Ecología

Avispón asiático gigante, un himenóptero depredador

Se distribuye en la India, Sri Lanka, Bután, Nepal, Birmania, Tailandia, Laos, Vietnam, Malasia, China, Hong Kong, Taiwán, el extremo de Rusia, Corea y Japón.

Vespa mandarinia, es el nombre científico del avispón asiático gigante llega a matar por minuto hasta a 40 individuos de Apis Mellifera, una abeja europea o doméstica. Se lleva a los individuos adultos para alimentar a sus larvas en su propia colonia, pero eso no significa que se haya establecido en la Unión Americana, afirmó Alejandro Zaldívar Riverón, investigador del Instituto de Biología de la UNAM.

Explicó que el avispón asiático gigante, que en 2019 causó revuelo porque supuestamente estaba por llegar a varios países, se distribuye en la India, Sri Lanka, Bután, Nepal, Birmania, Tailandia, Laos, Vietnam, Malasia, China, Hong Kong, Taiwán, el extremo de Rusia, Corea y Japón.

El investigador explicó que, Vespa mandarinia usualmente anida a nivel del suelo y en ocasiones usa madrigueras de mamíferos o cavidades de raíces, donde la reina comienza a desarrollar su colonia. Es la especie más grande de su género, llega a medir hasta 5.5 centímetros y se le conoce por su predilección de atacar panales de abejas.

Zaldívar Riverón recordó que este insecto himenóptero pertenece al género Vespa, representado por poco más de 20 especies. Su distribución original es principalmente en zonas subtropicales de Asia y algunas regiones de Europa. “Son organismos considerablemente grandes en comparación con otros miembros del orden Hymenoptera, como hormigas o abejas”.

Dijo que las avispas del genero Vespa son depredadoras, se alimentan principalmente de otros insectos o pequeños artrópodos, y varias especies tienen preferencia por abejas mieleras. Su organización social es por castas: reina y obreras, morfológicamente diferenciadas.

Zaldívar Riverón recordó que en 2019 se desató una falsa alarma que dio inicio por un registro en septiembre del año pasado, porque en una isla de Vancouver, Canadá, se encontró un nido de esta especie, el cual se eliminó de inmediato. En noviembre de ese año, hubo un registro de un ejemplar en el estado de Washington, Estados Unidos. En 2020 se hallaron abejas decapitadas en este estado.

Citó que, en un artículo publicado en 2020 en la revista científica Insect Systematics and Diversity (2020,4(3), 2:1-27), investigadores del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, del Museo Americano de Historia Natural y de la Universidad de California, dan cuenta del inventario de especies del género Vespa, y específicamente de Vespa mandarinia, que accidentalmente se han introducido a su territorio en los últimos años.

Concluyeron que de 2010 a 2018 en los puertos de entrada a EU ha habido cerca de 50 intercepciones de diferentes especies de avispas, y poco menos de la mitad fueron avispones. Una de las más significativas fue la detección de un nido entero de Vespa mandarinia que contenía crías vivas y pupas. Inmediatamente fue destruido, detalló.

Dijo que, debido al comercio internacional, especialmente el que se efectúa por barco, suelen ocurrir dispersiones accidentales, como en este caso.

Por todo ello, el entomólogo universitario recalcó que la población en México no debe inquietarse cuando se difunden noticias sin sustento, ni comenzar a matar a cualquier abeja o avispón que vean.

Destacó que es muy peligroso que la gente elimine ejemplares que ni siquiera pertenecen al género Vespa, porque las abejas y avispas sociales son especies indispensables para el mantenimiento de los ecosistemas terrestres. “Si acabamos con estos organismos nos ponemos la soga al cuello, pues cumplen una función primordial de polinización y control de insectos herbívoros”, advirtió.

El curador en jefe de la Colección Nacional de Insectos del IB, recomienda a la población, que en caso de encontrar una avispa (que con seguridad no será avispón gigante) y tener curiosidad, le tomen una foto y la envíen a la página Naturalista, en donde entomólogos y taxónomos ayudarán a su identificación.

En los últimos años se han registrado algunos ejemplares de la Vespa mandarinia en la Unión Americana, pero sólo son introducciones accidentales, casos aislados que llegaron en mercancías provenientes de países asiáticos, aseguró.

No hay fuentes confiables que sugieran su llegada a México, insistió el especialista en Hymenoptera, del Departamento de Zoología de la entidad universitaria. “No se debe olvidar que cada especie animal o vegetal tiene ciertos requerimientos ecológicos, y de acuerdo con las características ambientales de los sitios donde se distribuye naturalmente esta avispa, es poco probable que se establezca en Canadá o el norte de EU, y luego viaje, cruce zonas áridas y desiertos hasta llegar a nuestro territorio”.

Fotos: UNAM

Arriba