Mujer

La violencia de género no estuvo ni está en cuarentena

Si se toman las denuncias penales como indicativos de la violencia, nunca se tendrá un reflejo correcto de la realidad.

Se tiene una noción romantizada de que el hogar es un lugar seguro; y la realidad de las cosas es que esto no necesariamente ha sido así, sobre todo para las mujeres, los niños, las personas de la diversidad sexual y de género, como quedó de manifiesto en el contexto de la pandemia de Cobid-19 y la frase “Quédate en casa” que “causa terror a muchas mujeres”, porque “la violencia de género no estuvo ni está en cuarentena”.

Así lo señaló la maestra Jimena Ávalos Capín, abogada feminista y profesora del Departamento de Derechos de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México (IBERO), quien destacó: “Pero como el discurso oficial se empeña en negar la realidad de la violencia de género, particularmente en las familias, es importante hablar del tema en este y en cualquier momento tan particular”.

La docente dijo que se sigue teniendo una narrativa “en donde el presidente nos dice que la violencia en las familias no es un problema; porque las familias son amorosas”. Pero la académica tiene otros datos: el 50% de los feminicidios los cometen las parejas íntimas de las mujeres y el 22% algún familiar de las asesinadas; lo que da cuenta de que el hogar no es romántico y amoroso para algunas mujeres”.

Aunque en mayo de 20202, las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública reportó una reducción del 34% en las denuncias de todos los delitos, incluyendo el de violencia familiar, para Ávalos Capín esto no significa que haya disminuido la violencia, pues al contrario, las llamadas a la Línea Mujer (donde se puede denunciar la violencia) habían aumentado un 97% en esa fecha.

Añadió que, si se toman las denuncias penales como indicativos de la violencia, nunca se tendrá un reflejo correcto de la realidad. “Las carpetas no son un indicativo de cuánta violencia ocurre, sino de cuánta llega al sistema penal, y sabemos que esto es muy poco”, por lo que aseveró que en la violencia de género “hay una cifra negra enorme”.

A modo de ejemplo, comentó que en la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) se observa que ocho de cada diez mujeres no pide apoyo a ninguna institución cuando vive violencia en la pareja.

Afirmó que las mujeres no suelen denunciar la violencia de género porque tienen miedo a represalias y a ser revictimizadas ante las autoridades. Además, las propias instituciones no necesariamente ofrecen una respuesta expedita y no investigan este tipo de conductas con la debida diligencia. Con el Covid-19 hay una serie de obstáculos adicionales, como el riesgo de contraer el coronavirus al salir a denunciar o el hecho de que algunas de las fiscalías están cerradas.

Violencia familiar, violencia institucional

La profesora de la IBERO dijo también que la violencia en la familia es un tema que cruza por el de la violencia institucional. “Que el presidente salga y diga que no es cierto que se ha incrementado la violencia de género, que las denuncias son falsas, que los hogares son amorosos; eso para mí es en sí mismo violencia institucional. Es en sí mismo violencia institucional porque justo está negando la realidad de la violencia de género”.

Para la maestra resulta grave que el mandatario haga esas declaraciones, porque abona al discurso sexista que minimiza y desestima la violencia de género, que en sí mismo reproduce la negación de justicia para las mujeres.

La docente citó una reflexión en torno al trabajo de Rita Laura Segato, antropóloga y activista feminista argentina quien sostiene que siempre que se está en una situación de crisis aumenta la violencia de género, lo que está ligado a la masculinidad, a cómo el hombre que se ve amenazado en su potencia económica reacciona de manera violenta contra su pareja, para recuperar su sentido de potencia viril, desde ese mandato de masculinidad.

No obstante que la violencia de género no se va a acabar cuando se acabe el coronavirus, la docente de la IBERO espera que cuando realmente se pasa a la “nueva normalidad” se pueda atender el tema de género, “de una manera que sin duda va a ser muy compleja. Vamos a estar ante una realidad muy difícil, pero que también presenta ciertos campos de oportunidad”, concluyó.

Foto: Archivo (Ilustrativa)

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