Salud y nutrición

Es posible cohabitar con una persona enferma de COVID-19 sin enfermarse

Compartir una casa de forma segura con alguien que esté enfermo requiere de tomar importantes medidas de seguridad y reajustar la rutina diaria.

Los virus que causan enfermedades comunes como la influenza estacional, el resfriado común, la gripe estomacal y el COVID-19, pueden propagarse de persona a persona especialmente si viven juntas y comparten espacios en común.
 
Dependiendo del tipo de enfermedad, los virus se contagian a través de gotitas respiratorias, manos sucias o mediante heces fecales contaminadas. Las partículas virulentas también pueden quedarse en las superficies que más comúnmente son tocadas, y de ahí pasar a contagiar a más personas.
 
Esto significa que compartir una casa de forma segura con alguien que esté enfermo requiere de tomar importantes medidas de seguridad y de reajustar la rutina diaria.
 
Especialistas del Hospital Houston Methodist (HMH por sus siglas en inglés) nos comparten algunos consejos para prevenir el contagio cuando se vive en la misma casa con algún familiar o amigo enfermo. 


1- Evita lo más posible los espacios en común y compartir artículos de uso personal

Cuando algún ser querido está enfermo, el primer instinto es proporcionarle confort, cariño y mucha compañía, pero en este caso, es mejor hacer lo contrario. Es importante alejarlo de otros lo más posible. Idealmente que tenga su propia habitación con baño separado. Se debe evitar compartir artículos del diario como toallas, sábanas y platos. Algo sumamente importante es que la persona enferma no debe ser la que cocine para el resto de las personas de la casa.
 
Algunos virus requieren de tomar precauciones extra como es el caso del COVID-19. Entonces, el familiar enfermo debe usar en todo momento un cubrebocas, especialmente al estar cerca de otras personas dentro de la casa. Si la casa es pequeña y por temas de espacio se vuelve muy complicado el aislamiento de la persona enferma, al menos si ésta usa tapabocas se puede reducir el riesgo de contagiar a otras personas. 

2- Lava tus manos adecuadamente

Ya sea que hayas dado un saludo de mano, o bien tocado una superficie o un artículo contaminado, el simple hecho de lavarse las manos con agua y jabón después del contacto es una manera muy efectiva de reducir el riesgo de enfermarse y también ayuda a evitar que los gérmenes se sigan esparciendo. Después de interactuar con una persona enferma, siempre lava tus manos.
 
Recuerda que lavarse las manos no es solo pasar el jabón superficialmente y dejar que el agua corra. Debes estar seguro de estar utilizando una buena técnica de lavado de manos.

3- Evita tocarte la cara
 
Como los gérmenes no se pueden ver, nunca sabemos si están en nuestras manos o no, por eso es tan importante evitar estarnos tocando la cara.
 
Recuerda que el contagio se da cuando tienes el virus en tus manos y te tocas una membrana mucosa de la cara, como ojos, boca o nariz.
 
Si bien no podemos evitar tocar superficies potencialmente contaminadas, si podemos evitar estarnos tocando la cara. En caso de que sea necesario tocar tu cara, lava tus manos antes.

4- Desinfecta todos los días las superficies más comúnmente tocadas

 Los gérmenes están en todos los lados y aunque cada uno de ellos es diferente, en general se puede decir que todos son capaces de sobrevivir sobre superficies por diferentes periodos de tiempo.
 
Si hay alguien enfermo en tu casa, es importante limpiar y desinfectar las superficies que se tocan con mayor frecuencia que son donde el virus se puede estar escondiendo, por ejemplo, en las perillas de las puertas, las llaves del lavabo, manija del inodoro, barras de cocina, contactos de luz, control de televisión, llaves, etc Todas estas superficies deben ser lavadas y desinfectadas por lo menos una vez al día.
 
Para la mayoría de los virus, el agua y jabón, el aerosol desinfectante, el gel antibacterial o una solución diluida con cloro son suficientes para desinfectar estas superficies.


5- Lava la ropa con frecuencia y precaución

La ropa, toallas y sábanas usadas por una persona enferma deben ser manejadas con cuidado y lavadas regularmente.
 
Cuando agarres la ropa de alguien enfermo, aléjala de tu cuerpo y cara, no la sacudas y lava perfectamente tus manos después de manipularla.
 
Si la ropa de una persona enferma con COVID-19 o gripe estomacal está muy sucia, considera el uso de guantes para manejarla. También considera desinfectar las pinzas y cestas que utilices en el proceso de lavado y tendido. 

6- Conviértete en el familiar designado para hacer los mandados 

Para prevenir la propagación del contagio, es siempre lo indicado que la persona enferma se quede en todo momento en casa lo más aislado posible.
 
Esto quiere decir que la familia debe designar a una sola persona que esté sana para que sea ésta la que salga a hacer todos los mandados familiares como ir al supermercado, por medicinas, a pasear a las mascotas, y demás. 

Foto: Flow

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