Ecología

Debemos trabajar con la naturaleza, no en contra de ella: WWF

Nuevo informe señala factores ambientales que generan la aparición de enfermedades zoonóticas.

WWF pide a los gobiernos emprender una acción global urgente en favor de la humanidad, con el objetivo de enfrentar riesgos de futuros brotes de enfermedades zoonóticas y otras graves consecuencias provocadas por la degradación de la naturaleza y el aumento de la temperatura.

De acuerdo con el informe, Covid-19: llamado urgente para proteger a las personas y la naturaleza, los factores ambientales que causan la aparición de enfermedades zoonóticas son el comercio y consumo de vida silvestre de alto riesgo, el cambio en el uso de la tierra debido a la deforestación, la producción animal y la expansión de la agricultura e intensificación insostenible.

Desde hace más de una década, científicos y líderes de opinión del Foro Económico Mundial hicieron numerosas advertencias sobre el riesgo de una pandemia mundial y clasificaron las enfermedades infecciosas como una de las principales amenazas contra la vida humana.

Sobre este panorama, Marco Lambertini, director general de WWF Internacional, destacó que es esencial reconocer los vínculos entre la destrucción de la naturaleza y la salud humana para evitar una próxima pandemia. “Debemos frenar el comercio y el consumo de alto riesgo de la vida silvestre, detener la deforestación y la conversión de la tierra, así como gestionar la producción de alimentos de manera sostenible”.

Estas acciones ayudarán a prevenir la propagación de patógenos a los humanos, además de que abordarán otros riesgos globales, como la pérdida de biodiversidad y el cambio climático. “No hay debate, y la ciencia es clara: debemos trabajar con la naturaleza, no en contra de ella. Su explotación insostenible se ha convertido en un enorme riesgo mundial», agregó.

Es urgente tomar medidas y prevenir la próxima pandemia: nuestro sistema alimentario mundial es insostenible, pues se basa en la conversión a gran escala de espacios naturales para la agricultura, lo que fragmenta ecosistemas naturales y aumenta las interacciones entre la vida silvestre, el ganado y humanos.

Desde 1990, a nivel global se han talado 178 millones de hectáreas de bosque, lo que equivale al tamaño de Libia, que ocupa el número 18 en la lista de los países más grandes del mundo. Además, anualmente se pierden alrededor de 10 millones de hectáreas de bosque que se destinan a la ganadería y la agricultura, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

La crisis de Covid-19 demuestra que se deben hacer cambios sistémicos con miras a enfrentar las condiciones que impulsan las pandemias. En ese sentido, WWF aboga por “una salud” que vincule a las personas, los animales y nuestro entorno compartido, que incluya la toma de decisiones rigurosas sobre la vida silvestre, el cambio en el uso de la tierra y que tenga en cuenta las decisiones comerciales y financieras en relación al bienestar mundial.

«En medio de esta tragedia, existe la oportunidad de sanar nuestra relación con la naturaleza y mitigar los riesgos ante futuras pandemias, pero un futuro mejor comienza con las decisiones que hoy asumen los gobiernos, las empresas y las personas en todo el mundo», explicó Lambertini, y añadió que los líderes mundiales deben tomar medidas urgentes y transformar nuestra relación con el mundo natural. “Necesitamos un nuevo acuerdo para la naturaleza y las personas que coloque a la naturaleza en el camino hacia la recuperación al 2030 y salvaguarde la salud humana y los medios de vida a largo plazo”.

Foto: Archivo (Ilustrativa)

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