Salud y nutrición

De cada diez cánceres de pulmón, nueve están asociados a tabaquismo

En el país hay 15 millones de consumidores y al día mueren 167 mexicanos a causa de enfermedades asociadas.

Cada año, en el mundo mueren ocho millones de personas de personas por múltiples enfermedades ocasionadas por el tabaquismo, y esos decesos son silenciosos. “De esa cifra, alrededor de 1.2 millones corresponden a fumadores involuntarios, que están en contacto con humo que exhala el fumador”, afirmó Guadalupe Ponciano Rodríguez, coordinadora del Programa de Investigación y Prevención del Tabaquismo de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.

Precisó que, “en el mundo existen cine millones de consumidores de tabaco, una cifra enorme en términos de salud pública, y de ellos, 80 por ciento (880 millones) están en países de ingresos medios y bajos como el nuestro”.

Refirió que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Drogas, Alcohol y Tabaco (ENDAT), en México existen más de 15 millones de fumadores y al día se registran 167 muertes a causa de enfermedades asociadas al tabaquismo.

El tabaquismo es la más prevalente de las adicciones, aceptada socialmente y asociada a estereotipos de personas interesantes, intelectuales o glamorosas. “También es la más difícil de dejar y la adicción que está causando mayor impacto en términos de mortalidad y morbilidad en el mundo”, remarcó.

Toxinas y daño sistémico

El tabaco contiene hasta siete mil sustancias químicas, de las cuales 250 son tóxicas y alrededor de 70 son productoras de cáncer. El humo contaminado que produce pasa a través de los alveolos pulmonares, y con la circulación sanguínea a todo el cuerpo. “Por eso tiene un efecto sistémico, es decir, todo el organismo se ve afectado”.

Produce cáncer de pulmón, laringe, estómago, vejiga y mama, entre otros. “De cada diez cánceres de pulmón, nueve están asociados a tabaquismo”, subrayó.

Es causa de enfermedad isquémica del corazón y enfermedad cerebro vascular, y también genera afecciones respiratorias, bronquitis crónica, enfisema pulmonar, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), neumonía y más prevalencia de infecciones respiratorias agudas.

Cada vez que se da el “golpe”, el humo entra a los pulmones y llega a los alveolos pulmonares, donde se da el intercambio gaseoso. Ahí tomamos oxígeno y sacamos dióxido de carbono. “Todo este humo tóxico provoca una inflamación crónica en el aparato respiratorio, y las inflamaciones traen muchas consecuencias: dañan el tejido y reducen los mecanismos de defensa del aparato respiratorio”, explicó Guadalupe Ponciano.

En tiempos de COVID-19, los fumadores tienen un daño previo en los pulmones y bajas defensas, por lo que son un grupo de riesgo. “Un fumador tiene dos veces más probabilidad de adquirir la infección por SARS-CoV-2 que una persona que no fuma, y cuando ocurre, el pronóstico es mucho más delicado y quizá llegue a la hospitalización, la respiración artificial y en ocasiones a la muerte”, alertó.

Ponciano insistió en que “hoy más que nunca son necesarias las campañas para que los jóvenes no caigan en trampas de productos adictivos supuestamente atractivos”.

Foto de portada: Archivo (Ilustrativa)

Foto interior: UNAM

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