México

En México, adultos mayores no denuncian maltrato por relación afectiva con agresor

México no ha firmado la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, que desde 2015 se presentó.

Entre las cosas más indignantes que hay, está el maltrato a niños y adultos mayores, porque tanto unos como los otros no se pueden defender, algunos no pueden valerse por sí mismos y, ya sea los familiares, cuidadores o personal de hospitales, a veces no les tienen paciencia.

De acuerdo a Marissa Vivaldo Martínez, integrante del Seminario Universitario Interdisciplinario sobre Envejecimiento y Vejez (SUIEV) de la UNAM, en el mundo, los adultos mayores padecen maltrato físico, emocional y económico. En México se concreta en acciones que están normalizadas en la sociedad, como gritos, humillaciones o negarles alguna acción para su bienestar, como el baño y la comida.

Dijo que, de estos hechos casi no hay cifras, porque muy poca gente denuncia debido a que prevalecen vínculos afectivos con el agresor, que puede ser un familiar en casa, o un cuidado de instituciones de salud como asilos y hospitales.

La también profesora de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza, alertó que en el mundo al menos 11 por ciento de esta población padece maltrato.

Señaló que, a mayor grado de dependencia, mayor el riesgo de sufrir algún tipo de maltrato. “Si la persona tiene alguna discapacidad o dificultades para realizar de forma independiente sus funciones básicas, es más vulnerable”, apuntó.

Marissa Vivaldo destacó que, además del maltrato emocional y físico, la violencia económica ocurre cuando los más jóvenes disponen de su pensión o tarjeta (pues los mayores a veces no saben usar el cajero automático del banco), e incluso de sus bienes como casas o carros.

La universitaria lamenta que, durante esta pandemia de Covid-19, “las situaciones de maltrato vinculadas a la Covid-19 se incrementaron considerablemente. El hecho de que los adultos mayores sean de los grupos más vulnerables ha generado en el mundo una estigmatización hacia ellos. Incluso se han establecido lineamientos para que estén en mayor aislamiento, pero una cosa es protegerlos y otras es violentar sus derechos”.

En México la estigmatización más fuerte, “que afortunadamente se detuvo”, fue el tema de la guía bioética, que indicaba que hay vidas o futuros más importantes que otros. “Los trabajos de la UNAM y del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) lograron probar que esa guía era discriminatoria. Las noticias que circularon decían que se privilegiaría a los jóvenes, y en el imaginario público se corre el riesgo de que prevalezca la idea de que los jóvenes son más importantes que las personas mayores, lo cual es falso”, enfatizó.

Carencias de políticas públicas

Vivaldo Martínez destacó que en México no hay políticas públicas para la atención a las personas mayores. “Hay acciones, programas y algunas estrategias, pero no políticas públicas que requieren la atención de las instituciones”.

Además, dijo, nuestro país no ha firmado la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, que comenzó a recopilar firmas de las naciones desde 2015. Es el instrumento más importante de promoción de derechos humanos para este sector. “Firmar este convenio, obligaría a armonizar las leyes para garantizar que sus derechos humanos sean respetados, y daría las bases para trabajar en ese sentido”, explicó.

Las proyecciones estiman que para 2050 en México entre 20 y 25 por ciento de su población será mayor de 60 años; dentro de este grupo, la porción que más se incrementa es la de 80 años y más.

“Tenemos que verlos como ciudadanos y desprendernos de las ideas de que necesitan ayuda permanente, pues más del 80 por ciento de los adultos mayores son independientes y participan en el desarrollo del país, con actividades como el cuidado de los niños o de algún discapacitado”, concluyó la universitaria.

Fotos: UNAM

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