Relata una historia única, donde la esencia de su protagonista queda grabada al interior de espacios históricos.
La felicidad en la que vivo, es el nombre del documental realizado por el director mexicano Carlos Morales, convencido de que el cine tiene el poder de persuadir y de evocar a la reflexión para contar y retratar historias. Él lo hace con un tema invisible para la sociedad mexicana: la felicidad.
Esperanzador y emotivo, este trabajo retrata la vida de Samantha Flores, mujer trans de la tercera edad que, a sus 84 años y con un elocuente testimonio, sueña con dar cobijo a otros adultos mayores de la comunidad LGBTTTI+, cuya existencia misma es ajena para la sociedad.
De manera poética, Carlos Morales, quien en 2019 fue galardonado con un Ariel por Sinfonía de un mar triste, relata en la Felicidad en la que vivo, una historia única donde la esencia de su protagonista queda grabada al interior de espacios históricos, para dar como resultado un clóset metafórico. “Busco evocar la reflexión del espectador y visualizar la causa”, señaló el director quien, paradójicamente también califica su trabajo como festivo.
A su vez, su protagonista define a quienes hoy busca ayudar: ”somos como colibríes, aleteamos muy fuerte para sostenernos”. Y agregó, “el adulto mayor heterosexual es olvidado, abandonado, renegado; pero los ancianos LGBTTTI+ somos invisibles”. La Vida Alegre es la casa de día que hoy Samantha mantiene para dicha comunidad e invita a la audiencia a apoyarla para seguir creciendo.
Con un formato novedosos para su presentación, el corto documental tiene una duración de 11 minutos. Contó con el apoyo de la productora Ni Muy muy ni tan tan, de Claudia Vickey, y la agencia de publicidad Herrero. “Gracias a ellos podemos ver el documental y apoyamos a Samantha a ser visible en su causa, la cual es inspiración para todos los que tenemos un sueño”, concluyó Carlos Morales.
Fotos: Cortesía
