
El Artículo 36 de la Ley Nacional de Ejecución penal habla de mujeres privadas de la libertad con hijas o hijos que nacieron durante el internamiento de estas, y cita que podrán permanecer con su madre dentro del Centro Penitenciario durante las etapas postnatal y de lactancia, o hasta que la niña o el niño hayan cumplido tres años de edad, garantizando en cada caso el interés superior de la niñez.
