Solo hay un detenido que se niega a declarar. No les han dado ni siquiera el número de carpeta de investigación a familiares.
La familia de Cesiah no sólo tiene que cargar con el inmenso dolor y la rabia que le provoca la brutal e inexplicable muerte que personas desalmadas le provocaron, sino también con la indiferencia de las autoridades que, hasta ahora, ni siquiera el número de la carpeta de investigación que, presuntamente iniciaron, les han querido entregar.
Así lo afirmaron los inconsolables familiares de Cesiah Chirinos Jiménez, de 37 años de edad, cuyo cuerpo fue hallado el pasado viernes 1 de octubre, en la carretera Mixquic-Chalco.
De acuerdo a los deudos, el cuerpo de Cesiah mostraba huellas de tortura, golpes y mutilado. De lo poco que saben, es que a Cesiah la atacaron cinco personas.
Indicaron que hasta ahora sólo hay una persona detenida, pero que no ha querido declarar.
Los criminales dejaron a dos pequeñas huérfanas, debido a que Cesiah vivía y trabajaba para sacar adelante a sus hijas, niñas que ahora tendrán que seguir el camino que su madre les marcó, solas.
Los familiares de Cesiah la describen como una mujer trabajadora, “que siempre salía adelante. Era fuerte e independiente y o tenía problemas con nadie”.
Al inmenso dolor que la familia vive, se suma la indiferencia de las autoridades no sólo por seguir investigando hasta dar con los criminales, sino que tampoco les han proporcionado ni una copia ni el número de la carpeta de investigación que, presuntamente iniciaron.
Un feminicidio más en la Ciudad de México y que, ojalá, no vaya a formar parte de las estadísticas de carpetas de averiguación acumuladas y sin resolver.
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